Competencia se muestra en desacuerdo con el modelo de privatización de Aena

La Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) no está de acuerdo con el modelo de privatización escogido por el Ministerio de Fomento para el gestor de aeropuertos españoles Aenay reclama ir más lejos.

Así lo explicaron hoy en Lisboa fuentes del organismo reguladorque justificaron esta postura por considerar que las modificaciones que propone el Ejecutivo "no van a cambiar nada" a nivel de gestión, y sólo habrá una variación a nivel de capital por la entrada de inversores financieros privados.

"No es un modelo que guste a la CNMC", aseguraron estas mismas fuentes, que insistieron en las ventajas de acometer "un proceso de liberalización más amplio", tal y como ya han transmitido al Gobierno español.El Ejecutivo popular optó por vender únicamente el 49 % de Aenay mantener en su poder todavía el 51 % de las acciones, lo que permite al Estado conservar el control.

Desde Competencia admitieron que hubieran preferido "una privatización por lotes" en vez de la estrategia seguida por el Gobierno, que escogió una venta "en bloque" de los 47 aeropuertos españoles que pertenecen a la empresa, y que reciben a cerca de 200 millones de pasajeros por año."Preferiríamos tener más de un operador en cada mercado, en vez de tener una única Aena, lo ideal serían dos o tres", subrayaron estas mismas fuentes que, no obstante, recordaron que la decisión recae únicamente en el Ejecutivo y que la CNMC sólo puede manifestar su opinión.

El cambio accionarial sí supondrá un aumento de la responsabilidad de la CNMC a la hora de determinar y establecer las tarifas, para lo que se estudiará "la contabilidad analítica" de los aeropuertos y se realizará "un análisis comparativo con empresas" del mismo sector en países de su entorno.

El Ministerio de Fomento, que trasladó a Competencia sus argumentos, considera que Aenajuega un papel clave en la economía española debido a que gestiona la entrada en España de 200 millones de turistas al año.

Una privatización del 100% derivaría en un mayor control de la rentabilidad de los aeropuertos, lo que podría hacer aumentar o disminuir su actividad en función del tráfico, y haría que la compañía fuese muy sensible a las políticas de las operadoras o las aerolíneas de bajo coste, con el riesgo que ello conlleva.