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CaixaBank pliega velas y deja de inyectar capital en el deficitario Erste Bank
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NO ACUDE A LA AMPLIACIÓN DE CAPITAL TRAS VENDER INBURSA

CaixaBank pliega velas y deja de inyectar capital en el deficitario Erste Bank

Isidro Fainé ha decidido replegar la artillería con la que en 2007, su antecesor, Ricardo Fornesa, inició la expansión internacional de CaixaBank. El presidente del grupo

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CaixaBank pliega velas y deja de inyectar capital en el deficitario Erste Bank

Isidro Fainé ha decidido replegar la artillería con la que en 2007, su antecesor, Ricardo Fornesa, inició la expansión internacional de CaixaBank. El presidente del grupo financiero con sede en Barcelona ha decidido no inyectar más dinero en Erste Bank, que va a hacer una ampliación de capital para devolver al Estado el dinero que le prestó para evitar su bancarrota. Un paso atrás que se produce tras vender hace unas semanas el 11% del mexicano Inbursa por más de 1.100 millones.

CaixaBank es dueña del 10% de Erste Bank, participación que fue comprando entre 2009 y 2010, una operación para expandirse por Europa Central y del Este en la que invirtió unos 1.260 millones de euros. El objetivo real de La Caixa era elevar esa presencia hasta el 20% si las circunstancias lo aconsejaban. Sin embargo, las expectativas quedaron muy lejos de la realidad.

La crisis financiera internacional castigó con fuerza a este banco con sede en Viena, que en 2011 registró pérdidas de 718,9 millones de euros. Por lo que respecta a CaixaBank, el banco español se vio obligado a realizar una provisión de 159 millones por la limpieza del balance de su participada, que llegó a valer en bolsa menos de la mitad de lo que La Caixa había pagado por hacerse con el 10% inicial. Además, se quedó sin los cerca de 30 millones de dividendos esperados.

Ahora, Erste Bank ha decidido empezar a devolver los 1.200 millones que le prestó el Estado austriaco, así como otros 559 millones aportados por fondos institucionales privados. Para ello, va a acometer una ampliación de capital por 661 millones de euros, a la que CaixaBank no va a acudir, según aseguran fuentes financieras. El resto de miembros del núcleo duro, tampoco. Esta primera operación supondrá una dilución del 8%, que al menos se duplicará si el banco austriaco opta por la misma vía para rembolsar el dinero recibido a las arcas públicas.

La decisión de no aportar más capital a Erste Bank se produce días después de vender más de la mitad de su participación en Inbursa, el grupo financiero mexicano del magnate Carlos Slim. CaixaBank comunicó ayer que se ha desprendido de un total del 11% del banco latinoamericano, por lo que reduce su presencia en el capital a apenas el 9%. La entidad barcelonesa ha ingresado 1.132 millones por esta desinversión, en la que ha obtenido plusvalías de unos 80 millones.

Portugal y China

Además de Erste Bank y de Inbursa, La Caixa tiene otras dos picas importantes fuera de España. Una en Portugal, donde es dueña del 46,2% de Banco Portugués de Investimento (BPI), y otra en China, donde ha comprado el 17% del Bank of East Asia. Además, controla un 20% de Boursarama, un banco online controlado por Société Générale y con presencia en Francia, Reino Unido y España. La apuesta por BPI le ha dado bastantes dolores de cabeza, puesto que su hundimiento en bolsa obligó a una recapitalización urgente, mientras que en el mercado no se descarta que Fainé analice la venta de su aventura en Asia para hacer más fácil el cumplimiento de los nuevos requerimientos de capital de Basilea III.

Además de estas inversiones, a las que CaixaBank ha destinado cerca de 3.500 millones de euros, el banco con sede en Barcelona ha completado su expansión internacional con la apertura de sucursales en Marruecos, Rumanía y Polonia, así como oficinas de representación en Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Emiratos Árabes, Turquía, India, Singapur, China, Egipto y Chile. En breve extenderá su marca a Argelia y Colombia.

Todo un despliegue que ahora vive una etapa de repliegue después de que el grupo se haya centrado en adquirir bancos en España, como Caixa Girona, Banca Cívica y Banco de Valencia. Un movimiento que recuerda al que llevó a cabo entre 1999 y 2004, cuando llegó a tener el 4,2% del todopoderoso Deutsche Bank, incursión que cerró con pocas alegrías. 

Isidro Fainé ha decidido replegar la artillería con la que en 2007, su antecesor, Ricardo Fornesa, inició la expansión internacional de CaixaBank. El presidente del grupo financiero con sede en Barcelona ha decidido no inyectar más dinero en Erste Bank, que va a hacer una ampliación de capital para devolver al Estado el dinero que le prestó para evitar su bancarrota. Un paso atrás que se produce tras vender hace unas semanas el 11% del mexicano Inbursa por más de 1.100 millones.