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La prima de riesgo repunta y compromete el cuadro macro del Gobierno
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LA DEUDA PÚBLICA SEGUIRÁ CRECIENDO HASTA 2016

La prima de riesgo repunta y compromete el cuadro macro del Gobierno

La tregua se ha acabado. Al menos, por el momento. La prima de riesgo voló ayer hasta cerca de los 319 puntos básicos respecto de Alemania

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La prima de riesgo repunta y compromete el cuadro macro del Gobierno

La tregua se ha acabado. Al menos, por el momento. La prima de riesgo voló ayer hasta cerca de los 319 puntos básicos respecto de Alemania (un 8,7% más en un solo día). Y lo que es todavía más relevante: La rentabilidad del bono español a diez años se disparó hasta el 4,71%. Hay que alejarse hasta los primeros días de abril para encontrar un nivel tan alto. En todo caso, todavía muy lejos del 7,49% que llegó  a marcar el bono a diez años el 24 de julio de 2012, hace menos de un año.

La causa de este aparente cambio de tendencia tiene que ver con las tibias palabras de Mario Draghi a la hora de anunciar nuevas medidas de estímulo monetario. Y lo cierto es que las consecuencias son letales para la economía española en caso de consolidarse este movimiento. Como reconoció el ministro de De Guindos hace algunas semanas, el problema no es sólo la prima de riesgo -que, lógicamente, influye en los costes de financiación-, sino el volumen de deuda. Y este, como consecuencia de los altos déficits generados en los últimos años, no deja de aumentar. Hasta el punto de que el propio Gobierno admite en el Programa de Estabilidad que el endeudamiento continuará creciendo hasta 2016. A partir de ahí, debería disminuir.

¿Cuál es el problema? Que se encarece el servicio de la deuda, y hay que tener en cuenta que el tipo de interés medio (sólo del Estado) ya se sitúa en el 3,84% incluyendo todos los plazos. Los datos se refieren al mes de abril -últimos publicados por el Tesoro-, y todavía se colocan por debajo de la media histórica, algo más del 4% en los últimos años, pero por encima de los niveles alcanzados en 2009 y 2010, inmediatamente antes de que el diferencial con Alemania se disparara por el súbito empeoramiento de la economía española y su capacidad de repago en aquellos años.

La importancia de las emisiones a más largo plazo es crucial para el Tesoro, toda vez que son la parte mollar de la financiación. De los 71.000 millones previstos para este año tan sólo en financiación neta -sin contar los vencimientos- nada menos que 55.000 millones tienen que ver con bonos y obligaciones, lo que significa que cada punto que suba la prima de riesgo le cuesta al Tesoro 550 millones de euros. De ahí la importancia de esta variable.

Máxime cuando el propio Gobierno admite en la última presentación mensual del Tesoro que hasta 2016 el déficit primario -el desequilibrio fiscal sin contar el pago de intereses- seguirá siendo una realidad. El propio Ministerio de Economía asegura en ese documento que la mayor contribución al crecimiento de la relación deuda/PIB se deriva del pago de intereses, en concreto 14 puntos. Por el contrario, el crecimiento nominal de la economía (con inflación) detraerá 7 puntos de aumento de la deuda.

Rentabilidades a la baja 

El problema para la economía española es que, de consolidarse los últimos movimientos, saltarían por los aires los supuestos básicos en que se ancla el nuevo cuadro macroeconómico del Gobierno. En ese cuadro se estima que el tipo de interés a largo plazo (deuda a 10 años) se situará en el 4,84% este año –ligeramente por encima del nivel actual-, pero es que para 2014 se espera un 4,5%; para 2015, el 4,15% y para 2016, el 3,80%. En los tres casos, por debajo de los niveles actuales.

Estos dos últimos años sólo serían coherentes con una situación económica prácticamente de recesión que obligara al Banco Central Europeo (BCE) a mantener una política monetaria extremadamente laxa, como la actual.

Y es que, aunque el diferencial con Alemania se mantenga desde hace semanas en el entorno de los 300 puntos básicos, lo cierto es que la rentabilidad del bund alemán ha repuntado hasta el 1,5%, todavía en niveles históricamente bajos debido a que la deuda pública germana sigue jugando el papel de activo refugio. Pero a medida que el escenario económico se disipe, lo lógico es que vaya aumentando la rentabilidad, y con ella la de los activos españoles. Salvo que la economía saliera de forma súbita de la crisis, algo que ni siquiera espera el Gobierno, que en las últimas proyecciones estima que el PIB no crecerá por encima del 1% hasta 2016.

El Ejecutivo parte en el Programa de Estabilidad de un “descenso moderado” de la prima de riesgo de la deuda española, junto con un “aumento de la rentabilidad de la deuda alemana en el mismo plazo”. En concreto, ello supone un recorte de la prima de riesgo de alrededor de 60 puntos básicos entre 2013 y 2014, compensada por un incremento del rendimiento del bund de unos 20 puntos básicos. Según el Gobierno, “a la vista de los valores alcanzados por la rentabilidad de la deuda a 10 años durante los últimos días, esta parece ciertamente una hipótesis conservadora”. No parece que lo sea tanto a la luz de lo ocurrido, precisamente, en los últimos días.

La tregua se ha acabado. Al menos, por el momento. La prima de riesgo voló ayer hasta cerca de los 319 puntos básicos respecto de Alemania (un 8,7% más en un solo día). Y lo que es todavía más relevante: La rentabilidad del bono español a diez años se disparó hasta el 4,71%. Hay que alejarse hasta los primeros días de abril para encontrar un nivel tan alto. En todo caso, todavía muy lejos del 7,49% que llegó  a marcar el bono a diez años el 24 de julio de 2012, hace menos de un año.

Prima de riesgo