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La subida del rendimiento del 'bund' lanza otro serio aviso sobre los riesgos de la deuda pública
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LA RENTABILIDAD, EN MÁXIMOS DESDE FEBRERO, ESCALA AL 1,54%

La subida del rendimiento del 'bund' lanza otro serio aviso sobre los riesgos de la deuda pública

Los mercados andan revueltos. Incómodos. Es lo que tiene haber estado tan mecidos por la mano de los bancos centrales y atisbar ahora posibles virajes en

Los mercados andan revueltos. Incómodos. Es lo que tiene haber estado tan mecidos por la mano de los bancos centrales y atisbar ahora posibles virajes en las estrategias monetarias de alguno de ellos, como la Reserva Federal (Fed) estadounidense. Y entre las consecuencias, una sacudida de ventas en la deuda pública que ya está dejando una huella visible en algunos casos. Como en el bund alemán. 

Desde que mayo relevó a abril, los inversores han vendido títulos germanos en cuatro de las cinco semanas transcurridas, una secuencia que ha tenido continuidad en las dos últimas jornadas. En total, dicho periodo se ha saldado con un repunte del rendimiento -que sube cuando el precio de los títulos baja- del 1,21 al 1,54%, con lo que se encuentra en su nivel más alto desde febrero. 

Aunque desde una perspectiva histórica ese nivel continúa siendo muy bajo -su media desde el nacimiento del euro se sitúa en el 3,7%-, no hay que olvidar que los tipos de interés oficiales también se encuentran más bajos que nunca -en el 0,5% desde el pasado 2 de mayo- y que, precisamente, el incremento de la rentabilidad se ha producido a pesar de coincidir con esa rebaja de los intereses. En opinión de los expertos, este comportamiento subraya la anómala realidad en la que se encontraba la deuda soberana, con los riesgos consiguientes que escondía la baja rentabilidad de hace unas semanas. "En el mercado de renta fija, nos encontramos con unos bonos del estado caros (principalmente, alemanes y americanos) y que no remuneran suficientemente el riesgo de caídas de precio por ascenso de los tipos de interés", valoran desde Banca March. Y añaden: "Nuestra previsión es de unos tipos de referencia subiendo ligeramente hasta situarse, en 2014, entre 50 y 70 puntos básicos por encima de los actuales". 

A la espera de lo que dictaminen el Banco Central Europeo (BCE), que se reúne mañana, y sobre todo la Fed, cuya cita se producirá los días 18 y 19 de junio, los expertos se muestran cautos. Pero, de forma particular, extraen una conclusión fundamental del comportamiento reciente del bund o de los bonos estadounidenses, cuyo rendimiento llegó a superar el 2,2% durante la semana pasada por primera vez desde abril de 2012. "Es pronto para extraer conclusiones definitivas. Pero estas ventas suponen una advertencia del peligro que esconde la deuda soberana y de las pérdidas que podría deparar en el futuro", avisa un operador de renta fija de una entidad española. 

El 'espejismo' de la prima de riesgo 

Al mismo tiempo, el repunte de la rentabilidad del bund conduce a una segunda derivada que salpica a la deuda española. A pesar de que la prima de riesgo de España, que mide la diferencia entre la rentabilidad de los títulos españoles y alemanes a 10 años, se mantiene por debajo de los 300 puntos básicos -concretamente, ayer cerró en los 288 puntos- no es lo mismo que esa diferencia se calcule sobre un bono alemán en el 1,2% que en el 1,5%. 

Si, pese a un repunte así, la prima se mantiene en los niveles previos al incremento de la rentabilidad del bund -la prima española terminó abril en los 291 puntos básicos-, se debe a que también se ha tensado la cuerda para la deuda española en forma de ventas que han elevado los intereses en una proporción similar. Y eso es lo que le ha ocurrido a la deuda española, que desde finales de abril ha pasado del 4,13 al 4,42%

Aunque, de nuevo, estos intereses son bajos desde una perspectiva histórica -la media desde el nacimiento del euro se encuentra en el 4,58%-, lo cierto es que cualquier repunte supone un problema para las arcas públicas españolas dado el creciente volumen de deuda existente, que este año se aproximará ya al 100% del producto interior bruto (PIB), cuando antes de la crisis no llegaba al 40%. Y, en opinión de los analistas, esta es la realidad que hay que vigilar, la de los costes de financiación de la deuda española y la necesidad de reducirlos para que no engorde tanto la factura anual de los intereses, por encima de lo que ocurra con la prima de riesgo. O dicho de otro modo: poco importará que la prima de riesgo baje si ese descenso no viene aparejado con un descenso de los intereses de la deuda española. Como matizaba el director general de Renta 4, Jesús Sánchez-Quiñones, en un artículo reciente publicado en El Confidencial, "existe la idea equivocada de considerar que una reducción de la prima de riesgo supone necesariamente un menor coste de financiación de la deuda pública española". Y no es lo mismo. 

Los mercados andan revueltos. Incómodos. Es lo que tiene haber estado tan mecidos por la mano de los bancos centrales y atisbar ahora posibles virajes en las estrategias monetarias de alguno de ellos, como la Reserva Federal (Fed) estadounidense. Y entre las consecuencias, una sacudida de ventas en la deuda pública que ya está dejando una huella visible en algunos casos. Como en el bund alemán.