La banca extranjera rechaza nuevos créditos a Pescanova y la española exige más garantías

La banca extranjera se lava las manos en la crisis de Pescanova. En la reunión de este martes sólo las entidades españolas se han comprometido a dejar 60 millones de euros para garantizar la continuidad del grupo gallego, según han explicado fuentes financieras.

El dinero se prestará bajo duras condiciones y sólo para garantizar la continuidad del día a día de la multinacional pesquera. Las entidades que prestarán estos nuevos 60 millones serán Banco Sabadell, Banco Popular, NCG y Bankia. Además, se ha designado a Banco Sabadell como el principal interlocutor con el administrador concursal nombrado por la CNMV, que es Deloitte

En cambio, la banca internacional ha dado la espalda a Pescanova, después de las múltiples irregularidades que han salpicado la gestión del expresidente Manuel Fernández de Sousa. Lo normal habría sido que el esfuerzo se hubiera repartido entre los principales acreedores. Pero la banca extranjera se ha descolgado de este último esfuerzo para mantener viva a Pescanova con respiración asistida.

Por orden de volumen, los principales acreedores de Pescanova son Banco Sabadell (222 millones),  Banco Popular (165),  el heredero de las cajas gallegas y exaccionista de Pescanova, NCG (161), CaixaBank (157), Deutsche Bank (130), Caixa Geral (130), Bankia (127), el grupo italiano UBI Banca (126), Liberbank (97) y Commerzbank (96).

Pero los bancos alemanes, italianos y portugueses se han descolgado del acuerdo. Para colmo, el compromiso de la banca española ha sido muy condicionado, lo que demuestra la baja confianza de las entidades acreedoras en el futuro de la multinacional pesquera.

Por ahora, lo que tiene Deloitte como administrador concursal son condiciones y no dinero. Los nuevos requisitos son básicamente dos: extrema transparencia en  el destino de los fondos para que se gasten exclusivamente en circulante y en el funcionamiento operativo del grupo gallego, y derecho de prelación preferente, es decir, en caso de liquidación estos 60 millones tendrían prioridad de retorno sobre cualquier otro acreedor. Se prevé que Deloitte apruebe las condiciones porque la alternativa es la liquidación de una Pescanova que ya está al borde de la parálisis por las tensiones de caja.  

Deuda creciente, futuro menguante

 La deuda financiera neta de Pescanova supera los 3.000 millones, pero esto no incluye ni proveedores ni administraciones públicas como Hacienda y Seguridad Social, con lo que el pasivo final puede ser todavía superior.

La banca espera que la administración concursal inicie un plan para valorar activos que quedarían dispuestos para la venta, como la única manera de que el grupo encuentre una senda de viabilidad que hoy por hoy parece difícil. En este sentido, se espera que KPMG, que ya está efectuando la auditoría forensic de Pescanova, haga también de asesor financiero para valorar qué se puede vender y por cuánto. En cualquier caso, los 60 millones que aportará la banca española suponen sólo ganar tiempo. De hecho, Pescanova había pedido 100 millones,  por lo que es necesario que más pronto que tarde se pacte un plan de viabilidad y una quita con la banca y los bonistas para poder reorientar la marcha de la empresa.

Luxempart demandará a Sousa

El fondo luxemburgués Luxempart, segundo socio de referencia del grupo pesquero, anunció este martes que iniciará una acción judicial contra el presidente del grupo gallego, Manuel Fernández Sousa. La demanda, con carácter penal, estará acompañada de una petición para la convocatoria de una Junta Extraordinaria de Accionistas.