Es noticia
El holandés errante que controla las finanzas europeas
  1. Economía
NO TIENE NINGUNA EXPERIENCIA EN ECONOMÍA

El holandés errante que controla las finanzas europeas

Es el hombre de la semana: ha hecho temblar a los mercados y provocado una cadena de desmentidos, pese a que sus compañeros de partido le

Foto: El holandés errante que controla las finanzas europeas
El holandés errante que controla las finanzas europeas

Es el hombre de la semana: ha hecho temblar a los mercados y provocado una cadena de desmentidos, pese a que sus compañeros de partido le describen como responsable y aburrido. Jeroen René Victor Anton Dijsselbloem, un holandés de muchos nombres y apellido impronunciable, era un desconocido fuera de su país hasta hace solo cuatro meses. Este político laborista sin ninguna experiencia en el mundo de las finanzas fue nombrado ministro en noviembre y ahora es el líder del Eurogrupo, el hombre que debe guiar las conversaciones sobre la crisis, la austeridad y los rescates. Su anuncio de que la ayuda a Chipre era el modelo a seguir ha hecho que su cara y su nombre lleven días copando las noticias. 

Dijsselbloem  es el hombre que ha colocado Alemania para sustituir a Jean-Claude Juncker y su misión es evitar que los desmadres de los periféricos sigan provocando un enorme coste económico y político a las economías sanas, al club de la triple A. Preside el Eurogrupo pese a su falta de experiencia, a las reticencias de Francia y al rechazo de España.

Su experiencia política se limita a la agricultura, los asuntos sociales y la inmigración. Su nombramiento como líder del Eurogrupo en enero se acordó de manera informal en la cumbre del 21 de diciembre. Era el único candidato que podía conseguir el consenso tras meses de discusiones sobre quién debía ocupar el cargo. Además, desde el 11 de febrero preside también el Mecanismo Europeo de Estabilidad (EMS).

¿Desliz o advertencia real?

Dijsselbloem provocó una sacudida en los mercados esta semana con sus declaraciones sobre Chipre –el rescate a este país, del que parte la pagarán los depositantes, “debe ser el modelo”-. Después se disculpó y dijo que parte del error provenía del mal uso del inglés, un idioma que hasta ahora había acreditado que hablaba perfectamente. Pero hay quien, como Daniel Lacalle, gestor de fondos en Londres, piensa que sus palabras no fueron un error ni una casualidad. “Defiende los intereses de los países que pagan y lo han puesto ahí para frenar los gastos de los rescates”, afirma Lacalle, que explica que sus declaraciones han beneficiado directamente a los bonos alemanes y holandeses y han sentado muy bien entre los electores de su país.

Este político, de 47 años, se afilió al partido laborista en 1985 y en las últimas elecciones se ha convertido en la mano derecha del líder de la formación, Diederik Samson. Eso es lo que le ha propulsado hasta la primera línea de la política europea. Antes de diciembre apenas aparecía en artículos de prensa fuera de su país. En los últimos días ha llenado páginas. The Wall Street Journal pone las declaraciones que ha hecho Dijsselbloem sobre el rescate a Chipre como ejemplo de “la importancia que tienen las palabras de un político europeo cuando decide salirse del discurso oficial y decir lo que piensa”. 

De hecho, pese a la rectificación que hizo en la prensa internacional, Dijsselbloem defendió el contenido de su comentario en el parlamento holandés. Dijo ante los legisladores de su país que el modelo que se ha seguido en Chipre encaja en el nuevo enfoque de la Eurozona para los rescates financieros. La opinión que trasladó a los miembros de la cámara holandesa fue que para salvar a los bancos hay que imponer pérdidas a los accionistas, los tenedores de deuda y, si es necesario, a los depositantes por encima del límite asegurado por ley.

Contrapeso al sur y freno a la unión total

Los que le conocen le describen como un hábil negociador y citan sus logros en la formación del gobierno de coalición de su país. En su campaña para conseguir la presidencia del Eurogrupo prometió que iba a encontrar el equilibrio entre la disciplina presupuestaria y las reformas para el crecimiento de la región.

El inexperto líder del Eurogruopo ha declarado que la disciplina fiscal es la piedra angular para recuperar la confianza que han perdido los mercados internacionales en la Eurozona. Cree que hace falta luchar por la competitividad  en Europa y contra los desequilibrios.

El columnista holandés Martin Sommer aseguraba en una columna publicada en enero que Dijsselbloem es lo que hace falta para acompañar a los otros presidentes europeos: José Manuel Durao BarrosoHerman Van Rompuy y Mario Draghi. “Tres firmes defensores de la UE  que buscan la integración total”.

Es el hombre de la semana: ha hecho temblar a los mercados y provocado una cadena de desmentidos, pese a que sus compañeros de partido le describen como responsable y aburrido. Jeroen René Victor Anton Dijsselbloem, un holandés de muchos nombres y apellido impronunciable, era un desconocido fuera de su país hasta hace solo cuatro meses. Este político laborista sin ninguna experiencia en el mundo de las finanzas fue nombrado ministro en noviembre y ahora es el líder del Eurogrupo, el hombre que debe guiar las conversaciones sobre la crisis, la austeridad y los rescates. Su anuncio de que la ayuda a Chipre era el modelo a seguir ha hecho que su cara y su nombre lleven días copando las noticias.