La cuesta de febrero: el Ibex encadena tres semanas en negativo por primera vez desde julio

La bolsa, como la música, no sólo requiere notas, sonido, ritmo. También necesita sus pausas, sus silencios. En ocasiones, esos momentos equivalen al descanso del guerrero, a la calma previa a una nueva batalla; en otras, constituye un receso preciso, conveniente, para digerir las conquistas previas. En ese dilema anda sumido el Ibex 35, que, abandonado por los pesos pesados, ha vuelto a caer esta semana. No ha sido un descenso notable, ya que apenas ha cedido un 0,2%, pero acumula tres semanas consecutivas de retrocesos, algo que no ocurría desde julio.

Tras seis meses consecutivos al alza, el Ibex se está atascando en febrero. Necesita alicientes adicionales para seguir subiendo, una sensación que no es exclusiva del índice español, porque se observa la misma tendencia en Europa y en Estados Unidos. En el caso de Wall Street, los máximos históricos –el Dow Jones se encuentra apenas a un 1,5% de su récord absoluto- intimidan lo suyo y vienen ejerciendo de freno en las tres últimas semanas.

A la espera de novedades, el Ibex ha sufrido un descenso semanal del 0,3%, hasta los 8.150,2 puntos. Sin ser abultado, este descenso sí basta para volver a situar al índice español en terreno negativo en 2013, puesto que se encuentra un 0,21% por debajo del cierre de 2012. Lo curioso es que el descenso semanal se ha producido a pesar de que 23 de sus 34 miembros han registrado avances. Pero es que el bando de los bajistas ha contado con socios de relumbrón. Como Repsol, que se ha dejado un 3,8%; Telefónica, con un descenso semanal del 3,2%; Iberdrola, que ha retrocedido un 2,3%; Santander, con una bajada del 1,8%; o Inditex, con un recorte del 0,7%. Entre los alcistas, han sobresalido Mapfre, Grifols y Gas Natural con avances comprendidos entre el 5 y el 7%.

El tono ligeramente bajista del Ibex ha rimado con el imperante en las restantes plazas europeas, sobre las que también han pesado los débiles datos económicos conocidos esta semana en el Viejo Continente. La contracción intertrimestral del 0,6% sufrida por la economía alemana entre octubre y diciembre de 2012 ha sido un mazazo moral para los inversores y ha constatado que, aunque la eurozona se ha alejado de la tormenta sufrida en enero, las aguas aún bajan revueltas. De hecho, el Dax alemán ha perdido un 0,8% en el conjunto de la semana, mientras que el EuroStoxx 50 ha bajado un 0,6%.

La deuda lo hace mejor

A diferencia de la renta variable, la deuda pública española ha disfrutado de una semana más favorable. Las compras han vuelto a dominar, con el consiguiente descenso de los rendimientos, que bajan cuando el precio de los títulos sube. Así, la rentabilidad del bono español a 10 años ha despedido la semana en el 5,19%, por debajo del 5,36% del viernes anterior y del 5,42% al que llegó a repuntar el lunes.

Siguiendo su estela, la prima de riesgo, que mide la diferencia entre el rendimiento de los bonos españoles y alemanes a 10 años, se estrechó de los 375 a los 354 puntos básicos –o 3,54 puntos porcentuales-. Esta distensión constituye un alivio para el Tesoro Público, que la semana próxima afrontará dos subastas de deuda.

El oro, en mínimos desde agosto

Otro activo que concentra las miradas de los inversores es el oro. Con 12 años consecutivos de subidas a sus espaldas, el metal precioso no termina de arrancar en 2013. Sigue falto de catalizadores. Y esta semana ha cedido un 3,6%, su mayor descenso semanal desde mayo, y ha reculado hasta los 1.607,7 dólares, el precio más bajo desde agosto. En lo que va de año, la onza de oro acumula un descenso del 4%.  

También ha corregido el petróleo. En su caso, para frenar la secuencia alcista que le había acompañado en las cuatro últimas semanas. El barril Brent, de referencia en Europa, ha bajado hasta los 116,7 dólares tras haberse dejado un 1,8% en el conjunto de las cinco últimas, su mayor descenso semanal desde diciembre.