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Popular afronta firme sus 72 horas más críticas
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LOS ACCIONISTAS HISTÓRICOS SE MUEVEN

Popular afronta firme sus 72 horas más críticas

Dentro de 72 horas, la suerte de la ampliación de capital de Banco Popular estará echada. Según los últimos datos oficiales, el banco ha captado el

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Popular afronta firme sus 72 horas más críticas

Dentro de 72 horas, la suerte de la ampliación de capital de Banco Popular estará echada. Según los últimos datos oficiales, el banco ha captado el 70% de los 2.500 millones euros que necesita para seguir en solitario. Una cifra estimable que no esconde sin embargo que los inversores institucionales todavía no han dicho su última palabra. Hasta ahora, son los particulares los que están cargando con el peso de la operación.

A la espera de que este miércoles se cierre el período de suscripción preferente, el  precio de la acción en circulación y el del derecho han tenido un comportamiento bastante tranquilo y estable. El primero termina en los 0,55 euros, mientras que el segundo lo hace en los 0,374. El resultado es que el descuento que supone entrar en la operación vía derechos es de un 4,4%, un porcentaje en principio no muy atractivo.

“El descuento no es significativo, pero a estos niveles puede ser interesante entrar vía derechos para quienes tengan vocación de permanencia en el valor. Los inversores no están dando la espalda a la operación y puede ser una oportunidad, pero entrando con un ‘stop loss’ en los 0,52 euros”, asegura Roberto Moro, de Apta Negocios.

La evolución de la operación está desinflando las expectativas de muchos analistas que apostaban porque Popular no pudiera completar totalmente la ampliación. Por eso tanto la acción como el derecho han aguantado con gran firmeza desde que empezó la venta de nuevas acciones el pasado 14 de noviembre. La primera ha bajado de forma testimonial desde los 0,56 hasta los 0,55 euros y el derecho ha caído desde los 0,46 hasta los 0,37 euros.

No obstante, lo más llamativo de la ampliación de capital está por llegar. Normalmente, el mayor trasiego de derechos suele producirse en los tres últimos días de la operación, cuando el precio suele bajar. “Esperaría al último día”, explica Pablo García, de Carax, que recuerda como el precio del derecho suele resentirse por las ventas de los títulos de los inversores que por desconocimiento, olvido o desinterés no han dado orden ninguna a su banco.

Decepcionadas las expectativas de quienes esperaban un desplome en el tramo final de la semana pasada, ahora hay división de opiniones entre los analistas. Moro cree que el precio del derecho puede incluso subir en este tramo final de la ampliación. Mientras, el analista Alberto Roldán cree que tras los dos días de casi inactividad en Wall Street que han dejado bajo mínimos la liquidez en la bolsa española, lo normal es que el derecho empiece a caer ya.

Los históricos mueven ficha

Mientras, los accionistas históricos de Popular han movido ficha ya en plena ampliación de capital. Allianz, el socio más antiguo del banco, ha realizado una transmisión intragrupo que podría obedecer a razones fiscales en la que ha movido algo más de 17 millones de acciones de la entidad los días 13 y 14 de noviembre. La aseguradora alemana va a reducir su participación en el grupo desde el 5,9% hasta el 4,24% tras la ampliación.

En las mismas fechas, la Fundación Barrie de la Maza se ha desprendido de más de 22 millones de acciones, por lo que su participación en el capital ha pasado del 6,77% a poco más del 5,75%. Como Allianz también está realizando lo que se conoce como ampliación blanca, que consiste en vender derechos en la cantidad necesaria para comprar nuevas acciones sin tener que realizar desembolso alguno. Reducirá su participación hasta alrededor del 4%. 

Dentro de 72 horas, la suerte de la ampliación de capital de Banco Popular estará echada. Según los últimos datos oficiales, el banco ha captado el 70% de los 2.500 millones euros que necesita para seguir en solitario. Una cifra estimable que no esconde sin embargo que los inversores institucionales todavía no han dicho su última palabra. Hasta ahora, son los particulares los que están cargando con el peso de la operación.