Rajoy se aleja más del rescate: "En estos momentos no es imprescindible para España”

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, está a punto de entrar en el tercer mes de disquisiciones sobre la conveniencia o no de solicitar otra línea de ayuda financiera en la Unión Europea una vez encarrilado el 'rescate' a la banca. "En este momento no es imprescindible para defender los intereses españoles", dijo en el Palacio de la Moncloa, donde se se ha celebrado el XVII reunión bilateral España-Italia y su cuarta entrevista con el jefe del Ejecutivo italiano, Mario Monti. Más que ambiguo, repetitivo en su frase habitual ("no he tomado la decisión, cuando crea que es lo mejor para España lo haré"), Rajoy se desliza por el calendario sin pedir más crédito a la UE mientras los mercados aguanten.

La circunstancia de reunirse con Monti o el hecho de pactar una posición común ante los retrasos impuestos por Merkel a la unión bancaria no han afectado lo más mínimo al mensaje del jefe del Ejecutivo español. El presidente del Gobierno italiano negó que se plantee la posibilidad siquiera de pedir ese 'rescate' ("Italia no lo necesita") y le parece igual de bien que a Rajoy que exista el mecanismo formal para socorrer países en apuros. España sigue con la prima de riesgo más alta, el Estado transalpino está en los 350 puntos, pero la ventaja del caso español es que tiene colocada ya el 95% de la deuda prevista para este ejercicio.

Como el jefe del Ejecutivo español repite las mismas frases sobre el asunto desde septiembre, los cambios empiezan a residir en el tono o el ánimo con que dice que todavía no lo tiene claro, además de reconocer que hasta él está cansado de caer en "disquisiciones". Y cada vez reitera las premisas con más soltura y menos pesadumbre. "Es un instrumento que está ahí y es muy importante que lo esté porque demuestra que el proyecto del euro es irreversible, en cuanto crea que conviene a los intereses generales de los españoles lo pediré. Pero el Gobierno considera que en este momento no es imprescindible para defender los intereses de los españoles", insiste.

Rajoy no da síntoma alguno de ceder a las presiones del mundo empresarial para solicitar ese 'rescate' a la UE. Es más, salvo que la prima de riesgo repunte o el Estado tenga más problemas para colocar la poca deuda pública que debe sacar a los mercados, en fuentes gubernamentales empiezan a descartar que el Ejecutivo vaya a pedir auxilio antes de Navidad. Y después Alemania se mete en año electoral.

La 'cumbre' hispanoitaliana sirvió para que los gobiernos de ambos países confirmaran sus posiciones comunes en favor de un rápido avance de la UE en favor de la unidad bancaria, fiscal y financiera. También para hacer causa común frente a Alemania y el Banco Central Europeo, que insisten en retrasar otro año precisamente los acuerdos para la supervisión común bancaria.

Contrario a crear un supercomisario

Rajoy y Monti coincidieron en descalificar muy diplomáticamente la propuesta del presidente del BCE, Mario Draghi, de crear la figura de otro comisario, en este caso 'supercomisario' para vigilar el cumplimiento de los compromisos de recorte presupuestario de los Estados de la UE. El presidente del Gobierno insistió en que esa no es la cuestión, sino trazar y cumplir un plan y un calendario para la unidad económica. Propuso una operación como la que se fijó en el nacimiento del euro en los años noventa y "obligó a todos a cumplir unos requisitos de déficit, deuda e inflación. Entonces había un objetivo".

Rajoy insistió en que es el momento "de repetir una operación como la de entonces". "Fíjémonos plazos y demos un mensaje de que realmente queremos una mayor integración europea; no se puede decir una cosa y luego otra sin decir a dónde vamos".