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La bolsas buscan el rumbo en plena temporada de resultados
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EL IBEX CAE UN 3,79% EN LA SEMANA

La bolsas buscan el rumbo en plena temporada de resultados

Las bolsas se mueven en la más absoluta esquizofrenia. Los cortos ejecutan sus estrategias con cuentagotas, a sabiendas de que el cortafuegos del programa de compras

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La bolsas buscan el rumbo en plena temporada de resultados

Las bolsas se mueven en la más absoluta esquizofrenia. Los cortos ejecutan sus estrategias con cuentagotas, a sabiendas de que el cortafuegos del programa de compras del BCE es todavía una trampa perfecta. Y los que creen que la bolsa tiene recorrido alcista de sobra a medio plazo dudan. Y tienen sus razones de peso.

Por un lado, porque ‘lo’ macro no acaba de darles una buena excusa. No todos se han tomado muy en serio la rebaja de expectativas del Fondo Monetario Internacional (FMI), pero prefieren nadar y guardar la ropa en pleno comienzo de la temporada de resultados. El viernes JP Morgan convenció y Wells Fargo no. Conviene estar  prevenido para la montaña rusa que viene.

Hay argumentos para todos los gustos. El pesimismo entre los primeros ejecutivos estadounidense es evidente, sin precedentes desde 2009. Según Bloomberg, el número de compañías cuyos resultados se van a situar por debajo de las estimaciones en comparación con las que creen que las mejorarán se  ha disparado en las últimas cuatro semanas.

Mientras, bancos como Deutsche Bank creen que ya es hora de comprar acciones europeas, antes de que la recuperación económica en la zona euro en el cuarto trimestre dispare las valoraciones. Y se atreve a recomendar la venta de títulos de bajo perfil de riesgo para comprar …¡bancos! Y también aseguradoras y ‘telecos’. Una apuesta para valientes en un momento de máxima incertidumbre en Europa.

En este escenario donde alcistas y bajista tienen material de sobra para defender sus tesis, a ver quién le pone el cascabel al gato. Las bolsas ofrecieron la semana pasada signos evidentes de cansancio. Y más que ninguna la española. El Ibex perdió el jueves el nivel previo a la publicación de los test de estrés de Oliver Wyman, que habían propiciado una reacción que no ha podido ser más efímera. Y el viernes ofreció una demostración de debilidad y volatilidad a pesar de que la jornada, semifestiva, hacía prever una menor presión del papel.

Ha perdido sobre todo el sector bancario. La morosidad y el agujero inmobiliario siguen pesando como una losa. La ampliación de capital de Popular, que va a exigir descuentos extraordinarios que pueden alcanzar el 75% respecto al día del anuncio de la operación,  es la gran piedra de toque. Pintan bastos para los bancos cotizados, que a golpe de autocartera están defendiendo como pueden sus maltrechas cotizaciones.

El Ibex ha cerrado la semana con una pérdida del 3,79% que aún no debe ser considerada como muy preocupante desde el punto de vista técnico. Los expertos auguran que la corrección continuará unos días más, pero no ven señales de alerta si el Ibex no pierde los 7.450 puntos.

Las bolsas se mueven en la más absoluta esquizofrenia. Los cortos ejecutan sus estrategias con cuentagotas, a sabiendas de que el cortafuegos del programa de compras del BCE es todavía una trampa perfecta. Y los que creen que la bolsa tiene recorrido alcista de sobra a medio plazo dudan. Y tienen sus razones de peso.