El lobby financiero presiona a Bruselas para tumbar sus planes de reorganización bancaria

La Comisión Europea presentará este miércoles sus planes para reorganizar la banca de la Eurozona, poniendo el acento en la protección de los clientes frente a las operaciones especulativas de sus bancos. En Bruselas se es consciente del creciente malestar de los ciudadanos que ven sus ahorros y pensiones en peligro por la mala gestión y los afanes de riesgo de las cúpulas directivas de las entidades donde tienen depositado su dinero.

EL diario alemán Süddeutsche Zeitung publicó este martes un avance de esos planes, en el que se destaca el proyecto de dividir las entidades en dos secciones, una puramente comercial, dedicada a los intereses de los clientes, y otra especulativa, donde entrarían todas las operaciones de riesgo y los hedge funds. Las dos secciones actuarían desde el punto de vista legal y organizativo de manera independiente, pero podrían formar parte de un holding.

El lobby bancario en Bruselas está haciendo todo lo posible para bloquear estos planes, coordinados por el comisario de Mercado Interior, Michel Barnier, y dirigidos desde hace un año por el presidente del Banco Central finlandés Erkki Likkanen. Este grupo de presión estaría sólo dispuesto a acertar una separación en los bancos cuando las operaciones de riesgo supusieran más del 10% del volumen total de cada banco.

La propuesta de la Comisión Europea remite a las enseñanzas del Crash de 1929 en los Estados Unidos. A partir de aquel momento, las autoridades norteamericanas decidieron separar la banca comercial de la de inversiones, pero en los años noventa se liberalizó el negocio con las consecuencias ya conocidas por todos.

La decisión final corresponde a los Jefes de Estado y de Gobierno. Todo hace indicar que la supervisión independiente de la Unión Bancaria -que España apoya sin reservas- va a quedar aparcada por las reticencias de Alemania. Lo mismo se puede decir de la creación de un Fondo Europeo para la Reestructuración de Bancos y para asegurar los depósitos y ahorros de los contribuyentes.