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El Gobierno endurecerá los recortes en los Presupuestos para eludir el rescate
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LAS CUENTAS PARA 2013 OBLIGARÁN A REDUCIR LAS ADMINISTRACIONES

El Gobierno endurecerá los recortes en los Presupuestos para eludir el rescate

Empieza otra semana clave previa a un mes decisivo para la estabilidad política del país, el futuro del Gobierno y el encauzamiento de la crisis económica

Foto: El Gobierno endurecerá los recortes en los Presupuestos para eludir el rescate
El Gobierno endurecerá los recortes en los Presupuestos para eludir el rescate

Empieza otra semana clave previa a un mes decisivo para la estabilidad política del país, el futuro del Gobierno y el encauzamiento de la crisis económica (al menos para que toque fondo). El Ejecutivo no dará un paso formal para pedir la ayuda o rescate a la UE, pero en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado que aprueba el jueves tiene que demostrar con más recortes y medidas estructurales que cumplirá con las condiciones para eludirlo, o para solicitarlo in extremis sin requisitos añadidos. Antes, Artur Mas pondrá fecha electoral a su reto secesionista mientras Mariano Rajoy busca la foto con Obama en Nueva York.

España se enfrenta a partir del martes (debate en el parlamento autonómico catalán) a la mayor amenaza esbozada contra su unidad nacional y se juega desde el jueves buena parte de sus posibilidades de mantener la soberanía en materia de política económica. Sólo la vorágine instalada en la política española desde la reforma constitucional de agosto del pasado año disimula la trascendencia de los acontecimientos próximos que marcarán el resto de la legislatura y el futuro del país por muchos años.

Los ministros económicos se lo han transmitido este fin de semana a los cuadros medios del PP: no hay alternativa ni margen alguno en el objetivo de reducir el déficit público. No es una cuestión de contabilidad, sino la advertencia de que todas las administraciones (central, autonómica y local) tienen que hacer todos los recortes necesarios. Y ahora toca también reducir el aparato político, el burocrático y el de las empresas públicas autonómicas porque si España no cumple perderá toda credibilidad y no podrá contar con las ayudas financieras de la UE, sino con la intervención total de su economía.

“Una administración, una competencia”

Cristóbal Montoro, Luis de Guindos y Fátima Báñez se lo ha explicado en positivo a todos los presidentes provinciales del PP al mismo tiempo que reconocían la dureza de los próximos Presupuestos del Estado. “Veremos una economía muy diferente el año que viene si somos capaces de cumplir con los objetivos de déficit de este año”, fue el mensaje del ministro de Economía para dar ánimos a su partido. Después de la rebelión de los alcaldes del PP que consiguieron parar este verano el proyecto de Hacienda para quitarles competencias en servicios a favor de las Diputaciones con el fin de ahorrar, Montoro volvió a la carga e insistió en que el Gobierno persigue una aplicación estricta del principio “una administración, una competencia”.

El Ejecutivo presentará su proyecto para acabar con las duplicidades en los servicios públicos como una medida fundamental para que los entes locales cuenten con la financiación suficiente y, en palabras  de Montoro, “ajustada a la realidad”. El Gobierno tapa agujeros en el endeudamiento de Autonomías y Ayuntamientos y sube impuestos para paliar la bajada de ingresos, pero sin reducir el gasto estructural (organismos) y salarial de empleados públicos es imposible cumplir con el objetivo de déficit, el 6,3 por ciento de este año y el 4,5 del próximo ejercicio.

Los recortes presupuestarios para 2013 también obligarán a reducir las administraciones. La partida para pagar los intereses de la deuda acumulada (38.000 millones) condiciona el resto de las cuentas y lleva e incluso aumenta las restricciones sobre el resto del gasto con respecto a los Presupuestos vigentes. El debate en los últimos días se ha centrado en si habrá o no subida de las pensiones (todo lo demás bajará), cuando lo más probable es que el Gobierno se decante por una actualización ordinaria según el IPC.

El resto de los Presupuestos, partida a partida, será motivo de impopularidad y protestas contra el Gobierno. Es más que previsible que los funcionarios vuelvan a ver congelados sus salarios y seguirán las medidas para reducir plantillas de empleados públicos por la vía de no cubrir bajas y/o prescindir de interinos. En el capítulo de inversiones la previsión del Ejecutivo de reducir un 12,2% el presupuesto de los ministerios dibuja un panorama muy negro para todo tipo de proyectos en los departamentos especializados en la materia como Fomento o Industria.

La ‘factura’ del paro sigue disparada, en este ejercicio se presupuestaron 28.800 millones de euros para las prestaciones, y amenaza con seguir creciendo el próximo año según todas las previsiones. Y el déficit en la Seguridad Social amenaza con llegar a los 6.000 millones.

Las medidas contundentes de ahorro y recorte que establecerán los Presupuestos tienen que servir al Gobierno para demostrar ante Bruselas y Berlín que España cumplirá con el objetivo de déficit de aquí a 2014, fin que dan por hecho en fuentes del Ejecutivo, pero recrudecerán las protestas políticas y sindicales contra la política económica de Rajoy. Unas cuentas creíbles servirán al presidente del Gobierno para seguir ganando tiempo frente a las presiones para que solicite ya la ayuda financiera a la UE.

Mas ha hecho lo contrario que Rajoy. Primero exige al Gobierno el rescate de una Generalitat arruinada (los 5.000 millones para llegar a noviembre) y luego se evita la impopularidad de seguir con los recortes envuelto en la bandera catana y poniéndose al frente de la causa del independentismo hasta amenazar con convertirse en el principal problema de España. Aunque el Estado se salve de la intervención económica ‘dura’ este otoño puede ser en breve un ‘Estado fallido’ dentro de la Unión Europea por la escisión de Cataluña.

Empieza otra semana clave previa a un mes decisivo para la estabilidad política del país, el futuro del Gobierno y el encauzamiento de la crisis económica (al menos para que toque fondo). El Ejecutivo no dará un paso formal para pedir la ayuda o rescate a la UE, pero en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado que aprueba el jueves tiene que demostrar con más recortes y medidas estructurales que cumplirá con las condiciones para eludirlo, o para solicitarlo in extremis sin requisitos añadidos. Antes, Artur Mas pondrá fecha electoral a su reto secesionista mientras Mariano Rajoy busca la foto con Obama en Nueva York.

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