El euro recibe con escepticismo los planes de compra de deuda del BCE

La moneda única ha reaccionado con reservas al anuncio del BCE de poner en marcha un nuevo programa de compra de deuda para tratar de paliar las distorsiones que afectan al mercado. El euro se ha apuntado un 0,25% hasta los 1,263 dólares, si bien ha conseguido tocar máximos desde el pasado 29 de junio. Entre las dos y las cuatro de la tarde de ayer, en plena comparecencia de Mario Draghi, la cotización osciló entre los 1,26 dólares y 1,25 dólares con un notable repunte al final de la misma.

Los inversores prefieren mantener la cautela al entender que la euforia bursátil de este jueves (toda Europa se ha movido con fuertes alzas encabezado por el Ibex, que se ha apuntado un 4,9% hasta los 7.862 puntos) responde al cumplimiento de las expectativas que ya se habían generado a lo largo del último mes. “El mercado descuenta el rescate de España y ahora sólo queda saber cuándo se producirá y las condiciones que tendrá el mismo”, apuntan los analistas consultados.

En el mercado de divisas, el euro no es ajeno a esta perspectiva y tampoco pierde de vista los datos macro que vienen desgranándose día tras día con regusto agridulce. Este jueves el BCE acaparó todos los focos, pero sobre la mesa  también está el indicador relativo al PIB del segundo trimestre de la eurozona, que sorprendió negativamente al contraerse un 0,5% frente al 0,4% que se esperaba. En Asia la divisa sigue con paso fuerte y este jueves cerró rozando máximos de los últimos dos meses.

En opinión de los expertos, los datos que registran las economías europeas mantienen al euro con el freno de mano echado. “Todavía está pendiente ver si el Tribunal Constitucional alemán dará el visto bueno al MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad), así como los próximos pasos que tomará España. Hay muchas incógnitas sobre la mesa que se tienen que ir despejando en las próximas semanas, aunque tras las últimas decisión del BCE el euro ha tomado un balón de oxígeno”.

El petróleo no pierde impulso

En el caso del petróleo, este jueves mantuvo la senda alcista de las últimas semanas. El barril de crudo Brent, de referencia en Europa, se apuntó un 1,2% hasta los 115 dólares el barril, mientras que el Texas, de referencia en EEUU, subió un 1,35%, por encima de los 96 dólares el barril.

A las medidas tomadas por el BCE se sumó la caída de los inventarios de petróleo de Estados Unidos por culpa del paso del huracán Isaac, lo que afectó temporalmente la producción y las operaciones de las refinerías y puertos en el país. Los inventarios de crudo, excluyendo las reservas estratégicas, bajaron 7,43 millones de barriles.

Por su parte, el oro ha logrado asentarse en el nivel de los 1.700 dólares por onza con una subida del 0,7% hasta alcanzar máximos desde el pasado mes de marzo. Los inversores acuden a este activo refugio a la espera de que se concreten  los próximos movimientos en el Viejo Continente.