Suiza se postula como el nuevo centro neurálgico de la gestión de activos

Suiza quiere ser como la City. La lucha contra la evasión fiscal ha propiciado que muchos países estén tratando de frenar los flujos de dinero a la industria helvética. Además, desde la propia Suiza, en un intento de lavar su imagen, están presionando a las entidades para que sean más transparentes, sobre todo, en lo que respecta a sus emolumentos y comisiones. Una circunstancia que quiere aprovechar el sector de la gestión activo para ganarle terreno.

Markus Fuch, abogado de la Swiss Fund Association (SFA), asegura que los nuevos requisitos de transparencia obligarán a las entidades a mejorar su gestión para ofrecerles un valor añadido a los partícipes y retenerlos y, por supuesto, para atraer a nuevos clientes.

Según los datos que aporta Fuch, la banca helvética gestiona actualmente 4,3 billones de dólares, de los que casi la mitad del importe pertenece a inversores extranjeros.

“Los países están deseando acabar con la evasión fiscal que aumenta cada año y lógicamente el dinero se reducirá, pero no totalmente porque los inversores seguirán depositando su dinero en firmas con sede en Suiza debido a su estabilidad política, la fortaleza de su moneda y la sólida infraestructura de servicios financieros que existe en el sector”, afirma Fuchs.

Para potenciar las bondades del país, la FSA en colaboración con la Asociación de Banqueros Suizos están llevando a cabo una especie de ‘road show’ entre las firmas internacionales, aunque la asociación de fondos helvética reconoce que aún tiene que mejorar en algunos aspectos.

Los tres elementos clave en los que están basando la fortaleza de la industria son la marca, la facilidad para acceder al mercado y el marco regulador.  “Necesitamos argumentos convincentes, no podemos gritar que somos los mejores”, expone Fuchs.

Uno de los puntos clave es el de entrada al mercado, ya que al no pertenecer a la Unión Europea no pueden beneficiarse de la libre circulación transfronteriza de capitales. Por tanto, Suiza necesitará establecer acuerdos bilaterales con las distintas jurisdicciones, aunque aún no han decidido con qué países comenzar a negociar.