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Reyal Urbis pide dinero a la banca para evitar la liquidación anticipada
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"LA SOCIEDAD SE ENCUENTRA EN CAUSA DE DISOLUCIÓN"

Reyal Urbis pide dinero a la banca para evitar la liquidación anticipada

Dos años después de refinanciar una deuda de 3.321 millones, Reyal Urbis sigue siendo uno de los mayores riesgos para la banca española. Hasta el punto

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Reyal Urbis pide dinero a la banca para evitar la liquidación anticipada

Dos años después de refinanciar una deuda de 3.321 millones, Reyal Urbis sigue siendo uno de los mayores riesgos para la banca española. Hasta el punto de que los acreedores han tenido que activar un mecanismo para transformar 115,48 millones de un crédito sindicado en capital para evitar la disolución anticipada de la inmobiliaria. Deloitte también ha advertido de la extrema dificultad por la que atraviesa la sociedad.

Según el informe de gestión intermedio correspondiente al primer semestre del año, Reyal Urbis cerró a 30 de junio con un patrimonio negativo de 33,43 millones de euros. Un desequilibrio provocado por las continuas pérdidas en las que ha incurrido el grupo inmobiliario que era propiedad de Banesto. Entre enero y junio, los números rojos fueron de 212 millones de euros.

Con esos resultados, “la sociedad dominante se encuentra en causa de disolución”, según reconoce la propia Reyal Urbis en el documento enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Para no entrar en fase de liquidación, la empresa va a solicitar a sus acreedores la conversión de parte del crédito sindicado refinanciado en mayo de 2010 en un crédito participativo. La diferencia es que mientras el sindicado computa como deuda, el participativo lo hace como capital, por lo que refuerza los recursos propios.

En concreto, gracias al acuerdo de hace dos años, Reyal Urbis puede agarrarse a una cláusula del sindicado para disponer de hasta 115,48 millones “con objeto de solventar la citada situación patrimonial”. No es la primera vez que la compañía recurre a este mecanismo, ya que durante el primer semestre ya solicitó a la banca liderada por Barclays, Grupo Santander, BBVA y Bankia el canje de deuda por capital por 31,46 millones para resolver el desequilibrio patrimonial.  

Los 115,48 millones de euros que le van a inyectar los bancos suponen algo menos de tres veces la capitalización –apenas 43 millones- de una empresa que en los últimos doce meses se ha hundido un 76,9% en bolsa. La inmobiliaria tiene además un 6,25% de su capital en autocartera con un valor nominal de 182,48 millones, ya que un tercio de esa participación la tiene adquirida a 4 euros por acción (cotiza a 0,15 euros).

Amortizaciones a la vista

Desde que Reyal Urbis consiguió que la banca, entre la que también está Caixabank, Sabadell, Popular y The Royal Bank of Scotland, le alargase el vencimiento de su abultada deuda, la cotización se ha desplomado un 93,87%. En parte porque a mediados del 2011, apenas doce meses después del acuerdo de mayo de 2010, la promotora de viviendas reconoció que ya no podía hacer frente a sus obligaciones y que abría otro proceso de conversaciones para refinanciar de nuevo su pasivo.

Sin embargo, un año más tarde, Reyal Urbis sigue negociando otro balón de oxígeno con sus acreedores, ya que le será imposible hacer frente a las amortizaciones del crédito sindicado que empiezan a ser obligatorias a partir de 2013. Hasta el momento, solo tenía que abonar los intereses. Por todo ello, Deloitte, su auditor, duda de la capacidad de la sociedad de obtener más árnica por parte de la banca.

“Las circunstancias actuales indican la existencia de una incertidumbre significativa sobre la capacidad del grupo para continuar sus operaciones y para realizar sus activos y hacer frente a sus pasivos”, advierte la firma en un documento en el que se cura en salud sobre acontecimientos futuros. Un futuro que Deloitte cree que se puede complicar por la evolución del valor de los activos inmobiliarios, lo cual pondría de “manifiesto minusvalías adicionales” que todavía no puede cuantificar.

Si no hay solución a corto plazo, Reyal Urbis puede acabar en manos de la banca, como ya ocurrió antes con grupos inmobiliarios de referencia como Metrovacesa y Colonial.

Dos años después de refinanciar una deuda de 3.321 millones, Reyal Urbis sigue siendo uno de los mayores riesgos para la banca española. Hasta el punto de que los acreedores han tenido que activar un mecanismo para transformar 115,48 millones de un crédito sindicado en capital para evitar la disolución anticipada de la inmobiliaria. Deloitte también ha advertido de la extrema dificultad por la que atraviesa la sociedad.