La crisis da al traste con la estrategia de las gestoras

La crisis está provocando multitud de cambios en todos los ámbitos, y las gestoras de fondos no son ajenas a ellos. Al contrario, la mayor parte han tenido que adaptar sus modelos y estrategias de gestión a la nueva coyuntura de los mercados. Y esto es precisamente lo que ha hecho Fonditel.

La gestora de fondos de Telefónica aparece en los rankings de Inverco como una de las firmas que más patrimonio ha perdido este año, con un retroceso de los activos del 25%, pasando de 411 millones de euros a finales del año pasado a 307 millones a cierre de junio. Sin embargo, este abultado descenso no obedece, como sucede con otras firmas, a la pérdida de rentabilidad de los subyacentes o a abultados reembolsos, sino a un cambio de estrategia, motivado por el mal momento que atraviesan los mercados.

 Fonditel utilizaba hasta el año pasado su fondo Octopus, que no se comercializa a partícipes externos, como un vehículo a través del que canalizaban las inversiones de otros fondos de inversión y de pensiones del grupo para reducir la cuantía de las comisiones y obtener de este modo más rentabilidad para los partícipes.

Sin embargo, la volatilidad de los mercados propició que en agosto del año pasado se paralizaran las operaciones a través de Octopus. Y dado que la inestabilidad de los mercados ha continuado durante todo este tiempo –en el que el patrimonio ha estado invertido en repos-, en febrero decidieron devolver a cada fondo (entre los que se encuentran los de pensiones) sus activos, provocando  la merma de dinero que ha sufrido Fonditel Gestión.

La gestora ha logrado recuperar en los últimos ejercicios parte del patrimonio que perdió durante los años más duros de la crisis, en los que además se vio implicada en la quiebra de Lehman Brothers y en el escándalo de Madoff.

En 2007, cambió la suerte

La gestora de fondos de Telefónica, creada en 2003, tras el éxito obtenido con los planes de pensiones, se convirtió con rapidez en una referencia en el sector amparada por los buenos resultados que registraban sus productos. De hecho, en 2006 llegó a tener bajo gestión 800 millones de euros.

Sin embargo, en 2007, las cosas empezaron a torcerse cuando sus fondos mostraron los primeros síntomas de debilidad y las rentabilidades comenzaron  a caer. Además, el hasta ese momento gestor estrella de la firma, Cristóbal Thomas de Carranza, abandonó la entidad e Íñigo Colomo y Ricardo San Martín se situaron al frente de los productos de la firma.

No obstante, lo peor estaba por venir. A comienzos de 2009, se conoció que el plan de pensiones de Telefónica había sido uno de los afectados por la quiebra de Lehman Brothers, con 80 millones de euros. Y también sus fondos se vieron implicados en el caso Madoff. Velociraptor se vio atrapado con un 3,45% de su patrimonio (4,36 millones) invertidos a través de una sicav luxemburguesa, en la que también estaba presente otro de los productos de la firma, Albatros, con un 1,91% de sus activos (2,96 millones).

En medio de este dantesco escenario se produjo la salida de Íñigo Colomo que fue sustituido por Jaime Martínez como director de inversiones de Fonditel. Martínez dio un giro más conservador a la gestión implementando un control de riesgos más riguroso en las inversiones.

La transformación total de Fonditel se completó a comienzos de 2010 con la marcha de Luis Peña. Tras su salida, Fermín Álvarez –hasta ese momento coordinador de filiales de Telefónica- se convirtió en el nuevo director general de Fonditel.