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Merkel 'acepta' el crecimiento pero rechaza la inyección directa a la banca
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LOS 27 DEBATIRÁN UN PAQUETE DE ESTÍMULO DE 130.000 MILLONES

Merkel 'acepta' el crecimiento pero rechaza la inyección directa a la banca

Angela Merkel acepta finalmente apostar por el crecimiento. Los líderes de las cuatro primeras economías de la zona euro (Alemania, Francia, Italia y España) acordaron ayer en Roma

Foto: Merkel 'acepta' el crecimiento pero rechaza la inyección directa a la banca
Merkel 'acepta' el crecimiento pero rechaza la inyección directa a la banca

Angela Merkel acepta finalmente apostar por el crecimiento. Los líderes de las cuatro primeras economías de la zona euro (Alemania, Francia, Italia y España) acordaron ayer en Roma dedicar 130.000 millones de euros, es decir, el 1% del PIB de la Unión Europea (UE), a impulsar el crecimiento y la creación de empleo. Dicho plan se debatirá en la Cumbre de la eurozona que se celebrará el próximo 28 de junio.

"Es la señal correcta en este momento. Ahora es necesario usar ese 1% del PIB para el crecimiento", afirmó ayer la canciller al termino de la reunión. En sus mensajes, Merkel, el presidente de Francia, François Hollande; el primer ministro italiano, Mario Monti, y el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, manifestaron su compromiso de movilizar todos los mecanismo necesarios para lograr el gran objetivo: salvar la moneda única. Sin embargo, la cumbre evidenció los puntos de fricción que separan a los líderes de la UE, como la negativa reiterada de la canciller alemana a que las ayudas europeas se inyecten directamente en los bancos españoles, porque no existe una autoridad comunitaria que controle la acción de la banca de cada país.

"¿Cuál es la autoridad que garantiza que esto se controle? Pues para eso está el Estado español, que es quien le puede decir a los bancos que tienen que controlar esto o lo otro", afirmó Merkel. La canciller añadió que se pueden dar fondos a los bancos, "pero nadie se puede permitir decir a las entidades nacionales lo que tienen o no tienen que cambiar. Yo puedo hablar con los bancos alemanes, pero no puedo decir lo que tienen que hacer los bancos españoles".

Monti, quien recordó que Alemania y Francia fueron los primeros en 2003 en saltarse los compromisos europeos sobre el déficit, insistió en la posibilidad de que se utilicen el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y el Mecanismo de Estabilidad (MEDE) para comprar deuda y relajar la prima de riesgo de países como España o Italia. Tampoco se alcanzó un acuerdo sobre este asunto, aunque Hollande dejó claro su apoyo a esta propuesta.

Los cuatro líderes -quienes fueron invitados por Monti a esta reunión el pasado mayo durante las cumbres del G8 y de la OTAN en EEUU- aseguraron que acudirán al próximo Consejo Europeo con una postura común, basada en la apuesta por una mayor integración para estabilizar el euro y políticas que propicien el empleo.

"En el próximo Consejo propondremos medidas para relanzar la economía, con inversiones, una apuesta por el fomento del empleo y el incremento de la competencia en Europa, así como hacer más en el mercado único europeo", dijo Monti en el primer turno de palabra de la comparecencia de prensa posterior al encuentro. "Deseamos, esperamos, presentar un paquete de medidas de crecimiento a nivel europeo, por valor del 1% del PIB de la Unión Europea, es decir, de unos 130.000 millones de euros", agregó.

Un plan opaco y sin detalles

Alemania, Francia, Italia y España trabajan ya para definir los términos del gasto público que se deberá acometer para la inversión necesaria en pro de ese relanzamiento económico de una zona del euro que se sitúa en la diana de los mercados financieros. Sin embargo, no olvidaron que todas estas medidas para el crecimiento, de las que no ofrecieron detalles, ni siquiera sobre el origen de esos 130.000 millones de euros (en principio, parte provendrá de un refuerzo del Banco Europeo de Inversiones y de los fondos europeos que no se hayan utilizado), deben ir acompañadas del rigor fiscal, un tándem necesario en la nueva agenda europea.

"Hemos hecho una apuesta clara y contundente para el futuro de Europa. Queremos más Europa, queremos una unión política, queremos una unión económica, queremos una unión bancaria y una unión fiscal", afirmó Rajoy.

El presidente del Gobierno señaló cinco asuntos en los que ha habido acuerdo con Italia, Francia y Alemania: control del déficit público y la deuda estatal y la aprobación de reformas estructurales para mejorar la competitividad económica. Asimismo, emprender reformas estructurales en el seno de la UE, mejores mecanismos de estabilidad financiera y una mayor unión e integración entre los socios comunitarios.

"Ha habido una apuesta indiscutible por la irreversibilidad del euro, que es el proyecto más importante que hemos puesto en marcha los europeos", dijo Rajoy al referirse a lo acordado con sus homólogos.

Por su parte, Hollande, que se reunirá con el presidente del BCE el lunes (en un momento en el que numerosas voces reclaman al banco central que reactive su programa de compra de deuda soberana) abogó por ofrecer "una mayor confianza a Europa" con una "señal de cohesión, coherencia, estabilidad y solidaridad" en el próximo Consejo Europeo, a donde estos cuatro países se presentan además con una acuerdo sobre la tasa a las transacciones financieras.

"El tema del crecimiento y del empleo tiene que abordarse más enérgicamente, después de que nos hemos ocupado del pacto fiscal. Para el próximo Consejo Europeo es necesario dar señales claras", zanjó Merkel.
 

Angela Merkel acepta finalmente apostar por el crecimiento. Los líderes de las cuatro primeras economías de la zona euro (Alemania, Francia, Italia y España) acordaron ayer en Roma dedicar 130.000 millones de euros, es decir, el 1% del PIB de la Unión Europea (UE), a impulsar el crecimiento y la creación de empleo. Dicho plan se debatirá en la Cumbre de la eurozona que se celebrará el próximo 28 de junio.

Angela Merkel