El Gobierno ningunea al Banco de España: Mafo se enteró de la dimisión de Rato en Basilea

La nueva regulación sobre provisiones bancarias que aprobará este viernes el Consejo de Ministros traerá cola. Y no sólo por su contenido, también por las formas. En el equipo directivo del Banco de España hay un creciente disgusto con el ministro de Economía, Luis de Guindos, a quien acusan de ‘ningunear” al regulador en un asunto tan transcendente como las nuevas provisiones que se exigirán a la banca para compensar el deterioro del ‘ladrillo’.

En palabras de un alto funcionario del Banco de España, “no es de recibo que el decreto lo esté preparando el Ministerio de Economía de espaldas al regulador”, lo cual le resta credibilidad en unos momentos especialmente difíciles para España. “Ya no es sólo un problema legal”, insiste la fuente, “sino hasta estético”, toda vez que los mercados pueden visualizar que el regulador no tiene ni voz ni voto en este asunto.

Y en este sentido se destaca que el propio Miguel Ángel Fernández Ordóñez se enteró en Basilea de la dimisión de Rodrigo Rato al frente de Bankia el pasado lunes. El gobernador tuvo que abandonar de forma apresurada la reunión del Banco de Pagos Internacionales (BIS)  para volver a Madrid.

Se da la circunstancia que el director general de Regulación es José María Roldán, quien fue jefe del gabinete de Rodrigo Rato en los tiempos que el ex presidente de Bankia era vicepresidente segundo del Gobierno con Aznar.

Otras fuentes reconocen que el real decreto de provisiones adicionales se está elaborando en el Ministerio de Economía, pero se asegura que los servicios técnicos del Banco de España están colaborando en su elaboración. Ahora bien, la decisión sobre el nivel de dotaciones se hará con un criterio político emanado del Banco de España.

“¿Por qué un 25% o un 30% y no un 20% o un 35%?”, se preguntaba ayer sorprendido en un veterano experto en los mercados financieros. En su opinión, lo que está en juego es la propia credibilidad del regulador, y “parece evidente que se ha abierto la veda contra el gobernador”, a quien se le acusa sin pudor de ser el origen de todos los males del sistema financiero. Olvidando, se asegura, que Bancaja -donde se concentra buena parte de la exposición al ‘ladrillo’ de Bankia- tuvo que hacer en su día una due diligence antes de integrarse en la fusión con Caja Madrid, y Rato debía conocer lo que había dentro de su balance.

El ‘chivo expiatorio’

La “prepotencia de Castellana” -sede del Ministerio de Economía- tiene mucho que ver, según las fuentes, con el hecho de que Fernández Ordóñez está de salida, y para el PP es mejor buscar un “chivo expiatorio” a quien se le responsabilice de todos los problemas. El mandato de Fernández Ordóñez acaba el próximo  12 de julio, y hasta entonces permanecerá en su cargo, ya que el Gobierno ha dicho que cumplirá, como es preceptivo, con los plazos de relevo sin adelantar las fechas ni provocar una anticipación del relevo.

El oscurantismo es tal que ni quiera los miembros del Consejo de Gobierno del Banco de España tienen información fiel de lo que está sucediendo más allá de lo que aparece en los periódicos. Ni siquiera de lo que ha sucedido con la nacionalización b de Bankia mediante la conversión en capital de la entrada del Frob. “Se confunde”, aseguran las fuentes consultadas “la figura del gobernador con la del propio Banco de España”, y eso resta credibilidad al regulador.

La reunión mensual del órgano de gobierno del Banco de España se celebrará el próximo día 23 de mayo y hasta entonces no habrá ninguna información oficial. Ni siquiera los miembros de la Comisión Ejecutiva -el verdadero sanedrín donde se toman las decisiones más transcendentes y a la que acuden los consejeros López Roa y Vicente Salas-  conocen lo que está pasando. Ayer no se filtró nada de lo que hablaron De Guindos y el portavoz económico del Grupo Socialista en el Congreso, Valeriano Gómez.  Y ningún miembro del Gobierno ha dado explicaciones públicas sobre la nacionalización de BFA, la matriz de Bankia.