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Un arsenal de 8 billones de dólares para ‘escarmentar’ a los mercados
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LOS RECURSOS DE LAS POTENCIAS PARA EVITAR EL COLAPSO

Un arsenal de 8 billones de dólares para ‘escarmentar’ a los mercados

En las últimas dos semanas, los informes multilaterales y privados sobre el diagnóstico de la crisis financiera global han coincidido en la gravedad de la dolencia

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Un arsenal de 8 billones de dólares para ‘escarmentar’ a los mercados

En las últimas dos semanas, los informes multilaterales y privados sobre el diagnóstico de la crisis financiera global han coincidido en la gravedad de la dolencia que acecha a las naciones industrializadas. Sus mensajes inciden en la necesidad de “acciones concertadas” mundiales; intervenciones de los bancos centrales, con el BCE como punta de lanza para “dar un escarmiento a los mercados”; incrementos exponenciales del Fondo Europeo de Estabilización Financiera que evite, por un lado, suspensiones de pagos de deudas soberanas “en cascada” y, por otro, quiebras masivas de entidades bancarias. Además de nuevas recetas de estímulo para espolear unas economías, en especial la estadounidense y las europeas, pero también la japonesa y la británica -entre otras-, en punto muerto tras los planes de austeridad y contención de los déficit fiscales. En síntesis, éstas son las secuelas de la metástasis de tres años de tratamientos inoperantes desde el estallido oficial de la crisis: la bancarrota de Lehman Brothers.

En las últimas dos semanas, los informes multilaterales y privados sobre el diagnóstico de la crisis financiera global han coincidido en la gravedad de la dolencia que acecha a las naciones industrializadas. Sus mensajes inciden en la necesidad de “acciones concertadas” mundiales; intervenciones de los bancos centrales, con el BCE como punta de lanza para “dar un escarmiento a los mercados”; incrementos exponenciales del Fondo Europeo de Estabilización Financiera que evite, por un lado, suspensiones de pagos de deudas soberanas “en cascada” y, por otro, quiebras masivas de entidades bancarias. Además de nuevas recetas de estímulo para espolear unas economías, en especial la estadounidense y las europeas, pero también la japonesa y la británica -entre otras-, en punto muerto tras los planes de austeridad y contención de los déficit fiscales. En síntesis, éstas son las secuelas de la metástasis de tres años de tratamientos inoperantes desde el estallido oficial de la crisis: la bancarrota de Lehman Brothers.