Salgado culpa al PP de la baja fiscalidad de las Sicav y no cambiará la ley

El Gobierno -como ya adelantó a El Confidencial- no modificará la legislación que regula las Sicav, las sociedades de inversión, en las que invierten las grandes fortunas. En palabras de la vicepresidenta Salgado, fue el PP el que aprobó su baja tributación y el Gobierno hoy por hoy no la cambiará.

"Nosotros no hemos cuestionados la regulación que hizo el PP en 2003 de las Sicav", dijo Salgado. La ministra avaló esta idea en lo que ocurre en la UE, donde en la mayoría de los países este tipo de instituciones de inversión colectiva no tributan o lo hacen a tipos mínimos. En el caso de España, el 1%.

Salgado acusó al PP "de desmemoriado" en materia fiscal y puso como ejemplo el hecho de que ahora hable de una subida de impuestos si el Gobierno finalmente retira la ayuda de los 400 euros a pensionistas y asalariados, pero el PP no se cansó de criticar en su momento la medida.

Asimismo, reiteró que el Gobierno no subirá los tipos impositivos del IRPF y dejó abierta una reforma de la tributación del capital. En cualquier caso, todas estas reformas no se conocerán hasta la presentación de la ley de presupuestos, el próximo 30 de septiembre.

Los economistas han alertado en varias ocasiones en las últimas semanas de que elevar la presión fiscal sobre las Sicavs españolas podría ocasionar una 'fuga' de capitales de España. No obstante, éste es uno de los puntos que las fuerzas de la izquierda parlamentaria como IU e ICV consideran fundamentales dentro de las exigencias de más progresividad fiscal, a la que condicionan su apoyo a los Presupuestos para 2010.

Rajoy perderá su "batalla"

Salgado aseguró que los ciudadanos deben ser conscientes de que en una situación económica como la actual hay que hacer "esfuerzos", y arremetió contra la "incoherencia" e "insolidaridad" del PP, cuyo presidente, Mariano Rajoy, ha anunciado que "dará la batalla" en el Congreso para evitar cualquier subida de impuestos. "Rajoy ya está acostumbrado a perder", replicó Salgado.

Admitió que estas modificaciones de la política fiscal no bastarán por sí mismas para corregir el déficit público generado por la caída de ingresos tributarios hasta situarlo en el 3% en 2012, como exige la Unión Europea, pero mostró su confianza en que la recuperación de la actividad económica conllevará una mejora de la recaudación que, sumada a la austeridad en el gasto público, permitirán al Gobierno conseguir ese objetivo.