La raqueta negra de Fernando Verdasco, la razón del resurgir del madrileño en Wimbledon

Fernando Verdasco está de vuelta. El tenista madrileño, que ha vivido dos años para olvidar, ha recuperado la sonrisa en Wimbledon, torneo en el que ha conseguido clasificarse a los cuartos de final por primera vez en toda su carrera. Su triunfo ante Kenny de Schepper le ha brindado la oportunidad de lograr su mejor resultado en la hierba londinense, donde buscará el pase a las semifinales ante el ídolo local Andy Murray.

La eliminación de Rafa Nadal a las primeras de cambio a manos de Steve Darcis parecía que iba a dejar a España huérfana de jugadores en las rondas definitivas de All England Club, pero nada más lejos de la realidad. Además de Verdasco, David Ferrer también se ha metido a los cuartos de final de Wimbledon: ni sus problemas en el tobillo, ni las dificultades que le puso Ivan Dodig, pudieron con el alicantino, que ahora jugará contra Juan Martin del Potro.

Pero la gran noticia de la jornada fue el pase de Verdasco. El madrileño, desaparecido de la fase final de los grandes torneos desde hace dos años, se ha reencontrado en 2013. A pesar de que no comenzó demasiado bien la temporada, en los últimos torneos se ha entonado: en Eastbourne alcanzó los cuartos de final y, ahora, ha alcanzado la misma ronda en Wimbledon. Y el motivo de su cambio es un secreto a voces: la raqueta.

De un tiempo a esta parte, el tenista español no era capaz de encontrar su mejor juego. Tras cambiar varias rutinas, el tenista no se encontraba cómodo, hasta dar con un punto de inflexión. En el Masters de Madrid, sorprendió apareciendo con una raqueta negra, sin marca, con la que vivió grandes momentos de tenis. Desde ese momento, el español ha vuelto a recuperar la confianza perdida, hasta que ha encontrado una empuñadura con la que está cómodo.

El jugador español ha probado varias marcas y modelos de raqueta, sin encontrar una con la que se sintiera demasiado cómodo. Por ello, en Madrid decidió jugar con una raqueta negra que dio mucho que hablar, con la que recuperó sensaciones, mostrándose cómodo de nuevo sobre la pista. Algunos partidos después, el tenista español aireaba a los cuatro vientos su nuevo arma: una raqueta Babolat, exactamente igual que la que utiliza Rafa Nadal.

Este cambio ha servido para dar alas al español. La posibilidad de verse jugando como lo hiciera algunas temporadas atrás le ha dado un empujón, que ha sabido aprovechar desde ese momento, como está confirmando actualmente en Wimbledon. Diez años después de que jugara por primera vez en Londres, 'Fer' ha conseguido avanzar a cuartos, jugando un tenis que recuerda al mejor Verdasco nunca antes visto en una pista.

Recuperando sensaciones perdidas

El español ha conseguido recuperar sensaciones varios años después. En 2008 comenzó a demostrar sus posibilidades, jugando una final de la Copa Davis en Mar del Plata para el recuerdo. En los dos años posteriores siguió mostrando un grandísimo nivel, con buenos resultados como unas semifinales del Abierto de Australia o del Masters de Roma, o una final en el Masters de Montecarlo. Pero entonces se le apagó la luz.

Cuando había demostrado que era un jugador importante y que tenía posibilidades de seguir creciendo, los tropiezos se cruzaron en su camino, viviendo dos años para olvidar. El que fuera séptima raqueta del mundo se hundió en la clasificación de la ATP, cayendo a la 59ª posición: en los principales torneos del panorama tenístico, Verdasco sólo fue capaz de alcanzar unos cuartos de final en el Masters de Madrid de 2012.

Pero ahora Verdasco vuelve a sonreír. Varios meses más tarde, el jugador español ha vuelto a desplegar su mejor juego, que le ha valido para derrotar a Xavier Malisse, Julien Benneteau, Ernest Gulbis y Kenny de Schepper. Verdasco ha conseguido el pase a los cuartos de final de Wimbledon por primera vez en toda su carrera, donde se enfrentará a Andy Murray en busca de dar la gran sorpresa del torneo: 'Fer' sueña con hacer la machada en Londres.

David Ferrer ya ha superado su mejor año

Un subcampeonato, cuatro semifinales, y dos cuartos de final en los 'Grand Slams' disputados en los tres últimos años le señalan como uno de los jugadores que más ha progresado en los últimos años. Por si fuera poco, la prematura derrota de Roger Federer en Wimbledon hará que cuando acabe el torneo se convierta en el tercer jugador del mundo, en lo que es su mejor clasificación de toda su carrera.

Ahora, tendrá enfrente a Juan Martín del Potro. El argentino no llega en plenas condiciones, pero el español no se fía de un jugador que siempre le ha puesto en complicaciones. Ha llegado el gran momento del tenis español en Wimbledon, donde dos jugadores nacionales buscarán meterse en las semifinales del torneo londinense: Ferrer, para seguri con sus buenos números; Verdasco, en busca de demostrar que está de vuelta en el tenis.