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Lukas Rosol se suma a la mítica lista de 'shock' en la historia Wimbledon
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EL CHECO TRIUNFA EN HIERBA AUNQUE PREFIERA LA TIERRA

Lukas Rosol se suma a la mítica lista de 'shock' en la historia Wimbledon

La noticia corrió como la pólvora. Y en pocos minutos las bocanas de la pista central del All England Club de Wimbledon se abarrotaron de curiosos

Foto: Lukas Rosol se suma a la mítica lista de 'shock' en la historia Wimbledon
Lukas Rosol se suma a la mítica lista de 'shock' en la historia Wimbledon

La noticia corrió como la pólvora. Y en pocos minutos las bocanas de la pista central del All England Club de Wimbledon se abarrotaron de curiosos que imponían sus codos para abrirse paso y ser testigos de un hecho de esos que acontecen muy de tarde en tarde en el mundo del tenis: el número 100 del mundo, el checo Lukas Rosol, estaba a un punto de tumbar a Rafa Nadal, el gran favorito junto a Djokovic para adjudicarse la mítica Ensaladera del torneo con más solera del circuito. Adentro, 14.000 afortunados rugían a medio camino de la admiración y la incredulidad.

 

No era para menos. La hierba de La Catedral estaba acogiendo la enésima representación de la eterna historia de David contra Goliat. ‘Don Nadie’ estaba a punto de adjudicarse el prestigioso título de revelación del torneo derrocando a todo un ‘gigante’ como Nadal. Un golpe seco y potente firmó la sentencia y Rosol, tras un partido propio de un top ten, recogió el testigo de aquellos que tuvieron su minuto de gloria tras hacer lo propio ante el mítico Pete Sampras, el intratable Boris Becker o el australiano Hewitt. Rosol, a sus 26 años, protagonizó uno de esos 'shocks' que cíclicamente golpean Wimbledon.

El primero de tres hermanos – Nicole y David-, Lukas Rosol cogió su primera raqueta a la temprana edad de seis años para forjar una carrera en el mundo del tenis lejos de la tradición ‘motera’ de su Brno (República Checa) natal. Su padre, Emil, eligió para su vástago una empuñadura de madera mucho más segura y alejada del vértigo del metal de las motocicletas. Una vocación forzada que, en cualquier caso, pronto se convirtió en su pasión. 

Rosol se confiesa un ‘enfermo’ del deporte. Le gusta practicarlo y, por supuesto, verlo por televisión. No hay una sola disciplina que escape a sus ojos, siempre atentos sobre todo si es tenis sobre tierra batida. Esa es su superficie preferida aunque, paradojas de la vida, su mayor gloria ha sido sobre hierba. Por supuesto, Nadal es un referente para él. Por eso, los elogios del manacorí al final del partido refuerzan la sensación de haber hecho algo histórico en el tenis: “Rosol ha mostrado un nivel como los mejores del mundo. No sé si es real, pero jugando así puede vencer a cualquiera”.

Las otras sorpresas de Wimbledon

Lukas Rosol no es rara avis. Antes que él, gozaron de su gloria efímera otros desconocidos en el mundo del tenis que truncaron los grandes retos de otros campeonísimo como en este caso Nadal.

 

Una de las más sonadas y que aún se recuerda como si fuera ayer mismo en Wimbledon es la victoria en 2002 de George Bastl, número 145 del mundo, ante el que fuera siete veces campeón del torneo Pete Sampras. El partido se jugó en agónicos cinco sets después de recibir un comodín en el sorteo. Un partido inolvidable… para ambos.

 

También Sampras tiene el dudoso honor de haber abierto las puertas de la gloria a otro desconocido en 1996. El estadounidense cayó eliminado por sorpresa en cuartos de final a manos de Richard Krajicek. Claro que su machada no quedó ahí. Krajicek demostró a todos que su victoria ante el número uno del mundo no era casual ganando el torneo. Esta derrota de Sampras fue la única en Wimbledon entre 1993 y 2001.

Boris Becker, otras de las grandes leyendas de este torneo, también sabe lo que es fracasar a las primeras de cambio sobre la hierba del All England Club. El alemán, que en 1985 y con 17 años se había convertido en el ganador más joven de la historia de Wimbledon, fue sorprendido en segunda ronda por el australiano Peter Doohan en 1987. Becker no pudo encadenar su tercer título tras el conseguido también en 1986

Otro campeón que no pudo revalidar título fue Lleyton Hewitt. El australiano fue derrotado en la primera ronda del torneo en 2003 por el ‘gigantón’ Ivo Karlovic, por entonces 203 del ranking ATP. La potencia en los saques directo del croata, terminó por sacar de la pista a un desesperado y abatido Hewitt. Una sensación que seguro sintió Nadal ante el imponente juego Rosol, uno de los héroes de Wimbledon desde ya

La noticia corrió como la pólvora. Y en pocos minutos las bocanas de la pista central del All England Club de Wimbledon se abarrotaron de curiosos que imponían sus codos para abrirse paso y ser testigos de un hecho de esos que acontecen muy de tarde en tarde en el mundo del tenis: el número 100 del mundo, el checo Lukas Rosol, estaba a un punto de tumbar a Rafa Nadal, el gran favorito junto a Djokovic para adjudicarse la mítica Ensaladera del torneo con más solera del circuito. Adentro, 14.000 afortunados rugían a medio camino de la admiración y la incredulidad.