La iniciativa del Madrid Open es un éxito: todos hablan de la pista azul y casi nadie de tenis

“Que hablen de ti aunque sea mal”. Esa frase define a la perfección lo que está pasando estos días en la Caja Mágica de Madrid. El objetivo de la organización era destacar, ser distintos al resto con una pista teñida de azul. Y, desde luego, lo han logrado. Todos hablan del terreno sobre el que los mejores tenistas están compitiendo aunque, desde luego, no bien. El tenis ha pasado a un segundo plano. Los elogios son escasos y las críticas llegan de las bocas de casi todos los jugadores del cuadro aunque es cierto que éstos lo hacen con más frecuencia cuando el resultado cosechado es una derrota.

El Masters 1.000 de Madrid nació en 2002 y su décimo aniversario está marcado por la polémica. El principal culpable es un ex jugador de tenis rumano, Ion Tiriac, que es el que pone toda la financiación económica necesaria para que el torneo salga adelante, algo así como el dueño del Masters Madrid. Tiriac vio en la cita de la capital española el blanco perfecto para invertir y eso trajo otras consecuencias: él fue el que decidió que los recogepelotas serían modelos en lugar de niños y el que luchó con la ATP hasta que ésta aceptó su propuesta de teñir la arena de azul ignorando las quejas que procedían de jugadores como Djokovic y Rafa Nadal.

La jugada le ha salido a la perfección. En la Caja Mágica todos hablan de la pista azul y muy poco de tenis. Y los primeros en censurar el color de moda estos días en Madrid han sido los tenistas. El más tajante ha sido el número uno y casualmente lo hizo después de ganar, con dificultad, a Gimeno-Traver: “Esto para mí no es tenis. O salgo con las deportivas de jugar al fútbol o invito a Chuck Norris a jugar en esta pista. Para mí es difícil porque es mucho más resbaladiza. En la roja te puedes recuperar cuando te deslizas pero aquí no, siempre te resbalas”. Y es que éste es el principal defecto que todos señalan: la poca estabilidad que tienen durante los partidos. Los españoles siguieron la misma línea marcada por el serbio y tras su debut Rafa Nadal confesó que en plena temporada de tierra batida, la Caja Mágica “está un poco lejos de ser un pista de tierra. Yo pedí que me dejaran jugar con zapatillas de hierba y no me lo permitieron por las normas. Nos adaptaremos y las condiciones son las mismas para todos. A la hora de competir, si pierdo será porque no he sido lo suficientemente bueno para ganar y no porque la pista no esté en buenas condiciones. No es fallo ni de Carlos, ni de Manolo, ni de Tiriac sino de la ATP por permitirlo”.

El resto de sus compatriotas emplearon el mismo tono crítico pero relajado que el número dos del mundo y Verdasco señaló: “En la que he jugado era rápida pero en Madrid, por la altura, siempre va a ser así. Lo que tenían que hacer era poner más tierra, tienen que regarla un poco más porque el clima aquí es seco y queda una pista rápida que beneficia a los extranjeros y supongo que la organización querrá que ganen los de aquí”. Por su parte, David Ferrer apuntó que la pista “resbala un poco pero se está haciendo todo lo posible para que no suceda. Es algo que sabemos, no es problema”. Después de caer eliminado, Feliciano quiso ir más allá cuando señaló que el problema no es el color sino la construcción de la pista: “¿Es diferente la roja y la azul? Sí pero no influye para jugar más que lo que pueda hacerlo cómo están construidas. Las pistas se hacen poco antes de que empiece el torneo y no da tiempo a que estén asentadas. Debía estar mejor planificado”.

Madrid, ‘gafado’ con el tenis

La capital de España quiso hacerse su hueco en el calendario tenístico y lo ha logrado pero parece que el Masters 1.000 de Madrid está gafado. Su ubicación original estaba en la Casa de Campo, el torneo se celebraba en el Madrid Arena que tuvo que dejar de acoger la cita por falta de espacio y por la necesidad imperiosa de disponer de más pistas. De ahí pasó a la famosa Caja Mágica cuyo desembolso económico fue de 294.000.000 euros; la instalación quedó en desuso por su situación ya que el Masters sólo se celebra una vez al año y tuvo que aparecer HRT para hacer de ella su cuartel general. La Caja Mágica tampoco se ha librado de las críticas y a pesar de sus más y sus menos, Madrid sigue estando en el circuito mundial del tenis.