Márquez da el primer do de pecho en una moto con "cositas" que no le gustan

El curso ha empezado como terminó: con el ‘empollón’ de la clase sabiéndose la lección a la perfección. Marc Márquez impuso su dominio en la primera toma de contacto que MotoGP ha tenido con el asfalto de Sepang. El campeón se ha encontrado todo como lo dejó el pasado mes de noviembre. O casi todo. Y es que algunos de sus compañeros de clase se han propuesto estudiar día a día y no dejar todo para el último momento. Las Yamaha nada tienen que ver con las del año pasado. Están cerca de esa Honda a la que Márquez le vio algunas “cositas” que no le gustaron. Y a pesar de ello, sus rivales se ven obligados a conformarse con estar “no muy lejos de él”, como comentaba Valentino Rossi.

Si el Mundial de Motociclismo se trasladase al Lejano Oeste, la cara de Marc inundaría las calles desde los famosos carteles de “Se busca”. Es el enemigo número uno de la parrilla de MotoGP. Lo sabe él y el resto de los pilotos. Defender, por segunda vez consecutiva, el título de campeón le ha colocado en semejante tesitura. Es consciente de que repetir el insultante dominio que ejerció la temporada pasada se antoja complicado, pero con Marc Márquez nunca se sabe… Sea como sea, la de este miércoles fue su primera toma de contacto con la Honda después de Valencia. Allí logró buenos tiempos y señaló los puntos que había que mejorar.

“Igual que dije que el año pasado tenía una gran moto con la que me encontraba a gusto, cuando probé la nueva había cositas que no me gustaban”. Con esas cositas se refería a la parte trasera del chasis y, sobre todo, al motor. Así lo confesaba en una entrevista concedida a Motociclismo en la inauguración de la sede de su club de fans en Cervera. Allí comentaba que el motor que le habría proporcionado Honda tenía más potencia, algo que, necesariamente, no era mejor. Márquez tenía en sus manos una máquina que era más difícil de controlar y por eso pidió a la fábrica del ala dorada un motor más suave. Apelando a la “capacidad de reacción que Honda ya ha demostrado en el pasado”, como apuntaba el campeón, Marc tiene lo que demandó. Así lo confirmó Stoner en los test que llevó a cabo estos días.

A pesar de las mencionadas “cositas”, Márquez no esperó más allá de la penúltima vuelta para dar el primer golpe sobre la mesa y recordar al resto quién es el que lleva el número ‘uno’ serigrafiado en el mono. El piloto de Repsol Honda no se cansa de ganar. Ni en los entrenamientos ni con una moto que tiene puntos por mejorar. Marc probó tres, se quedó con una, fue el más rápido y pidió “mantener la calma como hemos hecho este miércoles y seguir trabajando. Me he dedicado a probar, decidir qué moto era la ideal para continuar el test y nos hemos centrado más en una de ellas. He empezado a rodar mejor y a encontrarme más cómodo. Todavía quedan muchas cosas por probar”.

Por probar y por ver. El pasado mes de diciembre, Márquez avisó que no se podía perder de vista a las Yamaha y al piloto de Cervera no le faltaba razón. Después de tres horas de entrenamientos, Valentino Rossi se hizo con el liderato de la tabla de tiempos marcando un tiempo de 2:00.380, a menos de un segundo del mejor crono marcado en Sepang hace un año. Tras él, un Jorge Lorenzo cuyas palabras eran radicalmente opuestas a las de la pretemporada de 2014: “La historia ha cambiado completamente. Llegamos bastante cómodos sobre la moto. Estoy delante desde el principio, entre los tres primeros, lo que significa que la moto funciona”. La misma línea que siguió Valentino Rossi: “He sido rápido de forma constante. La moto es buena y con neumáticos nuevos era posible buscar un buen tiempo. He terminado segundo por detrás de Márquez, aunque no muy lejos de él”. El problema es que, de momento, nadie ha logrado terminar por delante. A pesar de las “cositas”.