Lorenzo no entrena para ser el anti-Márquez, lo hace para batirse a sí mismo

Borrón y cuenta nueva. La frase que muchas personas adoptan como lema con el cambio de año, adquiere una relevancia mayor cuando hablamos de Jorge Lorenzo. Y no porque el piloto de Yamaha esté machándose desde el pasado 1 de enero, sino porque pretende enmendar los errores cometidos el año pasado a partir del 29 de marzo. Hasta entonces quedan, exactamente, 58 días. No habrá que esperar tanto para verle subido a la nueva M1: la semana que viene tendrán lugar los primeros entrenamientos oficiales en Sepang. Será tiempo para comprobar las mejoras implementadas en la Yamaha porque hay algo que está claro: físicamente Lorenzo está mejor que nunca. Y su motivación no es ser el anti-Márquez sino batirse a sí mismo.

Este miércoles, la marca del diapasón desveló su secreto mejor guardado para esta temporada ante la atenta mirada de más de 200 medios. Nadie quería perderse las armas con las que cuenta Yamaha para intentar frenar el creciente imperio que Marc Márquez y Honda están construyendo en MotoGP. Moto nueva y piloto nuevo. No, no ha habido salidas o fichajes de última hora, pero se intuye un Jorge Lorenzo renovado y más motivado que nunca. Lo primero que hizo el mallorquín fue reconocer los errores cometidos durante la pretemporada de 2014 para después confesar que no sólo ha aprendido de ellos sino que los ha enmendado. Buenas noticias para el Mundial. Igual que las que hay sobre la M1: no se repitieron las críticas de la pretemporada pasada, sólo se escucharon buenas palabras sobre el progreso experimentado.

En este aspecto, Jorge Lorenzo recordó que prefiere ser cauto e ir paso a paso. Admitió que la Yamaha “ha dado dos o tres pasitos al frente”, algo que notó en los entrenamientos del pasado mes de noviembre en Valencia. Unas declaraciones que reforzó asegurando que la M1 le ha trasmitido “buenas sensaciones” y que desde Japón están trabajando duro “porque quieren volver a ganar”. Aun así, el mallorquín recalcó que hasta que no se suba a ella la semana que viene no podrán hacer una evaluación real y completa. Todo apunta a que Yamaha ha hecho su trabajo y él, también. Y es que mientras medio mundo se despertó el día 1 de enero sintiendo los efectos de la despedida de 2014, Jorge Lorenzo arrancó el año nuevo estrenando una minuciosa puesta a punto.

La condición física es algo que todos los pilotos cuidan al máximo, pero para el mallorquín se ha convertido en una obsesión. El piloto de Yamaha reconoció que fue su talón de Aquiles el año pasado y este año no ha esperado para revertir la situación. Su físico es básico y se lo ha tomado muy en serio; después de pasar por tres preparadores en un solo año, Lorenzo ha depositado su confianza en un argentino. En sus manos está la puesta a punto de un Jorge que ha disfrutado de unas vacaciones muy cortas para estar más fibroso y delgado que nunca. Tanto que ha regresado a los niveles de 2008, año en el que debutó en la máxima categoría del motociclismo. El mallorquín no busca estar al nivel de sus mejores temporadas sino estar más fuerte. Y para ello ha llevado a cabo una exhaustiva planificación y un entrenamiento específico que incluye, por ejemplo, esquí en Andorra.

A través de sus redes sociales, Lorenzo ha ido dando pistas. Imágenes en la nieve o en el gimnasio se mezclan con mensajes como: “Cuanto más trabajes, más suerte tendrás. No confíes en la suerte que no has trabajado pues no depende de ti”. ¿Cuál es la motivación de Jorge? Desde luego no pasa por convertirse en el anti-Márquez: “Nunca he sido partidario de hacer entrenamientos anti ningún rival. No lo hice a cuando llegué a MotoGP y no lo voy a hacer ahora que he acumulado tanta experiencia. Uno se tiene que concentrar en mejorar él mismo, yo no me centro en ningún rival”. Y es que parece que Lorenzo ha hecho suya la consigna que afirma que el principal rival de cada uno es uno mismo. En este caso, su contrincante es el Jorge de 2014 y por eso ha decidido ganarle entrenando más que nunca.