Un tango perfecto que sabe a plata y "sale de las entrañas"

La veteranía es un grado y Andrea Fuentes sabe cómo manejarlo. Después de ganar la medalla de plata, la más veterana de la pareja dio un paso al frente y aseguró que este metal "nos sale de las entrañas". Nada más y nada menos. Tras el mal sabor de boca que dejó la jornada del lunes, Andrea y Ona querían desquitarse y lo consiguieron. Pasaron por encima de las chinas con más energías y menos fallos: "El lunes no lo hicimos del todo bien y teníamos que darlo todo. El corazón era poco, esto sale de más adentro". El resultado fue un tango al compás de La Cumparsita de Piazzolla con el que ya lograron el bronce en Shanghai.

En aquella ocasión la compañera de Andrea no era Ona, era Gemma Mengual. Cuatro años después el cambio de pareja no ha afectado a la nadadora española: "Llevamos un año y medio juntas y jamás me había sentido tan compenetrada y sincronizada con nadie, algo que es fundamental en este trabajo". Un sentimiento de unión que también se palpa en el resto del equipo: "Sabíamos lo que teníamos que hacer, la base del éxito es el trabajo, estamos muy compenetradas con el resto del equipo porque hay más gente no somo sólo nosotras dos". Y la viva imagen de esto se vivió en la zona mixta cuando todas se unieron y lanzaron al aire su grito de guerra mientras saltaban y lloraban: "¿Quiénes son las mejores? ¡Nosotras!".

Y tanto que lo fueron porque su tango rozó la perfección absoluta reservada para las rusas. El dúo español se vio favorecido por el sorteo ya que nadaron penúltimas sabiendo que no podían fallar y su puntuación fue de 96.900, 900 milésimas de mejora. "Cuando acabamos supimos que la rutina había salido perfecta" confesaba Andrea para la que esta plata supone le tercer metal de su carrera. Lo cierto es que la capitana del equipo ha sido vital para imprimir en Ona la confianza necesaria. Con el físico trabajado y recuperado, tocaba estar pendientes de la parte emocional. Anna Tarrés preparó un vídeo en el que recordaba los 200 kilómetros del Camino de Santiago que recorrió el equipo el octubre pasado y Andrea hizo el resto, ambas saltaron con rabia, mordiendo, sabiendo que lo iban a hacer perfecto.

Tras la tercera medalla consecutiva de España tras las dos conseguidas en Pekín (dúo y equipos), Andrea confiesa que "algún día mejoraremos pero hoy ha salido todo perfecto. Las rusas han estado intratables y sólo podemos aplaudir. Creo que hemos sido mejores que las chinas. Nos queda mucho, ahora tenemos que recuperarnos y prepararnos para la competición de equipos que empieza el jueves".