Marina Alabau, la medalla que llega desde Tarifa y su windsurfing

Era de las bazas más sólidas de medalla de la delegación española y está representando su papel. Además, está cumpliendo con la máxima de todas los medallistas españoles hasta el momento: mujer y relacionada con el medio acuático. Marina Alabau llega a la última regata de la clase RS:X F, la denominada Medal Race y que puntúa el doble, en primera posición. Acumula 14 puntos de ventaja sobre las dos rivales que van segundas, la israelita Lee El-Korsiz y la finlandesa Tuuli Petaja y 15 sobre la cuarta, la alemana Moana Delle. El windsurf puede dar un trofeo más a un raquítico medallero español y llegará desde Sevilla vía Tarifa.

La sevillana de 26 años, campeona del mundo en 2009, subcampeona en 2006 y tercera del mundo en 2006, 2008 y 2011 sabe que está ante la oportunidad de su vida: “Me vale el séptimo puesto pero iré a hacer mi regata, a hacer lo que sé. No debo estar pendiente de las rivales. Si hago esto, me equivocaré. Lo hablaré con mi entrenador pero tengo que olvidarme de las demás”. Hay un hecho que favorece a la española que será medalla quedando octava de diez, algo que parece factible de antemano ya que entre la segunda y la sexta apenas hay seis puntos de diferencia, por lo que la vigilancia será extrema.

La windsurfista del Club Náutico de Sevilla, cuarta en Pekín, lleva compitiendo toda la vida. Su nombre la delata. A los 13 años ya estaba subida encima de una tabla con un premio de por medio: “La presión no me asusta. De coco, de cabeza voy bien. No tengo miedo y eso en el deporte es muy importante”. De lo que suceda en la última regata mucho tiene que ver el cambio que experimentó en los últimos años, momento en el que se dio cuenta de que tenía que trabajar, esforzarse más: “Antes no pisaba el gimnasio pero tengo que hacerlo. Hay que machacarse”. El resultado está ahí y quedará patente en el momento en el que al mediodía de hoy termine la regata que le haga tocar la cima del deporte, el podio olímpico. Atrás quedarán esos inviernos en Brasil, huyendo del frío de España, del Tarifa que tanto le gusta.