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Londres inaugura los Juegos Olímpicos demostrando que la perfección sí existe
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MCCARTNEY CERRÓ LAS CUATRO HORAS DE CEREMONIA CON EL MÍTICO 'HEY JUDE'

Londres inaugura los Juegos Olímpicos demostrando que la perfección sí existe

La llama Olímpica ya luce en Londres y lo hace a lo grande, tras mostrar a todo el mundo y a un centenar de

La llama Olímpica ya luce en Londres y lo hace a lo grande, tras mostrar a todo el mundo y a un centenar de Jefes de estado presentes lo que ha sido la historia de Gran Bretaña, con una ceremonia de apertura de los Juegos que ha tocado la perfección. Una escenografía jamás vista, lograda por Danny Boyle, en la que se mezclaron a la perfección el lado humano y el técnico, fue capaz de teñir de realidad lo visto durante las tres horas que se prolongó la ceremonia. Si Pekín hizo un alarde de modernidad, Londres se ha inclinado por la proximidad, por un repaso de su historia, en una ceremonia que ha costado 33 millones de euros, por los 80 millones de la de hace cuatro años. (Repase aquí las mejores imágenes de la ceremonia).

España desfiló bajó el mandato de Pau Gasol y entre Sudáfrica y Sri Lanka, llegando a ocupar una recta del estadio para desesperación de los regidores de la ceremonia que veían como se amontonaban el resto de integrantes de países, 100 metros de españoles disfrutando de un momento único. Lo mejor del desfile, sin duda, la canción de 'Héroes' de David Bowie que acompañó al equipo británico. Pasada.

David Beckham fue el encargado de llevar la antorcha olímpica hasta el estadio en plan James Bond, a bordo de una lancha, aunque el pebetero, surgido en medio del estadio, fue encendido por un grupo de deportistas británicos. Mohamed Ali o Gebreselassie compartieron protagonismo al portar la bandera de los cinco anillos que ya luce al cielo de Londres.

Miles de millones de espectadores vieron en ciento veinte minutos, siglos de vivencias de un pueblo orgulloso de ser como son, de conducir por la izquierda, de comer de manera más que regular, de su tráfico horroroso, pero pioneros en otras muchas cosas como en la de marcar tendencias y de escribir muchas páginas de la historia de la humanidad. Lo enseñan y lo hacen con ese toque de seguridad de conquistadores que siempre desprenden. Y así se lo mostraron al mundo entero, en una exaltación del sabor de lo británico, dibujado en la ciudad de Londres.

Lo que se inició siendo una pacífica campiña inglesa, con sus ocas, partidos de cricket o fútbol, terminó siendo una pista de baile que sirvió para hacer un repaso al talento musical que encierran las islas. Antes mostraron la transformación industrial que impulsó a un nuevo dibujo económico mundial. Tras dos horas de pura exhibición de creatividad del director de la película 'Slumdog Millonaire', llegó el momento de los verdaderos protagonistas, los deportistas. Con Grecia a la cabeza y Gran Bretaña cerrando el paseo, como manda la tradición, desfilaron durante dos horas cerca de 10.000 atletas de los 206 países que a partir de hoy pelearán por el honor de colgarse una medalla al cuello.

El show que Boyle preparó contó con la colaboración de una extra que pocos esperaban y que definió a la perfección la implicación de todos los británicos en la organización de los Juegos. Claro está, hablamos de la Reina Isabel II, que se prestó a participar en una escena junto a Daniel Craig, el último James Bond, y en la que se tiraba en paracaídas para aparecer por sorpresa en el estadio. Antes y después, tuvieron su trocito de gloria Kenneth Branagh, Bradley Wiggins, JK Rowling. Mr Bean (glorioso su número), Artic Monkeys, Mike Oldfield… para poner punto final con Paul McCartney y su 'Hey Jude'.

En ese repaso de todo lo británico, el director de cine no se quiso olvidar del Mini, del invertor de la Web, del submarino amarillo de los Beatles, de los Sex Pistols, de Mick Jagger y los Rolling Stones, de Pet Shop Boys, The Queen, The Who, del movimiento hippie, de los punkies, de Specials, Adele, Bee Gees y de tantos y tantos otros grupos musicales que nacieron en las Islas pero que se hicieron universales. Ahora entendemos el motivo por el que Boyle prohibió los comentarios en la BBC. Cualquier cosa que se dijera habría estropeado lo que se estaba viendo y escuchando.

La llama Olímpica ya luce en Londres y lo hace a lo grande, tras mostrar a todo el mundo y a un centenar de Jefes de estado presentes lo que ha sido la historia de Gran Bretaña, con una ceremonia de apertura de los Juegos que ha tocado la perfección. Una escenografía jamás vista, lograda por Danny Boyle, en la que se mezclaron a la perfección el lado humano y el técnico, fue capaz de teñir de realidad lo visto durante las tres horas que se prolongó la ceremonia. Si Pekín hizo un alarde de modernidad, Londres se ha inclinado por la proximidad, por un repaso de su historia, en una ceremonia que ha costado 33 millones de euros, por los 80 millones de la de hace cuatro años. (Repase aquí las mejores imágenes de la ceremonia).

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