El Real Madrid se 'españoliza': hasta 14 futbolistas nacionales podrían estar en la plantilla

Eclosionado el fútbol español como gran referente del fútbol mundial, modelo de imitación de selecciones históricamente con más jerarquía que la Roja como Italia o Alemania, vuelve a desprender el Real Madrid aroma nacional. Con el fichaje de Isco y el más que probable de Illaramendi, hasta 14 jugadores nacionales podrían formar parte de la primera plantilla del primer equipo. Además, se da la circunstancia que de esos futbolistas, nueve se habrían criado en la cantera madridista. En la transformación del fútbol español se admira al Barcelona de Guardiola y al ‘Dream Team’ sin apenas referencias a la Quinta del Buitre, recordada más como un fenómeno social de la época que como un nuevo ideario futbolístico. Ese ciclo glorioso del Madrid estableció la primera piedra del ideario del fútbol español, apoyado durante años más en la fábula de la manida ‘furia española’ que en una realidad futbolística.

Digeridas las consecuencias del paso de Mourinho por el club blanco, con heridas aún por cicatrizar, corren tiempos de cambio por de Concha Espina. Amante el presidente Florentino Pérez de las encuestas de sus socios, ha escuchado las peticiones de éstos sobre la construcción de un equipo que pueda evocar de alguna forma a aquella añorada Quinta del Buitre. Favorecido por la gran camada de la cantera blanca, con los Jesé, Morata o Carvajal, el presidente madridista busca volver a aquella política que se vanaglorió de implantar durante tantos años en el club blanco. Eran los tiempos de los ‘Zidanes y Pavones’. Esos primeros cuatro años como presidente, dirigido el equipo por Vicente del Bosque, fue el último gran ciclo del equipo madridista. Con la llegada de Carlo Ancelotti el conjunto blanco busca poner de nuevo el foco en el juego, alejándolo del ruido extradeportivo que durante los últimos tres años ha acompañado a la actualidad blanca.

El técnico italiano, sabedor de que el fútbol es de los futbolistas, responde de nuevo a ese perfil de entrenador calmado, prudente. "No sirve de nada ser el Special One, Two, o Three para triunfar. Basta con tener equilibrio y mantenerse por debajo del podio de quienes hacen los fuegos artificiales delante de las cámaras", comenta Paolo Maldini en el prólogo de la autobiografía del nuevo entrenador madridista, titulada 'Preferisco la copa' (Prefiero la Copa). El italiano se caracteriza según los que le conocen por ser un hombre de club. Con él, el presidente busca de nuevo reforzar la base del producto nacional, algo muy del gusto del ex técnico del Milan. Ya en el conjunto italiano cimentó su plantilla alrededor de jugadores italianos como Abbiatti, Nesta, Brocchi, Gattuso, Ambrosini, Pirlo o Inzaghi. En este segundo mandato de Florentino Pérez, obligado en cierta manera por la normativa UEFA, el vestuario del Madrid ha vuelto a hablar español con la llegada de jugadores como Albiol, Alonso o Arbeloa. Hasta seis fichajes nacionales ha realizado Florentino Pérez desde 2009, por el solitario fichaje de Sergio Ramos en su anterior etapa.

Alejada la política de fichajes 'galácticos', Florentino ha vuelto a apostar por futbolistas y no por productos de marketing. "Nos hizo mucho daño el fenómeno de los galácticos”, ha admitido Míchel Salgado en alguna ocasión. A excepción de los rutilantes fichajes de Kaká, Cristiano y Benzema, la dirección deportiva del Madrid ha ido conformando un proyecto futbolístico que entronca de nuevo con ese fútbol atractivo y de vértigo que caracterizó históricamente aL club blanco. Con la llegada de Isco y el previsible asentamiento en el primer equipo de Jesé, Carvajal o Morata, el Madrid recupera sus valores. La ‘marca España’ vuelve a tener protagonismo en el Bernabéu.