El Real Madrid exige a sus jugadores que también hablen sobre el césped

El año nuevo ha traído consigo el final de la mordaza para los jugadores del Real Madrid. La ley del silencio impuesta por José Mourinho pasó a la historia después de que Florentino Pérez interviniera de manera definitiva para reconducir la política de comunicación blanca y sentara las bases de cuáles serían a partir de este momento las relaciones con la prensa.

De entrada, se ha recuperado algo tan habitual en otros clubes y sin embargo tan exótico en el Real Madrid como las ruedas de prensa de los jugadores. Y no cualquiera. Esta semana han desfilado ante los medios, y en este orden, Iker Casillas, Cristiano Ronaldo, Sergio Ramos y Arbeloa. Cuatro de los futbolistas más importantes y con más peso en el vestuario blanco. Una operación de lavado de imagen en toda regla que ha servido para destensar el tirante ambiente generado por Mourinho en el último mes.

La medida de Florentino Pérez ha ido encaminada a tender puentes de reconciliación con los medios y el entorno que rodea al Real Madrid. El nivel de crispación provocado por su entrenador era insostenible y el presidente ha puesto las cosas en su sitio. Ha demostrado en los tres primeros días de 2013 quién manda de verdad en el club.

José Mourinho no es el único que ha sido corregido por el presidente. La plantilla también ha recibido un tirón de orejas por parte del presidente del Real Madrid. Florentino Pérez entiende que la mala temporada que hasta la fecha ha cuajado el equipo no sólo es responsabilidad del entrenador. Los jugadores tienen su parte importante de culpa. De ahí que, además de hacerles hablar ante los medios, el mandatario blanco les haya exigido que lo hagan sobre el césped. Quiere que demuestren que están a la altura de la historia del club y empiecen a enjugar la vergüenza que supone para el madridismo estar a 16 puntos del Barcelona.

El partido ante la Real Sociedad será una buena piedra de toque para saber si las exigencias de Florentino Pérez a sus jugadores y al entrenador han surtido efecto. El presidente sabe que de ello depende en gran medida la estabilidad del club después de las siete derrotas que acumula el equipo esta temporada. En este sentido, el partido de la Real y la vuelta de Copa ante el Celta la semana que viene, donde tendrán que remontar el 2-1 de la ida, serán determinantes para saber si la pax blanca que propone a su equipo hasta final de temporada es viable.