El gran reto de Vilanova está en ‘dominar’ el vestuario del Barcelona

El Barcelona de Tito Vilanova arrancó sin sobre saltos. Una cómoda victoria ante el Hamburgo (1-2) y un estilo continuista marcaron el debut del nuevo técnico azulgrana, que parece dispuesto a perpetuar el modelo instaurado por Guardiola. Nada nuevo, por otro lado. Las dudas, por lo tanto, no llegarán desde el césped. Al menos no a priori. Los jugadores han respaldado a Vilanova y él se siente seguro de sus capacidades para, incluso, evolucionar a este Barcelona hacia algo mejor. Conocimientos, desde luego, le sobran al que fuera mano derecha de Pep Guardiola durante los últimos cuatro años. Sobre el césped del Imtech Arena pudo verse un Barça absolutamente reconocible y eso que faltaron el grueso de los internacionales y Leo Messi, lesionado el día anterior en un entrenamiento. El estilo, por lo tanto, no está en cuestión.

Las dudas sobre Tito Vilanova llegan en su capacidad para gestionar una plantilla plagada de grandes estrellas y fuertes egos. Cada uno reclama su lugar y Guardiola, hasta su adiós, supo combinar las necesidades del equipo con las ansias personales de sus grandes estrellas. Nadie cuestionaba las decisiones del técnico ni dentro, ni fuera. Pero la mano izquierda de Pep ya no está y a las primeras de cambio han comenzado a suceder cosas difíciles de ver en pasadas campañas.

Las críticas de Dani Alves al club por no ratificarle ante los rumores de una supuesto traspaso, son un síntoma claro de que algo ha cambiado en Can Barça. Es difícil imaginar semejante comparecencia de prensa con el técnico de Santpedor al mando. Sin embargo, el brasileño se despachó a gusto y expresó públicamente su malestar. Algo que, a buen seguro, no ha hecho gracia a Tito Vilanova que pese a todo se apresuró a desactivar cualquier polémica destacando la importancia capital que para él tiene la continuidad de Alves en el club. Puede que sólo sea una anécdota, pero parece un síntoma claro de que el jugador no teme una recriminación por parte de su entrenador como hubiese sucedido en tiempos de Guardiola. 

La relación con Messi también marcará el futuro de Vilanova. De cómo sea el ‘feeling’ entre ambos depende en gran medida el éxito del Barça. Hasta la fecha Guardiola había sabido conjugar, más o menos, los intereses del crack argentino y los del equipo. Las ansias de Leo por ser el mejor jugador del mundo y seguir pulverizando récords llevaron al técnico incluso a variar su disposición táctica el año pasado, cuando apostó por el ya famoso falso ‘9’. Todo, para que Messi se sintiera lo más a gusto posible en el campo… y en el vestuario. Esta variación del dibujo táctico potenció la faceta goleadora del argentino, pero no dio los resultados deseados para el conjunto, que se quedó a las puertas de final de la Champions y sin Liga. Sólo la Copa salvó una temporada irregular del Barcelona. Ahora Tito Vilanova tendrá que decidir si todo vuelve a ser como o cede a los deseos de Messi. La elección no es fácil están por medio el mejor futbolista del mundo.