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El vestuario del Barcelona, inquieto ante la falta de respuesta de Guardiola sobre su continuidad
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PEP Y MOURINHO MANEJAN A SU ANTOJO EL FUTURO DE LOS BANQUILLOS AZULGRANA Y MADRIDISTA

El vestuario del Barcelona, inquieto ante la falta de respuesta de Guardiola sobre su continuidad

Pep Guardiola y Jose Mourinho manejan la situación a su antojo. Cada uno a su manera, los dos técnicos juegan con su decisión de seguir o

Foto: El vestuario del Barcelona, inquieto ante la falta de respuesta de Guardiola sobre su continuidad
El vestuario del Barcelona, inquieto ante la falta de respuesta de Guardiola sobre su continuidad

Pep Guardiola y Jose Mourinho manejan la situación a su antojo. Cada uno a su manera, los dos técnicos juegan con su decisión de seguir o no en el banquillo a partir de la próxima temporada. Al azulgrana le gusta renovar de año en año. Quiere comprobar la respuesta de la plantilla, de los dirigentes del club y de la afición antes de tomar una decisión definitiva. En cualquier caso, el nuevo contrato tendrá un año de duración, por lo que en menos de doce meses la renovación o no de Guardiola será asunto de estado azulgrana. La diferencia respecto a campañas anteriores es que en esta ocasión, los jugadores, el vestuario del actual campeón de Liga desconoce la decisión del entrenador. Los jugadores no saben qué hará el entrenador que ha llevado al Barcelona a conquistar 16 de los 13 títulos posibles desde que llegó al banquillo en el verano de 2009.

Guardiola maneja el 'tempo' de su renovación. Lo ha hecho en años anteriores, con Laporta y con Rosell. Ahora la escena se repite, pero a diferencia de otras ocasiones, los jugadores temen por su posible adiós. Los pesos pesados de la plantilla, especialmente Xavi y Puyol, se están moviendo en diferentes sentidos a la búsqueda de una respuesta. Pep no les ha confesado su intención. Semanas atrás no tenían duda sobre la respuesta afirmativa a la propuesta del actual presidente, pero ahora hay cierta inquietud, que por momentos se confunde con nerviosismo ante la incertidumbre que provoca la situación. 

El día menos pensado, Rosell y Guardiola posan para la foto con el nuevo contrato de invitado especial, pero hasta ese momento los rumores se multiplican. El vestuario no termina de digerir la situación y tal y como decíamos han iniciado movimientos para saber la reacción en caso de que el actual entrenador diera el no. Por un lado han preguntado a Rosell sobre los planes de la entidad y, por otro lado, han sondeado a un par de técnicos de su agrado sobre su disponibilidad para sentarse en el banquillo del Camp Nou. La alarma no se ha encendido por el momento, pero la ausencia de respuesta asusta. 

Periódicos como Mundo Deportivo dan por hecha la renovación e incluso hablan de que Guardiola le ha comentado a su equipo de trabajo que ellos son el principal motivo para seguir un año más, algo que no ha pasado con los jugadores y que en campañas anteriores sí que se había producido. El técnico trabaja como si fuera a continuar, por lo menos a la hora de pensar en refuerzos para próximas temporadas. Planifica y diseña el plan de acción de los meses venideros. Opina sobre la renovación de los más jóvenes pero no da el sí a su continuidad, algo que inquieta por el Camp Nou.

La situación de Mourinho es muy similar a la del entrenador del Barcelona. La diferencia es que el portugués tiene contrato, dos temporadas más, pero nadie tiene asegurada su continuidad al frente del equipo blanco. Es más, todos los movimientos apuntan a su adiós el próximo 30 de junio, pero a día de hoy solo él sabe qué sucederá en el momento en el que termine una Liga que apunta a su historial como entrenador. 

A diferencia de Guardiola, la comunión con el vestuario dista mucho de ser la ideal. Ambos son ganadores y de ahí que mantengan la fortaleza del equipo intacta. El problema llega con el entorno, lo que el portugués no puede dominar del todo. La guerra que mantiene con la prensa, a la que señala como su principal enemigo, está siendo como uno de los argumentos a la hora de especular con su futuro, tal y como hizo en el Inter. Fuentes del club señalan que confían en su continuidad, pero nadie puede afirmarlo al ciento por ciento. Eso sí, los rumores siguen apareciendo y señalando a Inglaterra como posible destino. El City es el que más se está postulando. Como ven, dos maneras diferentes -pero en el fondo iguales- de jugar con el futuro del banquillo de los dos favoritos para conquistar la Champions.

Pep Guardiola y Jose Mourinho manejan la situación a su antojo. Cada uno a su manera, los dos técnicos juegan con su decisión de seguir o no en el banquillo a partir de la próxima temporada. Al azulgrana le gusta renovar de año en año. Quiere comprobar la respuesta de la plantilla, de los dirigentes del club y de la afición antes de tomar una decisión definitiva. En cualquier caso, el nuevo contrato tendrá un año de duración, por lo que en menos de doce meses la renovación o no de Guardiola será asunto de estado azulgrana. La diferencia respecto a campañas anteriores es que en esta ocasión, los jugadores, el vestuario del actual campeón de Liga desconoce la decisión del entrenador. Los jugadores no saben qué hará el entrenador que ha llevado al Barcelona a conquistar 16 de los 13 títulos posibles desde que llegó al banquillo en el verano de 2009.

Pep Guardiola