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Milla, el primer '4': "Se puede ganar de varias formas, pero la de Cruyff era la gran idea"
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fue el comienzo de una estirpe de mediocentros

Milla, el primer '4': "Se puede ganar de varias formas, pero la de Cruyff era la gran idea"

El '4' forma parte de la idiosincrasia del Fútbol Club Barcelona gracias a Cruyff, que fue el que le dio la oportunidad a Luis Milla, el primero de una estirpe que han seguido Pep y Busquets

Foto: "Cruyff ha dejado un legado, una filosofía (llámelo como quiera)" (Cordon Press).
"Cruyff ha dejado un legado, una filosofía (llámelo como quiera)" (Cordon Press).

Alguien que no haya visto ni entendido la idiosincrasia del Fútbol Club Barcelona, jamás podrá entender que una posición en el campo de fútbol represente con tanta claridad la filosofía de un equipo. Cuando a un culé le dices el '4', directamente el pensamiento se le marcha a Pep Guardiola, el futbolista que hizo de ese lugar en el césped una religión. Él fue el quien desarrolló todas las virtudes que debe desempeñar un pivote posicional, pero como dijo el mismo Pep, él "no sabía de fútbol" hasta que Cruyff le enseñó la luz. Pero antes de Pep hubo otro futbolista, el primero de una larga tradición que hoy perfecciona Sergio Busquets. Luis Milla fue el primer producto de La Masia que enamoró al 'Flaco' y que ocupaba ese lugar privilegiado y exigente de la medular en los albores del Dream Team. El Confidencial charla con él sobre la trascendencia histórica de esa decisión de Cruyff y lo que ha supuesto para el devenir del Barça y del fútbol español.

Pregunta: ¿Quién es para usted Cruyff?

Respuesta: Alguien que ha dejado un legado, una filosofía (llámelo como quiera), especialmente para el Barcelona, que sigue instaurada desde que llegó al club y que creó una revolución total con un fútbol de ataque, sin complejos. El Barça ha continuado esa estela, todos los entrenadores han puesto su sello, pero fue instaurado de la mano de Cruyff. Lo más grande es el poso que ha dejado.

P: Como él mismo dijo, probablemente será inmortal.

R: Sí. Cuando hablemos de Johan Cruyff hablaremos de un estilo, de una forma muy definida y atractiva de juego y de entender el fútbol. Se puede ganar de muchas formas, pero la que buscaba Johan, que prefería ganar 5-4 que 1-0, era la gran idea.

P: ¿Cuál es su primer recuerdo de él?

R: Imagínese para alguien como yo, que estaba en el filial y que sabía que era muy complicado subir al primer equipo como el Barça, y que viniese un exjugador de su categoría a entrenarnos y que por las características yo le cuadrara y me diera la oportunidad, todo ellos es algo por lo que le estoy muy agradecido. Para todos, creo yo, el entrenador que nos da la primera oportunidad nos deja un fantástico recuerdo.

P: ¿Cómo fue su primer contacto con Johan?

R: Complicado acordarse de eso, pero dejo una anécdota: cuando termina su primera pretemporada en Holanda, me dijo que iba a quedarme en el primer equipo, que iba a trabajar con ellos. Incluso me habló del contrato que me iban a hacer, de su duración, de cuánto me iban a pagar. Él hacía de todo.

Los suyos eran consejos que, siendo sencillos y naturales, te hacían entender el juego

P: ¿Qué consejos le daba?

R: Eran consejos que, siendo muy sencillos y muy naturales, te hacían entender el juego. En el lugar que jugaba él me insistía en mantener siempre la posición, en tenerla bien cogida, de adelantarme a lo que sucedía a mi alrededor en todo momento, y hacer control-pase, control-pase. Tenía que hacerlo todo muy sencillo en esa parcela frágil del campo para darle agilidad al juego.

P: ¿Cómo era el Barça antes de Cruyff?

R: Se daba prioridad a un fútbol mucho más físico, se le daba mucha más importante a la fuerza.

P: ¿Por qué era tan importante la posición de '4'?

R: Era importante porque requería de jugadores que entendiesen muy rápido el juego, que fueran ágiles mentalmente, que tuvieran una buena técnica y no le daba importancia a lo físico. Era la posición que enlazaba la defensa con el ataque.

P: ¿Cómo jugaba antes de pasar al primer equipo?

R: Mi estilo era el mismo. Yo estaba en el Barcelona Atlético, pero el esquema era totalmente diferente, con dos mediocentros. Pero Johan entendió que yo tenía unas condiciones para jugar en el puesto que él quería y me dio la oportunidad y yo la cogí.

P: ¿Qué relevancia tenía el rondo en los entrenamientos?

R: Al final, cuando quieres jugar de una manera determinada el día de partido, entre semana debes insistir en ese estilo. Se realizaban muchos juegos de posición, posesiones con poca gente, con mucha, donde la gente tuviera que pensar rápido y decidir cuanto antes. En eso consistía el juego de posición. A Johan se le podía oír decir que es importante la táctica y la técnica, pero que lo más decisivo es que la cabeza piense y que se entienda en cada momento lo que toca hacer. Los rondos te dan eso.

P: ¿Y no pensaban por entonces en el vestuario que la idea de Cruyff era demasiado atrevida?

R: Sí que era un suicidio, pero te convencía con la palabra. El jugador que estaba cómodo con el balón se sentía muy a gusto con esa forma de jugar. ¿Que te exponías? Claro. Pero como dije, prefería ganar 5-4 que 1-0. Eso sí, era muy exigente cuando lo trabajábamos. Había muchas transiciones ataque-defensa y defensa-ataque y había que armarse y rearmarse muy rápido, buscar la posición. Yo jugaba con Eusebio y Guillermo Amor, que no teníamos cuerpo para chocar, pero éramos muy de la filosofía de Johan: si tenías el balón, era imposible que te atacaran. Por eso le daba mucha importancia a tener altos porcentajes de posesión de balón.

Yo jugaba con Eusebio y Amor, que no teníamos cuerpo para chocar, pero éramos de la filosofía de Johan: si tenías el balón, no te podían atacar

P: Eso explica, en parte, que Del Bosque aplicase en la Euro'12 un concepto que yo diría que acuñó Martí Perarnau: la posesión defensiva.

R: Todo viene de la mente de Johan, es su legado. Era un adelantado. Muchos exjugadores que nos hemos dedicado a entrenar con los que hablo nos ha marcado esa forma de pensar, y posiblemente Vicente sabía que tenía un tipo de jugador y que en momentos determinados no podía encerrarse. Entendió que con la posesión se podía pasar tres o cuatro minutos defendiendo. Como técnico lo he entendido y lo he aplicado. Yo a veces, para defender un resultado, en vez de meter a un defensa, he metido a un jugador para que me diera más posesión.

P: En España ha arraigado el '4', pero en el extranjero quizá no tanto. ¿Por qué cree que es así?

R: Ha habido jugadores que podían jugar de '4', lo que pasa es que esa posición se reconoce mucho más en un estilo como el del Barcelona, que tiene un fútbol muy ofensivo. Esa posición es indispensable: han jugado ahí Amor, Xavi, Guardiola, Edmilson... y ahora Busquets nos ha superado a todo. No hay ningún equipo que pueda jugar como el Barça.

P: Entiendo que pueden surgir esporádicamente jugadores en otros equipos que tengan esas cualidades, como Xabi Alonso.

R: Eso es. Xabi Alonso podría haber jugado en esa posición, porque no es rápido ni fuerte, pero es técnicamente extraordinario, se posiciona muy bien, tácticamente es excelente y desplaza de maravilla el balón. Pero no jugó en el Barcelona, jugó en el Madrid. Eso sí, juega en el Bayern con Guardiola, que tiene esa filosofía marcada.

Bruno Soriano es otro de esa estirpe. Un jugador al que hay que aprecierarlo porque ha hecho grande al Villarreal. Todo esto viene de que es un jugador de la cantera, y en Villarreal eso lo trabajan muy bien, y con el tiempo, siempre da sus frutos.

P: ¿Cómo aplica los métodos de Cruyff ahora como entrenador?

R: Hay ciertas situaciones en las que sí se puede desplegar el juego posicional. Recuerdo que el trabajo con Johan era 100% juego de posición, nada táctico, pero el fútbol ha cambiado y te tienes que poner al día y a mí me gusta combinar la táctica con el juego de posición.

P: ¿En qué se diferencia?

R: La diferencia te la marcan los jugadores. Debes buscar los futbolistas que puedan seguir esa idea. Si tienes la posibilidad de planificar una plantilla y elegir los jugadores que quieres, te quedarás con los que te ayudarán a buscar ese estilo de juego. Pero si no se dan esas situaciones, te tienes que adaptar. Habrá momentos en los que toque correr más, ser más contragolpeador... A mí me han marcado mucho los clubes en los que he estado, que eran muy grandes. Me marcó Johan, sobre todo, pero también el Valencia, donde aprendí con Ranieri que hay que estar muy organizado, como con Capello en el Madrid. Esa variedad ayuda para crear un equipo ordenado y organizado y que con el balón tengan la libertad para jugar y que entiendan qué hacer en cada situación concreta.

P: Y, ¿algo malo sobre Cruyff?

R: Tenía un carácter que chocaba con varios jugadores. Además, en mi época hacía también de director general y en mi marcha al Madrid yo entendí una cosa, él entendió otra, y me tuve que ir. Pero me trató bien, fue un tema puramente profesional.

Alguien que no haya visto ni entendido la idiosincrasia del Fútbol Club Barcelona, jamás podrá entender que una posición en el campo de fútbol represente con tanta claridad la filosofía de un equipo. Cuando a un culé le dices el '4', directamente el pensamiento se le marcha a Pep Guardiola, el futbolista que hizo de ese lugar en el césped una religión. Él fue el quien desarrolló todas las virtudes que debe desempeñar un pivote posicional, pero como dijo el mismo Pep, él "no sabía de fútbol" hasta que Cruyff le enseñó la luz. Pero antes de Pep hubo otro futbolista, el primero de una larga tradición que hoy perfecciona Sergio Busquets. Luis Milla fue el primer producto de La Masia que enamoró al 'Flaco' y que ocupaba ese lugar privilegiado y exigente de la medular en los albores del Dream Team. El Confidencial charla con él sobre la trascendencia histórica de esa decisión de Cruyff y lo que ha supuesto para el devenir del Barça y del fútbol español.

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