Lopetegui recupera a una selección que quedó tocada tras los Juegos de Londres

Sin lugar a dudas, el fútbol fue la gran decepción para España en los pasados Juegos Olímpicos de Londres. El combinado que dirigía Luis Milla quedó muy señalado tras perder con Japón y Honduras y empatar con Marruecos. Aquella sub’21, reforzada con los Javi Martínez y Juan Mata, fue una decepción sobre el terreno de juego e incluso algunas actitudes, como la de Muniaín en el último partido, fueron sencillamente reprochables. Acudíamos a la cita olímpica como uno de los grandes favoritos a colgarnos el oro y nos vinimos para casa en la primera fase y sin marcar ni uno solo gol.

Tras los Juegos, Milla fue destituido como máximo responsable técnico del segundo equipo nacional. Indudablemente, los resultados cosechados en Londres fulminaron al entrenador turolense, a quien incluso se llegó a reprochar que dejara acudir a los internacionales a la inauguración un día antes de disputar el trascendental partido contra Honduras y que se saldó con una derrota por la mínima, lo que dejaba matemáticamente eliminado al conjunto español. Las críticas fueron duras para un equipo que no estuvo a la altura de las circunstancias.

Pues bien, prácticamente un año después de todo aquello, la sub’21 vuelve a ser la envidia del continente. De la mano de Julen Lopetegui, la Rojita están en disposición de revalidar el título en el Europeo de la categoría, practicando el mejor fútbol del campeonato y con la gran estrella el torneo en sus filas, Isco. El próximo martes, España se medirá a Italia por alcanzar el cajón más alto del podio, reeditando la final del pasado Campeonato de Europa de selecciones absolutas y que cayó del lado español.

El técnico guipuzcoano ha sabido recuperar la esencia de nuestro fútbol y ha vuelto a hacer de estos grandes jugadores un equipo campeón. Ya nadie se acuerda de la debacle de Londres y sí de la calidad de los Isco, Thiago, Illarramendi, Tello, Morata… Israel, país organizador de este Europeo, está rendida a las exhibiciones de los nuestros, que son despedidos con abrumadores ovaciones a la conclusión de cada partido.

Muchos se preguntan el porqué de este cambio. Una gran parte de los jugadores que hoy lucha por el título estaba hace un año en tierras británicas. La calidad de los nuestros es indiscutible, pero a diferencia de lo que sucedió en Londres, ahora juegan con más confianza, seguros de que son mejores que su rival y con una labor de conjunto a la altura del talento individual. Sólo así, y gracias a un gran trabajo psicológico, se entiende que volvamos a ser el espejo en el que se miran muchas otras selecciones.

Podemos estar tranquilos. Nuestra selección absoluta tiene el relevo asegurado. Algunos de los que el martes disputen la final de este Campeonato de Europa estarán en breve (algunos ya han debutado) en las convocatorias de Vicente del Bosque de manera habitual. Hay quienes apuntan que tras el Mundial de Brasil habrá un cambio generacional. De momento, en la Sub’21 demuestran que están preparados para tomar el testigo de los actuales campeones del mundo y Europa.