El Camp Nou, estadio maldito para el Bayern

Si bien es verdad que la eliminatoria está muy en franquía para el Bayern de Múnich, no es menos cierto que el estadio del Camp Nou no trae grandes recuerdos al conjunto alemán en los últimos tiempos. Sus dos últimas visitas se han saldado con dolorosas y humillantes derrotas, y quizá ahí es donde deba agarrarse el FC Barcelona para obrar el milagro, darle la vuelta a la tortilla y plantarse en la final de Wembley, objetivo que a día de hoy se observa muy pero que muy lejano.

La exhibición de los pupilos de Jupp Heynckes el pasado martes en el Allianz Arena no invita al optimismo, pero se apela a la atmosfera del Camp Nou (además de a Leo Messi, claro está) para revertir una situación que hizo saltar todas las alarmas hace menos de una semana en ‘Can Barça’. Pero es precisamente el coliseo blaugrana uno de los feudos que se le han atragantado, y de qué manera, a los bávaros en la máxima competición continental. Que aparezca ese viejo fantasma de las derrotas sería la mejor señal para el equipo de Tito Vilanova.

Y es que, por ejemplo, en los cuartos de final de Champions de la temporada 2008-2009, el Barcelona conseguía un marcador histórico ante este gran ‘coco’ del fútbol europeo. Los Messi, Eto’o, Henry y compañía conseguían encarrilar su pase a semifinales de aquella edición con un 4-0 que en esta ocasión, al menos, serviría para llevar el partido a la prórroga. Aquella humillación culé al Bayern, con Pep Guardiola en el banquillo, es uno de los capítulos más recordados en los últimos días en la Ciudad Condal. Ya se sabe que la esperanza es lo último que se pierde…

Pero aún hay otro capítulo más negro en la historia del Bayern relacionado con el Camp Nou. Todos recordamos aquel 26 de mayo de 1999, final de la Liga de Campeones entre el conjunto alemán y el Manchester United. Corría el minuto 90, cuando Pierluigi Collina decidía conceder tres minutos de prolongación con 1-0 en el marcador a favor del equipo entonces dirigido por Ottmar Hitzfeld. Incomprensiblemente, cuando el Bayern ya se preparaba para ser coronado como campeón de Europa, dos goles en dos minutos por parte del conjunto inglés escribían una de las páginas más trágicas (deportivamente hablando) de la historia del fútbol continental. Los alemanes se quedaban sin título en una final que quedará para el recuerdo de todos los aficionados. Eso sí, afortunadamente para ellos, tuvieron su particular venganza al ganar el título dos temporadas después en los penaltis frente al Valencia.

Es evidente que la historia no salta al terreno de juego, pero sí es cierto que en ocasiones juega un papel importante psicológicamente hablando. No parece este Bayern un equipo fácil de amedrentar, pero en su actual plantilla hay varios futbolistas que vivieron el 4-0 de hace cuatro temporadas (Schweinsteiger, Ribery, Lahm y Badstuber) y quién sabe si por ahí puede haber un resquicio que lleve al Barcelona a la ansiada, deseada y difícil remontada.