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El infierno turco para el Real Madrid no estará la grada sino en el césped
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ESTE FIN DE SEMANA, DOS AFICIONADOS SALTARON AL CAMPO PARA AGREDIR AL ÁRBITRO

El infierno turco para el Real Madrid no estará la grada sino en el césped

El Real Madrid es, junto al Bayern de Múnich, el equipo que mejor ha encarrilado los cuartos de Champions. La victoria (3-0) que logró ante el

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El infierno turco para el Real Madrid no estará la grada sino en el césped

El Real Madrid es, junto al Bayern de Múnich, el equipo que mejor ha encarrilado los cuartos de Champions. La victoria (3-0) que logró ante el Galatasaray la semana pasada en el Santiago Bernabéu le permite acariciar las semifinales y afrontar su visita a Turquía con cierta tranquilidad sin perder la concentración. El infierno turco es menos cuando tienes el marcador inclinado a tu favor y aunque Diego López defina el ambiente como “complicado”, la trampa del Galatasaray no estará en los aficionados y sí en el césped. El estado del terreno de juego deja mucho que desear y por ahí podrían venir muchos de los problemas para los jugadores madridistas.

El Real Madrid entrenará hoy en el estadio del Besiktas y el tapiz que se encontrará el mañana en el Türk Telekom Arena estará bastante lejos de la alfombra verde sobre la que acostumbra a jugar en la Castellana. El césped del estadio del Galatasaray (inaugurado hace dos años) está siendo un quebradero de cabeza para los turcos desde el pasado mes de febrero. Por aquel entonces se enfrentaron al Schalke y se vio un terreno de juego en lamentables condiciones, irregular y con el césped muy suelto. Con el paso de los meses y de la competición, el conjunto turco fue quemando etapas en la Champions y el problema empezó a preocupar cada vez más. El Galatasaray se planteó recurrir a la UEFA, aplazar el partido de la Super Liga turca que disputaron este fin de semana contra el Mersin Idman Yurdu o jugarlo en el Estadio Olímpico de Estambul. Ninguna de las opciones salió adelante.

La importancia de la cita obligó al Galatasaray a tomar medidas: se está usando un sistema de radiación con luz artificial para incrementar la velocidad de crecimiento de la hierba y la recuperación del terreno de juego. El golpe de autoridad que dio el conjunto de José Mourinho en la ida, les da cierto margen y, con el viento a favor, los efectos de la caldera turca no serán los mismos que si la eliminatoria no estuviera tan decantada. Con el jugador número doce más o menos neutralizado, el verdadero infierno turco estará en el césped. Un terreno irregular y suelto es un escenario propicio para las lesiones que resultarían más que inoportunas en la recta final de la temporada donde al Real Madrid le toca echar el resto tanto en Europa como en la final de Copa. La pérdida de alguna de las piezas claves del dibujo madridista podría suponer una herida difícil de sanar a estar alturas cuando se necesita que cada jugar dé lo máximo.

Llegaron por una terminal privada 

Concentrados y con un ojo puesto en el césped, el Real Madrid no será recibido con los brazos abiertos. El club blanco lo sabe. El avión en el que viajaba la expedición madridista aterrizó en el aeropuerto de Ataturk pero no salieron por la terminal de pasajeros sino por otra privada que está a cuatro kilómetros de distancia y que se emplea para autoridades políticas y militares. La intención no era otra que proteger a los jugadores de los problemas que pudieran causar aficionados turcos que se congregaron en el aeropuerto para recibirles. Y es que los ultras del Galatasaray, además de dejar claro que el Real Madrid había llegado a territorio hostil, pretendían protestar por el trato recibido por la Policía Nacional en el encuentro de ida.

La afición del Galatasaray no se define por su tranquilidad. Su forma de entender el fútbol es bastante peculiar y la semana pasada lo dejaron patente con su actuación en el Santiago Bernabéu donde no dudaron a la hora de ‘animar’ el encuentro encendiendo bengalas, una acción prohibida por la UEFA. Además, antes del partido y durante el mismo, la seguridad privada del Real Madrid reubicó a los hinchas turcos que consiguieron sus entradas por Interntet. El club blanco había cedido 3.500 a los turcos pero cerca de 2.000 utilizaron la red para lograr un pase en un lugar diferente a la zona donde debían estar todos ubicados. Sin ir más lejos, el sábado dos aficionados burlaron las medidas de seguridad del Türk Telekom Arena para intentar agredir al árbitro del encuentro pero los jugadores del Galatasaray detuvieron a los hinchas. Se espera que mañana lo que prime sea el fútbol aunque el terreno de juego se empeñe en poner las cosas difíciles.

El Real Madrid es, junto al Bayern de Múnich, el equipo que mejor ha encarrilado los cuartos de Champions. La victoria (3-0) que logró ante el Galatasaray la semana pasada en el Santiago Bernabéu le permite acariciar las semifinales y afrontar su visita a Turquía con cierta tranquilidad sin perder la concentración. El infierno turco es menos cuando tienes el marcador inclinado a tu favor y aunque Diego López defina el ambiente como “complicado”, la trampa del Galatasaray no estará en los aficionados y sí en el césped. El estado del terreno de juego deja mucho que desear y por ahí podrían venir muchos de los problemas para los jugadores madridistas.