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El ministro Wert fue recibido con gritos de 'fuera, fuera' a su llegada al Bernabéu
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RAFA NADAL, POR CONTRA, FUE ACLAMADO EN SU ESTADIO

El ministro Wert fue recibido con gritos de 'fuera, fuera' a su llegada al Bernabéu

El ambiente que se vivía en los alrededores del Bernabéu, el palco de honor no escapaba a ello, era frío. Mucho turco con ganas de hacer

Foto: El ministro Wert fue recibido con gritos de 'fuera, fuera' a su llegada al Bernabéu
El ministro Wert fue recibido con gritos de 'fuera, fuera' a su llegada al Bernabéu

El ambiente que se vivía en los alrededores del Bernabéu, el palco de honor no escapaba a ello, era frío. Mucho turco con ganas de hacer ruido, pero poco más. Poco color por una afición como la madridista, acostumbrada a otro tipo de equipos en la antepenúltima ronda de Champions. La consecuencia es que el palco no tuvo el overbooking de otros días. Así se explica que el Loco Gati apareciera acompañado de cinco amigos. "Mirad, mirad, por allí viene el Mono Burgos", gritaba uno de los habituales en eso de jalear a los que pisan la alfombra roja de la calle Padre Damián.

El contraste llegó con el recibimiento que tuvieron dos de los principales invitados al palco. Por un lado, Rafa Nadal, que llegó entre aplausos y eso que intentó llegar de incógnito. El tenista continúa siendo talismán y sus visitas al Bernabéu siguen sumando por victorias. El número dos español es madridista y no lo oculta y acompaña los goles de su equipo con saltos en la butaca presidencial. El que no tuvo la misma acogida fue el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Juan Ignacio Wert.

Wert es quizás de los ministros más populares, perdón de los más antipopulares mejor dicho. No deja indiferente a nadie y ayer su llegada al Bernabéu fue acompañada de gritos de "fuera, fuera", aunque alguno se atrevió a decirle aquello de "sigue así. Dales duro", no se sabe a quién pero la consigna era clara. No tiene suerte Wert y eso que el coche que le llevó al estadio madridista casi le mete en el palco directamente. Se quedó a cinco metros, pero fueron suficientes para que se llevara lo suyo.

Otro ministro que se pasó por el Bernabéu fue José Manuel Margallo, ministro de Asuntos Exteriores, madridista y muy aficionado al fútbol, como también lo es Jesús Posadas, presidente del Congreso y que se ha convertido en un fijo en el palco. Cristina Cifuentes, delegada gubernativa y que ha negado la variopinta manifestación para la continuidad de Mourinho por hacerse fuera de tiempo y forma, ocupó sitio preferente en la casi goleada blanca frente al decepcionante Galatasaray. 

El ambiente que se vivía en los alrededores del Bernabéu, el palco de honor no escapaba a ello, era frío. Mucho turco con ganas de hacer ruido, pero poco más. Poco color por una afición como la madridista, acostumbrada a otro tipo de equipos en la antepenúltima ronda de Champions. La consecuencia es que el palco no tuvo el overbooking de otros días. Así se explica que el Loco Gati apareciera acompañado de cinco amigos. "Mirad, mirad, por allí viene el Mono Burgos", gritaba uno de los habituales en eso de jalear a los que pisan la alfombra roja de la calle Padre Damián.

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