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Higuaín no la sabe meter y perdona la goleada al Barcelona
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35 MINUTOS DE INTENSIDAD BASTAN PARA QUE EL REAL MADRID LEVANTE LA SUPERCOPA

Higuaín no la sabe meter y perdona la goleada al Barcelona

Ya no hay crisis por el Santiago Bernabéu. Es lo que tiene ganar al Barcelona y sumar el primer título de la temporada. Poco importa que sea el menos

Foto: Higuaín no la sabe meter y perdona la goleada al Barcelona
Higuaín no la sabe meter y perdona la goleada al Barcelona

Ya no hay crisis por el Santiago Bernabéu. Es lo que tiene ganar al Barcelona y sumar el primer título de la temporada. Poco importa que sea el menos importante, dicho por el propio Mourinho, pero cuenta, añade lustre al historial y más cuando el rival es el eterno enemigo.

El problema llega cuando el Real Madrid lo tuvo todo a favor para golear, para vengar afrentas pasadas, pero el equipo blanco terminó sufriendo, pidiendo la hora. Y es que el Real Madrid imperial, el del músculo no la sabe meter cuando enfrente tiene al Barcelona. Lo dicen los números. Esos que señalan que los blancos tuvieron hasta seis llegadas, seis mano a mano con Valdés y solo uno terminó en la portería azulgrana. Y el mejor ejemplo de ello es Higuaín, que en mayo cuestionó su futuro como blanco y que en partidos como el de ayer vuelve a alimentar todo tipo de dudas respecto a su rendimiento. Cinco ocasiones, un gol, el primero del partido y el que alimentó las esperanzas blancas en esta Supercopa. Lo contrario a lo que necesitó Messi, que marcó sin crear ocasión alguna. Demasiada diferencia. Y en la segunda parte, más.

Cristiano Ronaldo disipó todo tipo de sospechas periodísticas, esas que nunca existieron en la zona noble el Bernabéu. Volvió a ser el animal de siempre y tras él, todo el equipo. Esa fue la diferencia entre el Real Madrid del inicio liguero y el de ayer. Intensidad y ganas. Son estos dos elementos, los de Mourinho son vulnerables, cercano a lo vulgar diría yo. Si lo dudan, repasen el partido ante el Getafe. En esta Supercopa le han bastado 35 minutos de derroche físico para empezar a parecerse al campeón de Liga y sumar el primer título. La gasolina no dio para más. Ni jugar con uno más durante más de una hora dio para más.

El Barcelona recordó al de Guardiola, con fallos inocentes atrás y con una necesidad total y absoluta de la inspiración de Messi para ganar. El argentino apenas apareció y su equipo lo acusa, extraña la ausencia del argentino. Vilanova no renunció al fútbol y a su modelo ni jugando con uno menos, pero en ningún momento pudieron con la sobriedad blanca atrás. es que no existió en el Barcelona, con un Mascherano que volvió a demostrar que no ea defensa y que en todos los partidos deja pinceladas de que la posición de central no es la suya.

Mourinho sigue creciendo, a la par que su historial. Suma 20 y ya sabe lo que es ganar la Supercopa de Portugal, Inglaterra, Italia y España. ¿Dónde están los que le crucificaban el pasado domingo?

Ya no hay crisis por el Santiago Bernabéu. Es lo que tiene ganar al Barcelona y sumar el primer título de la temporada. Poco importa que sea el menos importante, dicho por el propio Mourinho, pero cuenta, añade lustre al historial y más cuando el rival es el eterno enemigo.

El problema llega cuando el Real Madrid lo tuvo todo a favor para golear, para vengar afrentas pasadas, pero el equipo blanco terminó sufriendo, pidiendo la hora. Y es que el Real Madrid imperial, el del músculo no la sabe meter cuando enfrente tiene al Barcelona. Lo dicen los números. Esos que señalan que los blancos tuvieron hasta seis llegadas, seis mano a mano con Valdés y solo uno terminó en la portería azulgrana. Y el mejor ejemplo de ello es Higuaín, que en mayo cuestionó su futuro como blanco y que en partidos como el de ayer vuelve a alimentar todo tipo de dudas respecto a su rendimiento. Cinco ocasiones, un gol, el primero del partido y el que alimentó las esperanzas blancas en esta Supercopa. Lo contrario a lo que necesitó Messi, que marcó sin crear ocasión alguna. Demasiada diferencia. Y en la segunda parte, más.

Cristiano Ronaldo disipó todo tipo de sospechas periodísticas, esas que nunca existieron en la zona noble el Bernabéu. Volvió a ser el animal de siempre y tras él, todo el equipo. Esa fue la diferencia entre el Real Madrid del inicio liguero y el de ayer. Intensidad y ganas. Son estos dos elementos, los de Mourinho son vulnerables, cercano a lo vulgar diría yo. Si lo dudan, repasen el partido ante el Getafe. En esta Supercopa le han bastado 35 minutos de derroche físico para empezar a parecerse al campeón de Liga y sumar el primer título. La gasolina no dio para más. Ni jugar con uno más durante más de una hora dio para más.

El Barcelona recordó al de Guardiola, con fallos inocentes atrás y con una necesidad total y absoluta de la inspiración de Messi para ganar. El argentino apenas apareció y su equipo lo acusa, extraña la ausencia del argentino. Vilanova no renunció al fútbol y a su modelo ni jugando con uno menos, pero en ningún momento pudieron con la sobriedad blanca atrás. es que no existió en el Barcelona, con un Mascherano que volvió a demostrar que no ea defensa y que en todos los partidos deja pinceladas de que la posición de central no es la suya.

Mourinho sigue creciendo, a la par que su historial. Suma 20 y ya sabe lo que es ganar la Supercopa de Portugal, Inglaterra, Italia y España. ¿Dónde están los que le crucificaban el pasado domingo?