El año arranca con otro "perdona Carlos" y la misma sensación positiva

“Carlos sufrió algunos problemas en los L1, así que tenemos que pedirle perdón en la sesión de esta mañana. En el lado positivo, durante los L2 realizamos tres tandas decentes con él en gomas intermedias”. Phil Charles, ingeniero jefe de carrera, debió disculparse en nombre de Toro Rosso por los problemas que sufrió el STR11 de Sainz durante los primeros libres de este GP de Australia, que sólo permitieron al español completar tres vueltas. El año pasado, en Melbourne, también debieron hacer lo mismo los de Faenza aunque por un asunto más grave: un eterno pit stop durante la carrera de 37 segundos. Aquello valió algunos puntos, lo de este viernes no significa nada (tiempo en arreglar una filtración en un conducto de gasolina). Carlos concluyó quinto en los L2, también pasados por agua.

“No es la manera más fácil de empezar el fin de semana. Durante esta mañana, en los L1, sufrimos algún problema que limitó nuestra actuación, pero afortunadamente no nos perdimos mucho porque la pista estuvo en condiciones húmedas durante la mayor parte de la sesión. El tiempo ha sido un poco fastidioso a lo largo del día, al menos en los L2 fue mejor. Por la tarde pudimos rodar tanto como quisimos y recuperar un poco de tiempo en pista que habíamos perdido durante la mañana. El coche se mostró bien en mojado y me dio confianza en caso de que llueva el sábado o el domingo”, señaló Sainz al término del primer día de la temporada.

Con condiciones de agua la potencia del motor se relativiza y las manos del piloto adquieren mayor importancia. A esta circunstancia se suma el hecho de que se suele asumir un riesgo mínimo para no cometer algún error que pueda mandar el coche contra un muro, como le sucedió a Nico Rosberg este viernes. ¿Por qué no merece la pena forzar en mojado? Si la carrera va a ser en seco pocas conclusiones se pueden obtener y, en caso de ser en mojado, las comprobaciones que se han de realizar son mucho menores porque, repetimos, el factor humano tiene mayor influencia que en condiciones normales y el de la máquina menos (entre otras: aerodinámica distinta y potencia de motor menos decisiva). Las diferencias entre los monoplazas disminuyen.

Un quinto puesto que da buena prensa

Como a lo largo de su carrera y en Fórmula 1 en Suzuka, Carlos Sainz demostró su habilidad de pilotaje sobre el piso mojado. Su quinto puesto -lejos de poder dar una conclusión fiable sobre el coche con respecto a los rivales- aporta seguridad y confianza al piloto, además de buena prensa (“Senna demostró que si eres capaz de pilotar sobre mojado, eres capaz de hacer cualquier cosa”, afirmó hace unos años Lewis Hamilton). Seguramente su posición varíe este sábado tras los libres y en clasificación, aunque quizás no mucho ya que hay buenas vibraciones dentro de Toro Rosso con este coche y sus pilotos.

El conjunto italiano, con una estresante pretemporada de récord, comenzó a cambiar hace poco más de tres meses los planes previstos para instalar la unidad de potencia de 2015 de Ferrari (descartando Renault). Se espera que dicho propulsor le dé alegrías durante la primera parte de la temporada, hasta que el resto de equipos vaya evolucionando sus respectivos motores (Ferrari no podrá desarrollar la de Toro Rosso) y que su óptimo rendimiento estará apoyado en un chasis del cual está muy satisfecho su 'director', James Key: “Debe ser un buen paso en cuanto a rendimiento para nosotros y nos acerca a la mayoría de los otros equipos en comparación con el año pasado”.

En 2015 Sainz debutó en la Fórmula 1 con un octavo puesto el sábado y un noveno el domingo, día del famoso pit de 37 segundos por culpa de una tuerca. Esta vez, si las tuercas lo permiten, se espera un resultado igual de halagüeño y la oportunidad de ver el primer duelo del año entre él y su compañero, el prometedor Max Verstappen.