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Aquella primera vuelta de Hungría 2006 en la que Alonso fue como Senna
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PERDIÓ UNA VICTORIA MEMORABLE

Aquella primera vuelta de Hungría 2006 en la que Alonso fue como Senna

"Soberbio, fue absolutamente soberbio, hablé con él por la mañana y le dije “vamos, dejemos eso atrás, y su respuesta fue fantástica, madura, centrada"

Foto: Alonso, entre Flavio Briatore y Pat Symonds durante la campaña 2006.
Alonso, entre Flavio Briatore y Pat Symonds durante la campaña 2006.

“Soberbio, fue absolutamente soberbio, hablé con él por la mañana y le dije “vamos, dejemos eso atrás”, y su respuesta fue fantástica, madura,centrada, quería demostrar algo aunque, para ser sincero, es lo que quiere hacer cada fin de semana”.

Pat Symonds,director deportivo deRenault,resumía las dos claves deaquel fin de semana,queFernando Alonsohabía iniciado conun inusual y polémico comportamiento,y terminó con una delas mejores actuaciones en su trayectoria en la Fórmula 1. Y no, no fueHungría 2003…

Un dedo al aire y un frenazo

“Hacer algo así en los libres, una estupidez como esa, no es la forma en la que un campeón debería pilotar, es ridículo”, criticóNiki Lauda al español aquel fin de semana. Con términos más suaves, Bernie Ecclestone se pronunció de forma similar ¿Qué había hecho el asturiano para ser cuestionado de esa manera?

Segunda sesión de entrenamientos libres. El tercer piloto de Red Bull, Robert Doornbos,obstaculizó a Alonso en su segunda vuelta rápida. Al llegar a la recta, estele adelantó para 'saludarle'con un dedo poco amistoso al ponerse en paralelo, para luego pegar unfrenazo en la primera curva antelas narices del holandés. Alonsofue sancionado con dos segundosque se añadiríanañadidos a su tiempo de la parrilla.En Ferrari no podían creer semejante regalo.

"Si ahora empieza a romperse...."

Para Lauda, la lucha con Schumacher y Ferrari estabapasando factura.Los dos pilotosse enfrentaban en un duelo implacable.25 puntos les separaban en Canadá. Tres victorias consecutivas delalemán más tarde la dejaron en soloonce. Además, en la carrera anteriorRenault había sufrido con la prohibición del 'mass dumper' a instancias de Ferrari.Laudase preguntaba si Alonso acusaba ante tan implacable erorsión de suventaja.

“Dependerá de lo fuerte que seaAlonso, hasta ahora tenía mucho respeto por él por su control de las emociones, y pilotando de forma absolutamente perfecta en todas condiciones”le retaba Lauda antes de la carrera,“si ahora empieza romperse, y ayer lo hizo, porque en circunstancias normales no lo hace, veremos en carrera qué pasa, porque habrá una gran lucha”. PeroAlonso cogió aquel guante como pocas veces en su carrera deportiva.

Con la sanción, el español partíadesde la decimoquinta posición de parrilla.El golpe eraletal para el campeonato. PeroSchumacher cometió unerror incomprensibleel sábado: adelantóa Kubica y Alonso con bandera roja. Recibió otros dos segundos de sanción. ¡Salía undécimo!. Lauda tenía razón, la lucha iba a ser tremenda. Para 'chutar' más la adrenalina si cabe,llegó la lluvia en la carrera.

Unaprimeravuelta como la de Senna en Donington 1993

Y el semáforo se puso en verde, ylas imágenes hablaroncomo ninguna palabra.Alonso se desencadenó. Comparar aquella primera vuelta con la de Senna en Donington 1993estaba justificado.Como un perrohusmeandolos vientos desu presa, el Renault buscabala adherencia en el asfalto mojado, por dentro, por fuera, por cualquier parte, evitando las trayectorias de seco impregnadas por la goma.

Uno, dos, tres… los rivales iban cayendo como moscas antes de completar la primera vuelta. Pero Schumacher también flotaba sobre las aguas. Al terminar el giro, el alemán era cuartoy Alonso sexto desde sus retrasadas posiciones de salida.

Pero el ritmo delespañol era sideral. En la cuarta vuelta ya superó a Schumacher. Al poco era líder.Los Michelin eran superiores a los Bridgestone pero, aún así, Alonso rodaba de forma asombrosa. ¿Exageración? En la vuelta 25 rodaba con 40 segundos de ventaja.llegó a doblar a Schumacher. De haberse mantenidolas mismas condiciones durante toda la prueba, hubiera hecho otro tanto contoda la parrilla.

Estrategia perfecta

ConAlonso como unlejano jinete en el horizonte, Raikkonen y Luizzi provocaron la salida del coche de seguridad durante cinco vueltas y se comprimió el pelotón.Jenson Button era segundoa cierta distancia. El británicó paró en boxes en la vuelta 46por segunda vezy montó gomas intermedias. De repente, Alonso perdió cuatro segundos al apretar accidentalmente un botónen el volante que dejó su R26 momentáneamente en punto muerto.

La pista comenzó a poco a poco a secarse, pero Renault yAlonso midieron bien los tiempos para montar gomas de seco, comoel asfalto,a 19 vueltas para el final. Buttonera líder, pero vulnerablecon los intermedios usados porque ya no iba a parar más.. “Hubiera sido una victoria cómoda para nosotros”, reconoció Alonso tras la carrera.Desde la decimoquinta posición, y en Hungaroring.

Una tuerca y una rueda que siguieron su camino

Pero no lo fue. De repente, a cien metros de sus mecánicosuna tuerca de su neumático trasero derecho se soltó por culpa de uan pistola defectuosa.Alonso se quedó tirado en la pista, mientras que Jenson Button logró su primera victoria de la Fórmula 1. Si el españolhubiera culminado su hazaña,habríacompartido el podio con otro compatriota. Pedro Martínez de la Rosaterminósegundo en aquella carrera tan especial. Tanto que ni Schumacher pudo terminarla.

“Fernando fue no tuvo rival en todas las condiciones”, reconocería después Pat Symonds, su primera vuelta fue fabulosa, absolutamente increíble…”. Si hubiera ganado aquella carrera, posiblemente hoy se recordaría aquel Gran Premio de Hungría con otro sabor… Fue comoDonington 1993. Pero sin victoria.

“Soberbio, fue absolutamente soberbio, hablé con él por la mañana y le dije “vamos, dejemos eso atrás”, y su respuesta fue fantástica, madura,centrada, quería demostrar algo aunque, para ser sincero, es lo que quiere hacer cada fin de semana”.

Fernando Alonso
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