La última oportunidad de Alonso: cómo portarse bien metiéndose en un buen lío

Este viernes, Fernando Alonso prefirió no 'mojarse' cuando le preguntaron si quería lluvia o no en el GP de Brasil. Ayer fue más claro: "Si hay lío, mejor". Una carambola, alguna salida de pista, 'bailes' en el pitlane, gomas intermedias, de lluvia extrema, de repente lisas... El asturiano espera en Interlagos, a partir de las 17h, una carrera loca para trastocar los planes iniciales, en los que Lewis Hamilton, desde la 'pole', parte como favorito para ganar la prueba y Sebastian Vettel el campeonato (le vale con finalizar como empieza, cuarto). Ferrari, además de un título de pilotos, parte con desventaja para mantener el segundo lugar en el Mundial de Constructores. Quizás, con lluvia, se altere el orden y la Scuderia tome partido de un "lío".

"Se espera algún chubasco intermitente". No es el hombre del tiempo, sino un piloto de Fórmula 1. En la climatología se arrinconan un buen puñado de esperanzas para Alonso y su equipo. "Es un milagro que sigamos en la lucha siendo octavos normalmente los sábados y teniendo el tercer o cuarto mejor coche". Ante la inferioridad mecánica, el asturiano ha sacado partido en cada carrera de los fallos rivales y, sobre todo, ha exprimido como nadie a su vehículo cuando la carretera ha estado mojada. Esta noche alguno en Maranello tarareará el 'November Rain' de Guns N Roses… por si acaso.

Antes del verano, el agua de Malasia, Silverstone y Hockenheim propició un sorprendente liderato de Fernando Alonso. Su F2012 'nadaba' más rápido que incluso los McLaren, el equipo a batir en aquel momento. Con lluvia, la importancia del factor aerodinámico tiende a desaparecer y ayer, en los primeros compases de la calificación, volvió a quedar patente cuando con la pista húmeda los dos Ferrari eran los más rápidos. Posteriormente el asfalto se fue secando, evaporándose con ello las posibilidades de la Scuderia para realizar una machada en la última calificación del año.

"Subir al podio a ver qué pasa"

El objetivo de Alonso, como lleva afirmando todo el fin de semana, sigue siendo el de "acabar en el podio y esperar a ver qué pasa". Tiene que sumar 14 puntos más que Vettel (al tercero le dan 15) y en condiciones de seco asegura que será "imposible". No obstante, los problemas de fiabilidad que han presentado durante el año tanto Red Bull como McLaren y el buen rendimiento del F2012 en carrera hacen que no sea descabellada la idea, aún sin llover. 

Sin embargo, si las predicciones se cumplen y el agua aparece, Ferrari no deberá ‘rezar’ para ver a errores de los contrincantes ya que la estrategia será fundamental para resolver el decisivo punto de juego, set, partido y campeonato. En este caso, en el muro de la Scuderia siempre han sido los más listos de la parrilla salvo en el GP de Canadá, cuando no previeron el desfallecimiento de los neumáticos de Alonso en las últimas vueltas. Pat Fry, director técnico de Ferrari, aseguró ayer "estar listos para cualquier eventualidad". 

De confirmarse esos "chubascos intermitentes" habrá dudas sobre las gomas a lo largo de la carrera porque el carril por donde 'viajan' los monoplazas puede que esté seco en un momento determinado, luego mojado, después seco… ¡Y cuidado con salirse de ese carril y entrar en una pista de 'hielo'! A todo esto, también se debe salvar la primera curva, sabiendo que todos querrán finalizar bien el año, se puede montar un "lío" indeseado.

Bajo un agua intermitente son demasiado los factores que no están bajo control y diferentes las carambolas que deben salir a favor de uno para acabar delante. A pesar de que el camino parece tortuoso y complejo, Ferrari quiere jugar a la lotería acuática, y "a ver qué pasa". Si no juegan, no le tocará… salvo que Red Bull les regale un boleto.

Suerte a los participantes y que gane el mejor. No es un título más, Vettel o Alonso tendrán el honor de ser el tricampeón más joven en la historia de la Fórmula 1.