Red Bull, en alerta roja ante el horno de Singapur

“¡Viry Chatillon, tenemos un problema!”. Desde la nave orbital de Red Bull están lanzando un mensaje de emergencia a la sede de Renault. Porque los recurrentes problemas con los motores del fabricante francés están comprometiendo las opciones de Sebastian Vettel al título esta temporada.

El reincidente fallo del alternador (primero en Valencia y luego Monza) ha acentuado las dudas sobre la vulnerabilidad mecánica de los motores de Renault, agravadas porque las medidas  correctoras no han funcionado. Además, el temor añadido de que las características de algunas pistas puedan agudizar el problema se acentúan ante el circuito urbano de Singapur, otro posible campo de minas para Red Bull.

Vettel, hasta en dos ocasiones

Christian Horner levantó la voz después del abandono de Monza. “Hemos tenido dos abandonos por fallo técnico: uno nos costó una victoria casi segura, y hoy una cantidad importante de puntos, es extremadamente costoso y es algo que ha de ser rectificado en las siguientes ocho carreras”.  Para Monza se suponía que el problema había sido superado. Todo lo contrario. Además, en Italia Vettel sufrió el problema en dos ocasiones, y también D'Ambrosio en su Lotus.

El alternador es un elemento que convierte la energía mecánica en eléctrica para alimentar las necesidades del motor y otros sistemas del monoplaza. En las averías sufridas por Renault, el alternador se recalienta por causas todavía desconocidas y el motor se detiene. Según explicaba Rob White a la revista Autosport, se produciría "a bajas revoluciones".

En busca de las causas y su solución

Renault, lógicamente, ha asumido la responsabilidad, además de ofrecer una loable transparencia al respecto. El agravante de Monza se debía a que los problemas se produjeron en piezas totalmente nuevas, como explicaba Rob White,  “después de los incidentes en los libres y clasificatorios, cambiamos los alternadores en los monoplazas de Vettel y D’Ambrosio. El incidente de carrera se produjo en su vida inicial de funcionamiento”.

Desde Valencia, Renault intentó atajar el problema. Considerando la posibilidad de un fallo puntual de fabricación, en Silverstone se introdujeron alternadores de partidas diferentes. Posteriormente, tras sucesivas investigaciones, se modificó el diseño de la pieza, alargando en 10 milímetros el estator (la parte fija de un elemento rotativo de transmisión de potencia) y el rotor (la parte móvil) para aumentar su capacidad de generar energía eléctrica. Según White, en principio“con esta nueva especificación del alternador se puede entregar un 30% más de potencia a bajas revoluciones”,  y fue  probada y validada en el banco de pruebas. Luego fue montada en los Red Bull y Lotus en Spa y no se encontró ningún problema”. Ante el desconcierto y sorpresa general, en Italia la pieza volvió a fallar.

Los circuitos de curvas lentas, ¿clave del problema?

Con los datos recogidos hasta el momento, en Renault creen que los circuitos con curvas lentas influirían en el funcionamiento de la pieza. Otro punto en común en ambos fueron las altas temperaturas ambientales. Además, se especulaba con que la reducción del ritmo en un momento dado de la prueba coadyuvara al problema: en Valencia, la carrera fue interrumpida por el coche de seguridad. En Monza, el fallo se produjo cuando el alemán pasó por boxes por la sanción recibida con Alonso. Pero, según White, el alternador ya fallaba en Valencia antes de la salida del coche de seguridad, “la pausa y su baja velocidad prolongó algo más su vida. Cuando se volvió al ritmo de carrera, el problema se agravó de nuevo con el resultado ya conocido”.

A día de hoy, el desconcierto técnico es evidente en Renault. El equipo Lotus sustituyó uno de los alternadores en el coche de D’Ambrosio cuando estaba a punto de fallar tras los entrenamientos clasificatorios de Monza, y con dicha pieza esperan encontrar soluciones. Porque el próximo circuito puede ser uno de los peores escenarios para que se reproduzca el problema de no encontrarse antes una solución. Con numerosas curvas lentas, entre muros, con un grado elevadísimo de temperatura y humedad ambiental, Singapur podría ser una tumba para las aspiraciones de Vettel o Webber de producirse un nuevo abandono a estas alturas del campeonato.