Alonso y cómo ser el primero de los perdedores para ganar el Mundial

Fernando Alonso se caracteriza por ser un piloto que sabe jugar muy bien sus cartas. Además de talento al volante, su cerebro es un fiel aliado que le indica en cada momento qué es lo mejor de cara no sólo a afrontar la carrera, sino el campeonato. Su calculadora viajó con él en Renault, McLaren y ahora lo hace en Ferrari, en este caso, los números actuales le indican que siendo segundo en las pruebas restantes, el título del campeonato mundial volará hacia Asturias. No es un objetivo sencillo de cumplir pero, de ser un martillo pilón en esta posición, ni siquiera siete victorias de un mismo piloto –en las nueve pruebas que quedan- le arrebataría el liderato que ahora tiene.

Adrian Newey ha asegurado durante el descanso veraniego que no habrá un dominador claro en lo que queda de temporada. La dinámica en la primera mitad del año, con siete ganadores diferentes en once carreras, corrobora la intuición del director técnico de Red Bull. De continuar estas previsiones para los nueve grandes premios restantes, las estadísticas muestran que subirse al podio es una posición de defensa suficiente para el número uno de Ferrari, que estaría matemáticamente reforzada si es la segunda plaza, siempre y cuando un piloto no haga pleno de victorias o se lleve todas menos una.

Los 40 puntos de ventaja que tiene con respecto al segundo clasificado provocan que los planes de Alonso sean los únicos donde no sería estrictamente necesario ganar alguna carrera para salir victorioso a finales de noviembre.

Marcaje al hombre o fijarse en el podio

Hasta ahora, la táctica del asturiano ha sido la del marcaje al hombre. Desde que tiene el liderato, uno de sus principales objetivos en cada gran premio pasaba por terminar delante de su más inmediato perseguidor. Ahora puede alternar esa estrategia con la de preocuparse por ser el ‘subcampeón’ en este tramo del año e incluso mentalizarse para hacer pleno de podios. Si hay alternancia en la victoria de pilotos, también esta última opción será suficiente para coronarse campeón.

Los números y su precisión irán cambiando conforme transcurra septiembre, un tramo donde se podría perfilar quiénes son los verdaderos aspirantes al título. Spa, Monza y Singapur son las pruebas para que alguno de los cuatro perseguidores se una o descuelgue definitivamente del tren de final de año. Entre Mark Webber y Kimi Raikkonen, segundo y quinto clasificado, respectivamente, sólo hay ocho puntos.

Continuando con las estadísticas, lo malo para el asturiano es que es el único de los cinco primeros que no ha terminado fuera de los puntos todavía. La fortuna disfrazada de ‘incidentes de carrera’ será un rival a esquivar por todos.

Repetir lo de 2010 bastaría a Alonso

Como referencia para tener alguna idea de lo que puedan deparar los tres meses siguientes, en 2010 llegaron también cinco hombres con opciones de victoria. En Spa, Webber, Lewis Hamilton, Sebastian Vettel, Jenson Button y Alonso estaban separados por 20 puntos, siendo el australiano líder y el español quinto. En esa ocasión, los últimos siete grandes premios  de la temporada deparó que Alonso fue el mejor, sumando una media de 15,9 puntos por carrera, seguido por Vettel (15) y estando más lejos Hamilton (11,8), Webber (11,5) y Button (9,5). De tener un desenlace similar, Alonso se encumbraría un par de jornadas antes de llegar a Brasil.

Nueve carreras y multitud de variables para hacer saltar por los aires cualquier probabilidad… ¿y si Felipe Massa se postula como una gran baza de cara a ayudar al asturiano? En principio, es algo con lo que no se cuenta. Al igual que tampoco se espera, como apuntó Newey, un monoplaza dominador sobre el resto. Desde el inicio de la temporada, la escudería que más ha crecido ha sido Ferrari pero, por lo visto en Hungaroring antes de las vacaciones, la progresión se ha estancado. Desde Hungría, ¿qué fábrica habrá acertado más en su trabajo? ¿se podrá sacar alguna conclusión tras la carrera del domingo?

Mirando a este fin de semana, el comportamiento en el trazado de Spa puede compararse al de Canadá, donde ganó Hamilton y Alonso, quinto, sufrió para llegar a meta debido a una estrategia agresiva a una parada. En esta ocasión, el cielo dice que lloverá con lo que podría desdibujarse esas referencias y mostrarse otras como las de Malasia o Alemania… donde Alonso salió victorioso con el asfalto mojado.