¿Debería funcionar la Fórmula 1 igual que la Liga española de fútbol?

“Para la Fórmula 1 tenemos que asegurarnos que el factor de la aleatoriedad no sea demasiado fuerte. Creo que ha habido algunos elementos este año que han hecho el campeonato más emocionante, pero creo que esto decaerá si se mantiene tan aleatorio”.

“Queremos ver a los pilotos que son primero y segundo en el campeonato peleando siempre uno contra otro, no a uno en la mitad y otro escapándose porque ese fin de semana acertó con los neumáticos”. Ante el comienzo de la segunda parte del campeonato, la pasada semana Ross Brawn alimentaba nuevamente un curioso debate abierto este año: ¿Hasta qué punto es o no beneficioso el amplio abanico de ganadores diferentes y la incertidumbre de rendimiento técnico ante cada carrera?

Delante de la tele, con sorpresas en cada prueba

Habrá quienes se sorprendan ante la cuestión por innecesaria, pero en el seno de la Fórmula 1 parece apostarse por una cierto 'elitismo' competitivo a tenor de las declaraciones recogidas en los últimos meses. Como si el Madrid o el Barcelona hubieran de ganar siempre la Liga –realidad del presente-, la Fórmula 1 solo tendría credibilidad con pocos y grandes nombres en lo alto del podio.

El mismo Fernando Alonso entraba en el debate a finales de mayo mostrando ambos lados de la moneda. “Es una temporada fantástica, totalmente impredecible, creo que la gente está delante de la tele con sorpresas en cada prueba. Es magnífico para la audiencia y para el deporte poder atraer más atención a las carreras”. ¿Entonces…?

¿Se pierde credibilidad?

“Por otro lado, podemos perder credibilidad”. Para Alonso, la Fórmula 1 podría desnaturalizarse por un reglamento técnico como el de 2012, “necesitamos asegurarnos de que si ganas una carrera, es porque haces algo mejor que los demás. No parece que esto esté claro por el momento”. Paradójicamente, son palabras de quien ahora lidera el campeonato,  posición admitida como “anormal” por la menor competitividad de su monoplaza. Sin embargo, por primera vez en mucho tiempo se está reconociendo el valor del piloto por encima de la máquina...

En 2012, solo Maldonado y Rosberg han ganado fuera de los tres principales equipos. Las restantes victorias fueron para campeones del mundo salvo el caso de Webber, en el seno del mejor equipo de los dos últimos años. "Todo el mundo está emocionado con tantos ganadores, lo que es magnífico para el deporte, pero llegará un momento en el que los aficionados digan, '¿así que cualquiera puede ganar un gran premio y perderlo como si tal cosa?'", se preguntaba recientemente al respecto Jenson Button. Dada la actual clasificación del campeonato, ¿estarían los aficionados de acuerdo con sus dudas?

“Los aficionados se hartarán…”

En el fondo, en estas posiciones también subyace la frustración por un intenso trabajo empírico de los equipos diluido ante  el desconcertante comportamiento de los monoplazas según el circuito, las circunstancias ambientales y la puesta a punto.¿Quién se quejaría con un RB7 de 2011 en las manos? Entonces, como suele ocurrir en la Fórmula 1, escucharíamos lamentos de otro tipo. Y cuando Brawn arrasaba en 2009 con la laguna legal del doble difusor no se le escuchaba queja alguna.

“No sé si los aficionados se hartarán de ver tantos ganadores diferentes”, afirmaba en la misma línea Mark Webber antes de Mónaco. Seguro que al australiano no le importó luego incluirse en esa lista de ganadores a partir de entonces. La realidad es que, antes del Gran Premio de Bélgica, tan solo cuarenta y ocho puntos separaban a cinco pilotos -cuatro de ellos campeones del mundo- de cuatro equipos diferentes. Imposible no relamerse ante semejante panorama.

1982, la mejor temporada en décadas

Precisamente hace treinta años se vivió quizás el antecedente más cercano al actual campeonato. En 1982, seis pilotos distintos ganaron las seis primeras carreras. Pironi, Watson, Prost, Lauda y Arnoux lograron dos triunfos cada uno, por otro de Patrese, Piquet, Alboreto, Tambay, De Angelis y del propio Rosberg, a la postre campeón. Sin olvidar que seis equipos diferentes triunfaron en las dieciséis carreras del calendario. Aquel certamen perdió pilotos por accidente -Villeneuve, Pironi, Paletti- , pero no  credibilidad. Al contrario. Desde entonces, la Fórmula 1 normalmente estuvo dominada cada año por solo uno o dos equipos repartidos a través de diferentes ciclos.

"Desde luego es la temporada más competitiva que hemos visto en muchos años y creo que tener un fuerte nivel de competencia entre los equipos y los pilotos es muy bueno para todos. Si siempre domina el mismo piloto y el mismo equipo es aburrido para todos", declaraba un orgulloso Maldonado tras su sorprendente victoria en Montmeló. Lógicamente, no todos están en el mismo barco que el venezolano, que seguro encontrará más aliados en la actual parrilla. 

¿Y cuál es la opinión de los aficionados al respecto? Este es su turno.