El GP de Valencia deja la política a un lado y recorta un 18% sus gastos

Algunos pensaron hace unos meses que el GP de Europa tendría que abandonar Valencia este mismo año. El presidente de la Comunidad Valenciana, Alberto Fabra, recibió el consejo de cancelar la carrera que este fin de semana se está llevando a cabo porque la empresa se antojaba una pendiente muy difícil de remontar dado el contexto económico y social, así como la situación derivada de la absorción de la anterior sociedad organizadora, Valmor Sports

A finales del pasado año, la Generalitat Valenciana asumió el cien por cien de las acciones de la sociedad que organizaba el Gran Premio de Europa en Valencia. Valmor Sports llevaba a cabo la gestión comercial y la Generalitat asumía el canon a pagar a Bernie Ecclestone por la celebración de la prueba. Se estimaba que la sociedad había incurrido en unas deudas cercanas a los 30 millones de euros.

Pero, al margen de la obligación legal por los contratos existentes con Bernie Ecclestone para la celebración del gran premio, Alberto Fabra apostó por su continuidad ante los beneficios directos e intangibles que aporta la presencia de Valencia en el calendario de la Fórmula 1. De hecho, la entrada de Nueva York en la pugna por un gran premio situaba en un contexto más atractivo para la opinión pública local el hecho de que Valencia ya contara con una posición a la que optaban otras grandes ciudades.

Pero condición imperativa para seguir adelante con la celebración de la prueba era la imprescindible racionalización en la gestión económica para ahorrar costes sobre ediciones precedentes. A través de la revisión de diferentes partidas y áreas, según fuentes de la organización han especificado a El Confidencial, el Gran Premio costará un 18% menos que la edición anterior, a pesar de que se ha contando con muy poco tiempo para la puesta en marcha la prueba.

Poco más de tres meses para organizar la carrera

El proceso de absorción de Valmor Sports impedía el nombramiento de un nuevo equipo gestor. Al final, se contó con poco más de tres meses para poner en marcha la carrera, lo que impidió la renegociación en condiciones más ventajosas de algunos contratos esenciales para la celebración de la prueba. Además, algunas iniciativas para mejorar el evento, como la inauguración del Bulevar de los Campeones (con los pilotos ganadores hasta el momento) la reubicación del paddock de GP2 o la promoción para la llegada de embarcaciones al puerto, por ejemplo, no pudieron llevarse a cabo.

Uno de los objetivos del nuevo equipo gestor y, por supuesto, de la Generalitat, era despolitizar el Gran Premio y evitar que se convirtiera  en un arma arrojadiza entre partidos y entidades locales, con las consecuencias que hubiera implicado para la imagen internacional de Valencia. Sobre el papel, la nueva gestión ha logrado convencer en gran parte a la opinión pública local de los beneficios de la carrera en un contexto de fuerte racionalización económica, y no parece flotar tensión local en el ambiente salvo algunos colectivos muy puntuales.

El futuro del Gran Premio de Europa en Valencia, lógicamente, está todavía en el aire a pesar de contar con dos años más de contrato. En estos momentos, se trabaja en la alternancia del Gran Premio de España entre la ciudad levantina y Barcelona, una posibilidad del agrado de Ecclestone, que permitiría incluir a algunas de las sedes candidatas que están en lista de espera.

Sobre el papel, dicha alternancia permitiría de primeras reducir los costos en un 50% para Valencia y, además, garantizar una gestión estable y profesional para trabajar en la organización de la prueba durante un arco temporal más amplio, con las consiguientes ventajas para su futura racionalización económica. Por ejemplo, se valoran planes como la posibilidad de incorporar otras pruebas de calendarios automovilísticos internacionales en la semana posterior al gran premio, aprovechando las infraestructuras montadas para la Fórmula 1, lo que permitiría ofrecer paquetes turísticos de más amplia duración

Sin embargo, el futuro de la Fórmula 1 en Valencia pasa por la decisión que se tome respecto al futuro Gran Premio de España. Un ‘culebrón’ que todavía sigue moviéndose.