"Ferrari está pasando apuros... sí, esa sería la definición"

Martin Brundle es una de las voces más respetadas de la Fórmula 1. Quien fuera el mayor rival de Ayrton Senna en la Fórmula 3, participó en 165 grandes premios con ocho equipos, entre ellos, McLaren. Tras su retirada, comenzó una segunda carrera como comentarista en la BBC británica, alcanzando el puesto de comentarista principal en 2011, la primera vez que un expiloto ocupa un puesto similar. Sus paseos por la parrilla justo antes de la carrera, micrófono en mano son extraordinarios.

Esta temporada el canal Sky, compartirá las retransmisiones en Gran Bretaña con la BBC. Su primer objetivo fue fichar a Brundle. Lo logró. Cuando Brundle concedía esta entrevista a El Confidencial, estaba como un niño con zapatos nuevos. Como parte de la introducción a la nueva temporada, iba a subirse a un Ferrari en Italia.

Martin Brundle tiene una posición muy especial: expiloto de F1, este año correrá en Le Mans, y es el comentarista líder de Sky ¿Cómo lo vive? ¿Hasta qué punto sigue sintiendo la adrenalina correr por el cuerpo?

Bueno, por supuesto, me siento muy afortunado porque he tenido dos carreras en la Fórmula 1. Como piloto de Fórmula 1, te conviertes en un adrenaline junkie, (adicto a la adrenalina): carreras, entrenamientos, ingenieros, prensa… eres constantemente analizado y puesto a prueba. No hay donde esconderte, como un futbolista, por ejemplo. Y lo echas de menos. La Fórmula 1, con los años, se convierte en una en una segunda familia, y echas de menos la excitación y la adrenalina que te proporciona. Como comentarista, a veces tenemos audiencias de nueve o diez millones de personas -porque otros países de habla inglesa reciben la señal- y también es muy excitante, me gusta la inmediatez de la televisión en directo, me devuelve un porcentaje del estímulo que sentía en las carreras. Y es una de las cosas más apasionantes que puedes hacer al margen de saltar desde lo alto de un edificio (risas).

Sus entrevistas justo antes de la salida son famosas, recordemos aquella respuesta de Raikkonen, por ejemplo

Sí, es una oportunidad única, porque en Wimbledon no puedo hablar con Nadal unos minutos antes del partido, o en San Siro, en un partido de futbol, con los jugadores, o en el Nou Camp. Sin embargo, puedo hablar con Sebastian Vettel a través del casco. Luego se monta en el coche y, dos horas después, es campeón del mundo.

Como sé lo que se siente, no me gusta en absoluto interrumpir a los pilotos en momentos tan intensos antes de la salida, por ejemplo, cuando están hablando con sus ingenieros. Pero les encanta a los patrocinadores de los pilotos, a los equipos, a los aficionados…

Casi todos le hablan, sin embargo, aunque algunos no parecen muy contentos con sus comentarios. Con Schumacher, ni se hablaba…

No me veo en la televisión después, nunca reviso mis comentarios. Es la gente la que te dice si le gusta o no y, a veces, los pilotos se enfadan. Mi objetivo es ser sincero y honesto, pero a veces son sensibles y las opiniones le llegan desde su entorno, su manager, sus amigos... Solamente un piloto me ha dado las gracias una vez, Nico Rosberg, hace un par de años.

¿Y cómo se organiza en directo? Porque hay que improvisar constantemente

Sí, son momentos muy estresantes porque no sabes qué va a pasar, no puedes planificar nada, no sabes quién va a estar disponible. Si voy a ver a Fernando, hay treinta personas de rojo a su alrededor, no puedo distinguirle, a veces me ayuda alguien a localizarlo, no sé si podré hablar con él y tengo que pensar una pregunta rápida y adecuada por si estuviera disponible, debo escuchar su respuesta, al técnico que me habla por el auricular, debo pensar rápido que voy a hacer luego… Además, hay muchas televisiones que no están en directo esperando y, a veces, soy poco amable con ellos… es bastante estresante.

Hablando de Fernando Alonso, cuál es su opinión como expiloto y como periodista

Soy un gran fan de Fernando como piloto. Creo que hay tres grandes pilotos por encima del resto, Alonso, Vettel y Hamilton. Ellos son capaces de encontrar una o dos décimas de un coche que los demás no pueden. Y ganar carreras sin tener el mejor coche, lo que para mí es la señal que distingue a los grandes cuando echas la vista atrás en la historia. Y Fernando está entre ellos. Yo pondría en el dream team ideal a Alonso y a Vettel. Antes estaba Hamilton con Alonso, pero ahora... Como piloto, tengo un cien por cien de respeto hacia él.

Y personalmente…

Ahora soy parte de los medios de comunicación, uno de los miles que buscan su tiempo. Desde el punto de vista periodístico, cuando trabajo con él, es muy profesional, bastante directo, te dice lo que tiene que decirte y gracias. Es como si no sintieras mucha calidez. Tiene un tiempo limitado y debe administrarlo. Sin embargo, cuando le veo en un restaurante, o charlo tranquilamente con él lejos de la presión del gran premio tiene su tiempo y no hay el menor problema. Tengo un gran respeto por él.

Usted parece que tiene muy claro qué está pasando en Ferrari, ¿se puede decir que en Ferrari están pasando apuros?

Después de haber estado viendo coches de Fórmula 1 durante treinta años sé cuando un coche va bien, y cuando no. Ferrari no parece tan malo como el McLaren del pasado año en la pretemporada, pero también vimos lo que ocurrió entonces. Hicieron un enorme cambio, casi una apuesta, y acertaron. Pero para mí está claro que en Ferrari no están donde esperaban estar. Red Bull y McLaren ha hecho simulaciones de carrera y parece que en Ferrari siguen recopilando datos (cuando se hizo la entrevista en Montmeló, Ferrari no había hecho todavía ninguna simulación de carrera) y, creo que sí, pasando apuros sería definición. El piloto parece que no tiene total confianza en el coche y no están donde necesitan. Aunque Fernando va a ser siempre muy correcto al respecto

Este año se va a permitir el lujo de correr las 24 Horas de Le Mans –que ya ganó con Jaguar en 1990- con su hijo, Alex, y con el piloto español Lucas Ordoñez

Sí, vamos a formar parte de esa historia en la que algunos padres e hijos han corrido, como los Mansell o los Andretti. Para mí, es una oportunidad, todavía soy rápido, el está desarrollándose hasta el punto de que podemos compartir el mismo coche. Vamos a ser competitivos, no es una cuestión de pasar un buen fin de semana familiar. Queremos ganar en la categoría LMP2. Tengo 53 años, estoy en forma todavía, el año pasado hice nueve horas en las 24 Horas de Daytona y fui tan rápido como Franchitti y Montoya. Compartimos no solo la carrera, es también el gimnasio, el trabajo con los ingenieros, con los medios de comunicación, estamos compartiendo toda la experiencia y la carrera solo será el cinco por ciento. Espero que lo hagamos bien.

¿Y qué le parece Lucas Ordóñez, un piloto que pasó de ganar un concurso de Sony y Nissan con la Play Station a correr en Le Mans? ¿Qué consejo le daría a sus dos jóvenes compañeros?

Al principio tenía mis reticencias sobre este ‘chico de la Play Station’, pero luego, cuando le conocí, he visto que Lucas parece muy maduro y tiene el ego en su sitio. Lo hizo muy bien el pasado año. Y sobre consejos, que piensen en el largo recorrido

Cuando el sol sale el domingo por la mañana, todavía tienes por delante el equivalente de cinco grandes premios. Una carrera de Le Mans es como una temporada de Fórmula 1 y, a veces, me hace gracia que hay quien sale como si fuera una carrera de veinte minutos.