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La llamada desde Suiza que puede cambiar el sino de la Vuelta Ciclista a España
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Contador pidió 'ayuda' a jesús hernández

La llamada desde Suiza que puede cambiar el sino de la Vuelta Ciclista a España

"¿Y si intentamos llegar a la Vuelta?", cuestionó el campeón a su amigo. "Había que intentarlo, así que me cogí un avión y me fui a Suiza", revela Jesús

Foto: Alberto Contador, duranteyuna etapa de la Vuelta Ciclista (EFE)
Alberto Contador, duranteyuna etapa de la Vuelta Ciclista (EFE)

El móvil de Jesús Hernández vibra sobre la mesa del salón de su casa en Pinto. El nombre de Alberto Contador aparece iluminado en la pantalla del 'smartphone' del ciclista del Tinkoff. Es su amigo del alma, su confesor, su compañero de equipo y de vivencias. Su jefe se recupera en Suiza de la grave lesión de rodilla que le obligó a dejar el Tour de Francia, la misma carrera en la que abandonó Jesús Hernández con una fuerte conmoción, y que hace unos días le ha llevado a anunciar que renuncia a correr la Vuelta a España.

El mes de julio está a punto de expirar en el calendario. El calor invade todos los dominios de la comunidad madrileña y salir a entrenar con la bici es de lo que menos apetece para pasar las horas. "Jesús", atropella Contador a su amigo sin casi dejarle contestar. "Hoy he salido a entrenar. He subido un puerto y la rodilla me ha dolido poco", prosigue hablando el ciclista madrileño desde su domicilio en la localidad suiza de Lugano. "¿Y si intentamos llegar a la Vuelta?", cuestiona el campeón pinteño a su amigo. "Había que intentarlo, así que me cogí un avión y me fui a Suiza", revela Jesús.

El tiempo y el dolor son los grandes enemigos de Alberto Contador para estar en la salida de la ronda española en Jerez. Apenas le quedan 30 días para preparar con garantías la carrera mientras que algunos de sus rivales por la victoria ya están hasta inspeccionando las etapas claves. Para colmo, una infección en la herida retrasa aún más la puesta a punto de Contador. Sólo un trabajo minucioso y sin más contratiempos le pueden llevar a la localidad andaluza de donde parte la carrera. "Había que echarle muchas horas a la bici para poder llegar. Hemos descansado poco, pero no teníamos otra opción", cuenta Hernández.

"En pleno entrenamiento Alberto me confiesa que le duele y yo, como amigo, le digo que no haga tonterías, que piense en el futuro. Su respuesta me convenció", confiesa el gregario del pinteño. "Me dijo: ¿Y si dentro de 15 días estoy bien, la rodilla deja de dolerme y me doy cuenta de que si no puedo luchar por la general sí puedo ir a por alguna victoria de etapa?". En ese momento el tema sobre la conveniencia de estar o no en la Vuelta queda zanjado. Sólo hay tiempo para entrenar y tratar de obrar el milagro. Primero en Suiza y después en la sierra madrileña, los dos ciclistas del Tinkoff se fajan bajo el sol abrasador.

Varios días después, el 16 de agosto, Alberto Contador sorprende a propios y extrañosanunciando que correrá la Vuelta a España, aunque advierte que su estado no es el ideal para luchar por el maillot rojo de ganador. La escuadra rusa confecciona el mejor nueve posible para arropar a su líder, pero Jesús Hernández, después de mucho sufrir junto a su buen amigo, no está incluído. Pocas horas antes del arranque de la carrera, después de que Roman Kreuziger no consiga resolver sus problemas con el pasaporte biológico, Jesús es convocado para estar en la cita española. "La decisión de correr o no sólo la podía tomar él. Sus amigos y el cuerpo técnico del equipo le podíamos aconsejar, pero la última palabra sólo podía ser suya. Imagínate que le convences para que corra y durante la Vuelta se vuelve a caer y se le agrava la lesión. Sería imperdonable para mí", confiesa.

Con la filosofía del 'día a día', Contador entra en carrera y comienza a despejar dudas sobre su estado. La última prueba de fuego fue el pasado jueves en el Alto de Cumbres Verdes. Allí, en la primera llegada en alto de la Vuelta, cruzó la meta soldado a la rueda de Valverde y Froome y distanció al resto de favoritos. "Cuando Alberto se sube a la bici el dolor no importa", apunta Jesús. "Después hay días que los pasa mejor y otros peor cuando llega al hotel o se levanta por la mañana, pero hasta que su cuerpo se lo permita estará luchando por estar delante", continúa el pinteño. Mañana, en Valdelinares, jefe y gregario volverán a calibrar el trabajo 'milagro' hecho en Suiza y en Madrid, y se verá si esa llamada procedente de Suiza puede cambiar el sino de esta Vuelta a España.

El móvil de Jesús Hernández vibra sobre la mesa del salón de su casa en Pinto. El nombre de Alberto Contador aparece iluminado en la pantalla del 'smartphone' del ciclista del Tinkoff. Es su amigo del alma, su confesor, su compañero de equipo y de vivencias. Su jefe se recupera en Suiza de la grave lesión de rodilla que le obligó a dejar el Tour de Francia, la misma carrera en la que abandonó Jesús Hernández con una fuerte conmoción, y que hace unos días le ha llevado a anunciar que renuncia a correr la Vuelta a España.

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