Murcia contra el imperio británico; Valverde, Luis León y Rojas contra Cavendish

Tras la fastuosa ceremonia de ayer, hoy se inicia la verdadera carrera olímpica, la que tiene como objetivo el tocar metal tras cuatro años de espera. Deportes como el ciclismo, en este caso en ruta, repartirá a primera hora de la tarde las medallas masculinas en un circuito hecho a la medida de Mark Cavendish, que tras las exhibiciones en dos de las últimas etapas del Tour llega con la condición de claro favorito a colgarse el oro. España, otrora candidata a subir al cajón y defensora del título del ausente Samuel Sánchez, tiene claro cuál será la táctica a emplear para, al menos, inquietar al imperio británico: atacar e intentar que la carrera no tenga control alguno. Valverde, Luis León Sánchez, Ventoso, Rojas y Castroviejo buscarán que la carrera se convierta en una auténtica locura, que el control no exista por parte de los locales y de otros muchos aliados como pueden ser el equipo alemán de Greipel y Grabsch.

Los 250 kilómetros del recorrido y el escaso número de efectivos de todos los equipos (Italia cuenta con 6, mientras que España, Gran Bretaña, Holanda, Suiza, Bélgica y Estados Unidos tendrán a 5 ciclistas) impedirán un control tipo Tour para la llegada sí o sí al sprint pero la alfombra roja que los organizadores han puesto a Cavendish hace muy complicado pensar en otro final que no sea con el británico levantando los brazos al cielo de Londres. Su enemigo, al margen del comando murciano que encabeza Valverde y que tendrá como aliados a Ventoso y Castoviejo, es una pequeña tachuela que hay que ascender hasta en nueve ocasiones.

El problema con el que se ha encontrado el equipo español es que desde el último paso hay otros 30 kilómetros hasta la meta. "Hay que intentarlo, romper la carrera en la subida y esperar. El circuito era ideal para Freire pero ahora hay que buscar la oportunidad, no parar. El comando murciano está en forma", afirma entre risas, refiriéndose a Luis León Sánchez y Rojas. Y es que hoy más que nunca Murcia busca terminar con el imperio británico, dominador del ciclismo mundial con Wiggins, Froome, Cavendish y Millar a la cabeza. Las victorias en el Tour de los dos primeros les otorga el papel de jefes de fila del equipo. Los movimientos no estarán supeditados a ellos pero sí que están un paso por encima del resto. "Llego bien. El final del Tour fue positivo".

El murciano sabe que algunos quisieron, como ha sucedido con Contador, que no participara en los Juegos. "Dije que después de la sanción iba a seguir ganando y lo he hecho. Me da igual lo que piensen y lo que digan. Corro y disfruto de este deporte como lo hacía antes". Valverde sabe que pese a que el circuito no le favorece, apenas le dejarán moverse. Y es que el corredor del Movistar es un ganador nato y cuando coge la racha es complicado de frenar. "Lo que importa es el equipo, que alguno toque o pelee por la medalla".

El seleccionador no se siente decepcionado tras comprobar cómo es el circuito en el que el pasado año ya ganó Cavendish una prueba. "Es lo que esperábamos. No nos ha sorprendido nada. No hay mucho descanso y buscaremos romper todo en la última subida. No hay otra opción. Si queremos sacar algo positivo habrá que intentarlo de lejos". El técnico sabe que la clave estará en la búsqueda de aliados que quieran una carrera dura y sin control, como pueden ser la selección italiana, Francia y Holanda.