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El capricho musical del mandamás de los Knicks, el propietario más odiado de la NBA
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El capricho musical del mandamás de los Knicks, el propietario más odiado de la NBA

Apenas 100 personas vieron en directo a JD & Straight Shot, la banda liderada por un personaje muy peculiar: James Dolan, el multimillonario dueño de los Knicks y el Madison Square Garden

Foto: James Dolan, segundo por la izquierda, en un momento del concierto. (Foto: José Manuel Martín)
James Dolan, segundo por la izquierda, en un momento del concierto. (Foto: José Manuel Martín)

Entre el selecto grupo de multimillonarios compuesto por los dueños de las 30 franquicias de la NBA hay de todo: leyendas del baloncesto (Michael Jordan), oligarcas rusos (Mikhail Prokhorov) o empresarios de la tecnología (Paul Allen, confundador de Microsoft), etc. Todos ellos tienen sus aficiones, algunas muy peculiares, pero pocos la llevan al extremo de James Dolan, que no es un propietario cualquiera: es el dueño de los New York Knicks (donde juega el español José Manuel Calderón), uno de los equipos más conocidos del mundo del deporte y valorado en más de 2.300 millones de euros.

Dolan tiene una banda de música, JD & Straight Shot, con la que ya ha grabado cinco álbumes. Este lunes actuó en la Fiesta Toma Uno en Madrid, última parada de su gira europea. Lo hizo en un concierto exclusivo al que fueron invitadas apenas 100 personas. Con 20 minutos de retraso, la banda subió al escenario por la parte delantera, entre el público, pero él lo hizo por la puerta trasera, con un sombrero fedora y una americana color granate. Algunos de los presentes en la pequeña y cilíndrica sala del Costello Club admitían que no lo conocían, tampoco a su banda. No tenían prejuicios sobre el personaje y salieron encantados del concierto, que duró poco más de una hora.

Encima del escenario, Dolan se suelta. Bromea con los miembros de la banda –uno de ellos es su hijo Aidan Dolan–, como el bajista Byron House, lo más cerca que va a estar en su vida de tener a Gregg Popovich trabajando para él (en serio, es clavado al entrenador de los Spurs). Y canta, porque Dolan es la voz principal. La banda suena bastante bien. "Los sonidos son limpios. Lo que se ve es lo que se oye, y lo que se oye es lo que realmente suena", dice Manolo Fernández, conductor del programa Toma Uno de 'Radio 3' desde hace 42 años y uno de los culpables de que hayan actuado por primera vez en España. Explica que lo que tocan es americana –"aunque poner matrículas a la música es excesivamente complicado"–, un paraguas que "arropa todos los estilos básicos de lo que entendemos como música popular norteamericana: folk, blues, country...". En el concierto, además de los temas de su último disco, "Ballyhoo!", suenan canciones de Bruce Springsteen o Little Feet, "una banda casi de culto", dice Fernández.

'Better Find A Church', uno de los temas de su último álbum.

La segunda canción es 'Under that hood', quizá la más conocida de sus cinco discos. O al menos la que más relevancia ha tenido. Cuenta la historia de Trayvor Martin, un joven negro de 17 años que murió en 2012 por el disparo de George Zimmerman, vigilante del barrio de Florida en el que se sucedieron los hechos. Zimmerman fue absuelto, pero el caso reavivó el debate de la discriminación racial en Estados Unidos; hasta el presidente Barack Obama se pronunció. En la NBA hubo varios gestos de denuncia, como el de LeBron James y el resto de los Miami Heat, que posaron con una capucha (Martin llevaba una en el momento de su muerte) como señal de solidaridad y protesta.

Ese es Dolan: multimillonario (la fortuna de su familia supera los 6.000 millones de euros, según 'Forbes') y presidente ejecutivo de Cablevision y The Madison Square Garden Company que se atreve a componer una canción sobre un tema tan delicado. "Necesitaba algo en mi vida en lo que sintiera que estaba creando. La mayoría de lo que hago como ejecutivo es dirigir. No instalo la televisión por cable ni tiro a canasta. Para mí, la música es una conexión directa con la audiencia", explica Dolan sobre su vocación musical en la web de la banda.

Una gestión desastrosa en los Knicks

Esa sensibilidad por la música contrasta con la visión que su trayectoria al frente de los Knicks ha dejado de él. Un personaje tiránico, despótico, "sin duda, el peor propietario que ha tenido este histórico equipo, uno de los dos únicos supervivientes de la NBA original y el mercado más importante de los Estados Unidos", afirma Gonzalo Vázquez, periodista de 'Eurosport' que vivió en Nueva York y cubrió el día a día de los Knicks entre 2010 y 2012. En su opinión, el rasgo que mejor define a Dolan es la megalomanía, "un delirio de grandeza que ha mostrado síntomas de una autoestima fuera de toda medida, de estar convencido desde el primer momento de que el éxito de los Knicks dependería de sus decisiones a solas".

Durante el tiempo que siguió de cerca ese 'reality' que son los Knicks, una máquina imparable de generar noticias, Vázquez vivió de cerca uno de los episodios que más han retratado a Dolan: el fichaje de Carmelo Anthony en febrero de 2011. Aquello fue un ejemplo de todo lo malo de su gestión, que ha tenido episodios increíbles, como la época de Isaiah Thomas. Pisoteó a sus subordinados para completar una operación que acabó con una de las mejores plantillas del equipo en mucho tiempo, algo de lo que aún no se ha recuperado.

"Hasta introdujo informadores en el seno mismo del pabellón para enterarse de las confidencias y que le informaran de quiénes le mostraban su peor oposición, como agentes para delatar a la prensa subversiva, que por cierto era toda a excepción de 'Newsday', diario de su propiedad", cuenta el periodista.

placeholder James Dolan (i) y Phil Jackson en la presentación del segundo como presidente del los Knicks en marzo de 2014. (Reuters)
James Dolan (i) y Phil Jackson en la presentación del segundo como presidente del los Knicks en marzo de 2014. (Reuters)

Últimamente, Dolan se ha apartado del día a día de los Knicks. En marzo de 2014 fichó a Phil Jackson como presidente y le dio plenos poderes, pero eso no ha evitado que haya protagonizado algún que otro escándalo, como cuando en enero respondió a un correo electrónico crítico con su gestión que le había enviado un aficionado de los Knicks desde 1952. "Dolan le respondió directamente, acusándole de llevar una vida miserable, de dañar a su propia familia y de que su problema era ser alcohólico, mal que por cierto Dolan padeció durante los años noventa. No contento con insultarle, le exigía dejar de apoyar a los Knicks y pasarse a los Nets", cuenta Vázquez. Tras ese incidente, el comisionado de la NBA, Adam Silver, lo calificó de "tipo complicado". Es una manera verlo.

El fichaje de Jackson, y el paso a un lado de Dolan, es el último intento de remontar el vuelo de un equipo que sólo ha ganado una eliminatoria de 'playoffs' en 15 años. Pero el proceso es lento. La temporada pasada, los Knicks sólo ganaron 17 partidos de 82. En la actual, al menos parecen un equipo de baloncesto y han vencido cinco de los primeros 11. En la paciencia que tenga Dolan radica buena parte de las opciones del equipo. "Anhelando un título que ratifique su mesianismo, nadie lo ha conseguido alejar más", afirma Gonzalo Vázquez. Parece que la probabilidad de éxito de los Knicks es directamente proporcional al tiempo que pasa Dolan lejos de Nueva York de gira con su banda.

"Es posible que sea un capricho. Pero me encantaría que más gente se encaprichara de estas cosas. Ganaríamos mucho", dice Manolo Fernández para defender la cara musical de Dolan, la más amable de su doble vida, esa en la que por las mañanas se viste de traje y corbata para dirigir sus empresas y por la noche se pone un sombrero, se sube a un escenario y te canta una canción protesta.

Quizá la explicación a todo está en la canción 'Glide', que Dolan presenta diciendo que todos debemos mantener dentro de nosotros al niño que fuimos. Quizá es sólo eso: un niño grande que disfruta haciendo y deshaciendo a su antojo, ya sea en los negocios o en la música.

Entre el selecto grupo de multimillonarios compuesto por los dueños de las 30 franquicias de la NBA hay de todo: leyendas del baloncesto (Michael Jordan), oligarcas rusos (Mikhail Prokhorov) o empresarios de la tecnología (Paul Allen, confundador de Microsoft), etc. Todos ellos tienen sus aficiones, algunas muy peculiares, pero pocos la llevan al extremo de James Dolan, que no es un propietario cualquiera: es el dueño de los New York Knicks (donde juega el español José Manuel Calderón), uno de los equipos más conocidos del mundo del deporte y valorado en más de 2.300 millones de euros.

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