Francia no se atreve con Pau Gasol

“Estaré ante Francia a tope". Victoria asegurada. Desde que arrancó el Mundial, la prensa ha llenado hojas aludiendo a las sensibles bajas que han disminuido a la vigente campeona de Europa. Y sí, poco se parece la Francia que se va a encontrar España en el duelo de cuartos de final (22.00, Cuatro) al equipo que se alzó con el cetro continental el pasado año. De sus mejores hombres presentes en Eslovenia no estarán Tony Parker, Nando De Colo y Alexis Ajinca. Si nos damos a los juegos de hipótesis y tratamos de formar el mejor plantel posible de nuestros rivales, además de los tres mencionados, el combinado galo añora a Joakim Noah, Kevin Seraphin, Ronny Turiaf y Ian Mahinmi. Hombres que sin duda merman las prestaciones de la nave gala. Pero hay un detalle que hemos pasado por alto: la presencia de Pau Gasol en el flanco español. Y esta noche Pau estará.

Pueden apostar sus ahorros sin temor a caer en bancarrota. Desde que debutara con la Selección un 20 de agosto de 2001, el pívot de Sant Boi no ha perdido ningún partido oficial con nuestros vecinos. Las estadísticas dicen que desde 2005 España y Francia se han visto las caras en ocho ocasiones en competición oficial. El balance es de cinco victorias y tres derrotas para los españoles. Curiosamente, las tres decepciones llegaron sin la presencia de Pau en el combinado nacional. Una especie de ‘coco’ que impide dormir a pierna suelta por las noches y mina la moral hasta hacerte perder el control. Por más que lo intentan, su influjo es un muro infranqueable.

La selección española se convirtió en el verdugo de Francia en cuartos de final del campeonato europeo de 2009 (86-66); repitió triunfo en la final del Eurobasket de 2011 (98-85), además del96-69en la fase de grupos; apeó a los galos de la lucha por las medallas en los Juegos de Londres (66-59) y volvió a doblegarles con autoridad en la cuarta jornada de la primera fase del Mundial (88-64). Por su parte, en el haber de los galos figuran un severo correctivo en la lucha por el bronce en el Eurobasket de 2005 (98-68), una ajustada victoria en la fase de grupos del Mundial de 2010 (66-72) y la estratosférica exhibición de Tony Parker (32 puntos) en las semifinales del pasado Eurobasket (72-75).

Sobre su estado físico, no hay de qué preocuparse. El estandarte de la generación dorada del baloncesto español desveló después del partido contra Senegal que no se encontraba al cien por cien. Según sus propias palabras, estaba “ahí, ahí” debido a unas molestias en el abductor. Un contratiempo que el lunes le llevó a ejercitarse al margen del grupo en el gimnasio. En la víspera del encuentro ante una de sus presas predilectas calcó la rutina. Por la tarde llegó con el resto de los integrantes del equipo, tiró un poco al inicio de la sesión antes de ser tratado por los fisioterapeutas y volver a poner a punto su muñeca. No hay de qué preocuparse.

“Está perfecto, o casi perfecto. No es una lesión que se vaya a agravar si juega. Está mejor que hace dos días. Ha recuperado bien", tranquilizaba Orenga a los medios tras el último ensayo. Aunque lo fuera (dentro de unos límites), Pau no se perdería por nada del mundo un partido donde debe ejercer de líder y talismán al mismo tiempo. Uno que no estuvo en la última sesión antes del partido fue su hermano Marc. Aunque en sala de prensa Orenga se hizo el interesante aduciendo "problemas personales", la ausencia del mediano de la saga Gasol tenía su origen en la primera paternidad del pívot de los Grizzlies. Tras viajar a Barcelona para conocer a su hija Júlia, estará listo para la batalla.

Para qué engañarnos, la cosa pinta cruda para Francia. En el último episodio de la vibrante rivalidad entre ambos equipos, España desnudó las vergüenzas de una Francia desmejorada. L'Équipe, la biblia del deporte en el país vecino, lo tenía claro tras ver el meneo acontecido en el Palacio Municipal de Deportes de Granada (88-64). "Francia no tiene las armas para hacer frente a España este año", resaltaba. Tocará sobrevivir. Eso sí, siempre con dignidad. Y claro, ante el oscuro horizonte que se presenta para sus intereses, los franceses han optado por sacar del armario el disfraz de cordero. "Puede que tengamos una opción entre un millón, pero vamos a agarrarnos a ella", ha apuntado Nicolas Batum, el estilete ofensivo de los galos.

Y a ella se agarrarán por lo civil o por lo penal. En una entrevista con El País, Sergio Llull advertía que los galos no saltarán al parqué ddel Barclaycard Center para poner la otra mejilla. “Como siempre. Lospartidos ante Francia siempre son una guerra. Seguro que darán palos. Son un equipo con mucho físico y talento”. Boris Diaw, el líder espiritual del equipo ante la falta de su buen amigo Tony Parker, herido en su orgullo tras el correctivo de la primera fase, urgió a cambiar el guión del último duelo. "Si jugamos un partido medio no ganaremos, eso seguro. No quiero caer eliminado y pensar que podíamos haber hecho más, así es que vamos a jugar duro porque si les dejamos jugar a su ritmo, no tenemos nada que hacer, porque ellos están en su mejor momento", comentaba el ala-pívot de los Spurs.

El germen sepultado

Repetidas machadas que se iniciaron precisamente en suelo francés, allá por 1999. Aquel año, la España liderada por Alberto Herreros, privó a los galos de disputar la final de su Eurobasket. Y eso que una victoria de los franceses en la última jornada de la fase de grupos mantuvo con vida en el torneo a los pupilos de Lolo Sainz. Qué desagradecidos somos los españoles a veces. Un duro revés para nuestros vecinos que nos dejó con una meritoria plata que sólo los posteriores triunfos de una generación irrepetible han logrado sepultar. Saltaron a la fama como los‘Juniors de Oro’. 15 años después, con caras nuevas que les hacen todavía más temibles, la por entonces imberbe chavalada ha tornado en talludos treintañeros, pero sus ganas por acariciar de nuevo la gloria permanecen intactas.